Ron DeSantis y el lanzamiento de su candidatura: ¿Puede realmente vencer a Donald Trump en la carrera republicana de 2024?
El gobernador de Florida lanzará hoy su candidatura a las primarias del Partido Republicano. Lo hará a través de la plataforma Twitter Spaces y estará acompañado del magnate y dueño de la red social, Elon Musk.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, se dispone a dar el salto definitivo a la primera línea de la política nacional estadounidense, con el lanzamiento este miércoles de su candidatura a las primarias del Partido Republicano con vistas a las presidenciales de 2024, donde hará frente a su antiguo mentor, Donald Trump.
Fuentes cercanas al gobernador confirmaron que DeSantis comparecerá a las 18.00 en Twitter Spaces, un lugar donde los usuarios de la plataforma pueden asistir a conversaciones y participar en ellas, y allí se referirá a su candidatura, señaló Fox News. Lo hará junto al magnate y dueño de la red social, Elon Musk.
La entrada de DeSantis en la carrera primaria republicana contra el expresidente Trump ha sido ampliamente esperada. Sin embargo, dice The New York Times, la decisión de hacerlo con Musk agrega un elemento sorprendente y le da a DeSantis acceso a una gran audiencia en línea.
El evento en Twitter Spaces no será la única actividad que tenga el gobernador. Hoy se reunió con donantes en el Four Seasons de Miami para comenzar a recaudar dinero para su campaña. Y se espera que DeSantis aparezca el miércoles por la noche en Fox News en una entrevista con Trey Gowdy, exrepresentante republicano por Carolina del Sur.
El evento de DeSantis con Musk será moderado por David Sacks, un donante republicano que apoya al gobernador y es cercano a Musk. Sacks, un empresario e inversionista en tecnología, donó US$ 50.000 al comité político estatal de DeSantis antes de su reelección, según muestran los registros financieros de la campaña. Ha hablado positivamente del manejo del gobernador frente a la pandemia de coronavirus en Florida. “Fue el primer gobernador en detener estos confinamientos dementes”, dijo Sacks en Bloomberg TV en 2021. “Respeto eso”.
Musk afirmó en un evento con The Wall Street Journal el martes que no estaba apoyando formalmente a DeSantis ni a ningún otro republicano. El lunes, retuiteó un video del evento de lanzamiento de la candidatura del senador de Carolina del Sur, Tim Scott, otro aspirante presidencial republicano.
Bajo Musk, indicó The New York Times, Twitter ha cultivado una audiencia más republicana. Este mes, Tucker Carlson, la exestrella despedida de Fox News, anunció que presentaría su popular programa en Twitter.
Sus polémicas políticas y su cambiante relación con Trump han convertido a DeSantis en una de las figuras más reconocibles de la política estadounidense, pero por ahora los sondeos no le sonríen. El exmandatario se mantiene como favorito indiscutible en las primarias del Partido Republicano, con una media que supera el 53%, mientras que el gobernador de Florida figura por debajo del 21%, según el sitio FiveThirtyEight.
El expresidente ha endurecido los ataques contra su antiguo aliado en estos últimos meses, con calificativos e insultos como los que suele dedicar a dirigentes demócratas, y no duda en atribuirse los éxitos electorales de DeSantis en Florida. El gobernador, por su parte, intenta marcar distancias llevando su populismo a posiciones más a la derecha que las de Trump.
Ambos previsiblemente capturarán votos en el mismo segmento electoral. DeSantis, a quien se llegó a considerar el heredero natural del “trumpismo”, tiene a su favor las causas judiciales abiertas contra su rival, que lo hacen parecer más honesto a ojos de la opinión pública: un 41% de los ciudadanos piensan que lo es, frente al 29% que opina lo mismo de Trump, según una encuesta publicada en marzo por la Universidad de Quinnipiac.
Este mismo sondeo, sin embargo, refleja también que Trump sigue siendo el preferido de los votantes conservadores de línea dura. Entre los “muy” conservadores, un 61% se inclina por el expresidente, mientras que el gobernador recibe el respaldo del 30%.
Agenda conservadora
DeSantis, nacido en Jacksonville, Florida, hace más de 44 años, acumuló experiencia en la Marina y en la Fiscalía antes de concurrir en 2012 a las elecciones legislativas nacionales. Su victoria en uno de los bastiones más conservadores de Florida le abrió a principios de 2013 las puertas de la Cámara de Representantes, donde contribuyó a la creación del conocido Caucus de la Libertad, una agrupación de congresistas de ultraderecha.
En sus memorias, DeSantis describe como frustrante su paso por el Congreso, aunque en esta etapa ya dejó ver algunas de las que serían sus grandes líneas discursivas durante los años posteriores, incluidos los alegatos en favor de la reducción de la intervención del gobierno en prácticamente cualquier aspecto, desde la lucha contra el cambio climático hasta la recaudación de impuestos.
