Ruanda, el país africano que lidera el ranking de mayor representación femenina en Parlamentos del mundo

En una reñida votación, el jueves pasado la Comisión de Sistema Político de la Convención Constitucional aprobó en general la iniciativa de norma que crea un nuevo Congreso unicameral, plurinacional y paritario.

“Hoy dimos el primer paso para poner fin al Senado, a una institución que ha sido expresiva de una política de una democracia elitista y excluyente. Los pueblos están abriendo camino democratizando las instituciones políticas y abriendo la posibilidad histórica de que la estructura del poder sea una estructura más horizontal, paritaria y plurinacional, donde la representación territorial y popular sea protagonista”, festejó la convencional de Movimientos Sociales Constituyentes, Alondra Carrillo, impulsora de la iniciativa junto a Chile Digno, Pueblo Constituyente y el Frente Amplio.

La norma especifica que “el Congreso plurinacional será paritario, asegurando que al menos el 50% de su composición sean mujeres y que exista una representación efectiva de identidades trans y no binarias”.

En el mundo, cada país tiene su propia historia en el tema de paridad de género y uno de los países precursores en la materia fue Argentina, en donde la Ley 24.012 de 1991 estableció la obligación de postular en las listas de sus candidaturas a un 30% de mujeres. Sin embargo, a pesar de lo avanzado que fue en su momento esta ley, fue hasta finales de 2017 cuando la Cámara de Diputados aprobó una reforma para que este porcentaje aumentara al 50%.

Según los datos más recientes de la Unión Interparlamentaria, Ruanda es el país que posee el Congreso con mayor representación femenina, con un 61,3% del total. De los 80 escaños que componen su Cámara Baja, 49 son ocupados por mujeres. Sin embargo, la situación no se repita en su Cámara Alta, donde ostentan solo nueve de los 26 escaños (34,6%).

La Constitución ruandesa estipula que 24 de los 80 escaños que componen la Cámara Baja están reservados para mujeres, que además pueden conseguir escaños por la vía de las listas electorales de sus partidos en el voto directo.

En la década de 1990, las mujeres solo eran el 18% del Parlamento ruandés. La Constitución de 2003 del país africano estableció un cupo mínimo del 30% para ellas. “La cuota era necesaria, porque ¿por dónde se empieza cuando se tiene una representación muy baja?”, explicó en 2019 a SwissInfo Rose Rwabuhihi, la máxima responsable de género en Ruanda.

Después de Ruanda, según la Unión Interparlamentaria, los países con mayor porcentaje de mujeres en sus Congresos son Cuba (53,4%), Nicaragua (50,6%), México (50%). En el caso de esta última nación, esta cifra se refiere a su Cámara de Diputados, donde las mujeres ocupan 250 escaños de un total de 500. En el caso del Senado, la representación femenina desciende a 49,2%, lo que equivale a 63 curules de un total de 128.

En el lugar 11 aparece Bolivia, con 46,2% de escaños ocupados por mujeres en la Cámara de Diputados (60 de 130). En el Senado, la participación femenina es mayor: 20 de 36 escaños (55,6%). En el ranking de la Unión Interparlamentaria, Chile figura en el lugar 42 de un toral de 187. Mientras en la Cámara de Diputados la representación femenina llega a 35,5%, en el Senado se reduce a 24%.

A nivel global, la presencia femenina llega al 25,9% en todo tipo de parlamentos, siendo más alta en Cámaras Bajas (26%) que en los Senados (25,3%). Considerando todos los tipos de cámaras legislativas en el mundo, los hombres ocupan 33.862 escaños, mientras que las mujeres solo 11.928.

Al momento de hacer un desglose por regiones, Medio Oriente y África del Norte es la región que registra la participación femenina promedio más baja, con un 16,9%. La más alta, en cambio, corresponde a América, con un 33,5%, superando a Europa, que registra un 31,1% como promedio. En el caso de este último continente, el país con mayor representación femenina es Islandia, con un 47,6%.