Superior de los Jesuitas nombra a Gabriel Roblero como nuevo provincial de la Compañía de Jesús

Su nombre estaba listo hace al menos dos semanas, pero recién este viernes se hizo público el nombramiento por medio de un correo electrónico enviado a miembros de la congregación. Gabriel Roblero (45), miembro de la consulta de la Provincia y mano derecha del actual superior en Chile de los jesuitas, Cristián del Campo, asumirá como nuevo provincial de la Compañía de Jesús en Chile. El sacerdote también es maestro de novicios de la casa de formación que tienen los jesuitas en Valparaíso.

El nombramiento resultó sorpresivo para algunos, ya que Roblero no figuraba en las nóminas extraoficiales que circulaban en los últimos días al interior de la congregación, y donde destacaban las opciones de Francisco Jiménez, delegado del provincial para la prevención de abusos y coordinador del equipo de Vocaciones, y Pablo Castro, capellán del Colegio San Ignacio El Bosque.

A Roblero le tocará tomar el mando de la Compañía de Jesús en un momento complejo para la congregación, en medio del impacto por los casos de abusos sexuales, especialmente el caso del ex capellán del Hogar de Cristo, Renato Poblete Barth.

Los jesuitas iniciaron el proceso para elegir a su nuevo líder en febrero pasado, durante el encuentro de provincia en la comuna de Padre Hurtado. Allí discutieron sobre el perfil que debiese tener quien dirigirá la orden y los desafíos que deberá enfrentar. El provincial debe monitorear lo que ocurre con cerca de 140 jesuitas, además de pensar a largo plazo y planificar las obras de la Compañía.

"Se necesita un provincial que anime al cuerpo de la provincia, no solo a los jesuitas, a nuestras obras, a los laicos que colaboran con nosotros. Que colabore mucho con la Iglesia chilena, y que vaya en la línea del trabajo que hemos iniciado en el tema de prevención de abusos y reparación", señaló a La Tercera en abril pasado el Socio o secretario de la provincia Roberto Saldías.

Entre las etapas previas al nombramiento estuvo la visita del delegado para América Latina meridional, el brasileño Claudio Paul, quien se entrevistó con los miembros de la congregación. En marzo se comenzó un proceso de reflexión con las comunidades y en abril cada jesuita envió un sobre con posibles nombres. A partir de eso, Del Campo y sus asesores configuran una terna que se envía al Padre General, Arturo Sosa, quien la evalúa y toma una decisión al respecto. En total, es un proceso puede durar entre seis y ocho meses.