En 2016 se postuló para ocupar el escaño que dejaba vacante en el Senado Marco Rubio, que por aquel entonces quería aspirar a la Casa Blanca, pero la marcha atrás del legislador llevó a DeSantis a replantearse su futuro político. Su carrera lo terminaría llevando en 2018 a las elecciones a gobernador de Florida, su estado natal.
Lo hizo con el pleno apoyo de Trump, que desde la Casa Blanca tenía la capacidad de bendecir y prácticamente encumbrar hasta la victoria a quienes consideraba baluartes de la ideología republicana más conservadora. DeSantis presumió entonces del apoyo del magnate neoyorquino y hacía gala en campaña de su amistad con Trump, utilizando incluso a sus hijos para colar algunos de los mensajes más famosos del presidente.
Se impuso en las elecciones con solvencia -se acercó al 60% de los votos- y comenzó entonces un mandato marcado en su primera mitad por la pandemia de Covid-19. Su gestión en los primeros momentos de esta emergencia sanitaria, que implicó un confinamiento con el que discrepaban otras voces conservadoras, recibió un amplio reconocimiento.
Ya políticamente asentado, ha promovido medidas contra la inmigración y el aborto -Florida prohíbe la interrupción del embarazo a las seis semanas de gestación-, al tiempo que ha suavizado las restricciones para el uso de armas o ampliado la pena de muerte a nuevos supuestos, como para el caso de los violadores de niños.
Su visión conservadora en lo social se ha colado también en el terreno económico, como lo demuestra el reciente pulso librado con Disney tras las críticas de la compañía a una ley que limitaba la difusión de contenido LGTBI en las escuelas. DeSantis ha despojado a la firma, uno de los grandes símbolos culturales de Estados Unidos, del estatus especial concedido a la zona que alberga sus principales parques temáticos.
Según CNN, los expertos predicen que DeSantis intentará recuperar la narrativa posicionándose como la opción poco convencional para el partido. En ese sentido, la cadena de televisión señala que el gobernador se prepara para sacudir una vez más a sus rivales, la clase política y los medios de comunicación con un cronograma agresivo y un enfoque poco convencional de una campaña presidencial. El anuncio de su candidatura a través de Twitter Spaces sería parte de esa estrategia.
Mayor recaudación
Y la campaña de Trump claramente ve al gobernador de Florida como la amenaza más apremiante del expresidente, señala la BBC. No está claro exactamente cuánto dinero han recaudado los grupos independientes que apoyan a Trump, pero han estado en televisión atacando a DeSantis en estados clave durante meses.
El gobernador de Florida, sin embargo, tiene mucho dinero propio. A fines del mes pasado, tenía US$ 88 millones en un fondo, Amigos de Ron DeSantis, que se recaudó para su campaña de reelección en Florida y puede transferirse a su candidatura presidencial. Según los informes, también tiene alrededor de US$ 30 millones controlados por un comité independiente que sus aliados pueden usar para apoyar su campaña, detalla la cadena británica.
Incluso, The New York Times señala que un grupo político clave que apoya la candidatura presidencial de DeSantis, un súper PAC llamado Never Back Down (Nunca echarse para atrás), está preparando una campaña de divulgación tan grande que planea llamar a la puerta de cada posible votante de DeSantis al menos cuatro veces en New Hampshire, Nevada y Carolina del Sur, y cinco veces en la inauguración de las asambleas electorales de Iowa. A esta campaña se destinarían US$ 100 millones.
El grupo dijo que esperaba tener un presupuesto general de al menos US$ 200 millones, incluidos más de US$ 80 millones que se transferirán de una antigua cuenta política estatal de DeSantis, para la abrumadora tarea de hacer que el gobernador de Florida supere a Trump.
El exmandatario, por el contrario, informó una recaudación de fondos combinada de US$ 18,8 millones durante los primeros tres meses de 2023, con US$ 13 millones en su cuenta principal de campaña. Otros candidatos presidenciales republicanos tienen incluso menos efectivo disponible.
“Considerándolo todo, esto hace a DeSantis en un candidato formidable, al menos en el papel”, sostiene la BBC. Sin embargo, en medio del largo despliegue de su campaña, DeSantis no logró convencer a otros republicanos de su inevitabilidad, agrega CNN. El senador de Carolina del Sur, Tim Scott, anunció el lunes su propia campaña y el exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, ha señalado que también tiene la intención de participar. El exvicepresidente Mike Pence, el gobernador de New Hampshire, Chris Sununu, y el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, también están considerando ofertas, y los movimientos recientes del gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, han alimentado la especulación de que él también lo está.
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