Tensión al interior de la FOJI: “Plan Karamanos” provoca división en el directorio de Orquestas Juveniles e Infantiles

El pasado martes 4 de octubre, Irina Karamanos dio inicio al plan para dejar su rol como coordinadora sociocultural de la Presidencia, a través de la aprobación para la modificación de estatutos de la Fundación Integra Chile -una de las seis que preside-, lo que le permitirá dejar de ejercer ese cargo y que históricamente ha ejercido la primera dama.

Pese a que el gobierno puntualizó que este cambio se refiere exclusivamente a quien nombra al presidente o presidenta del directorio y que “no existe ningún cambio asociado al estatuto laboral de las y los trabajadores de las fundaciones”, debido a que no hay un traspaso de la organización a la estructura orgánica del ministerio, la incertidumbre e incógnitas se han tomado el ambiente de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile (FOJI) durante las últimas semanas.

“No respetar la institucionalidad de la FOJI conlleva también vulnerar a toda su organización, proyectando inestabilidad a los sueños de niños y familias que ahora no tienen la certeza de que la FOJI seguirá siendo administrada de la misma forma que le ha permitido crecer y desarrollarse”, dijo Diego Matte, director del Centro de Extensión de la Universidad de Chile y tesorero del directorio en una carta publicada el domingo en El Mercurio.

Bajo el titular “Cambios en FOJI”, el abogado expuso distintos puntos en contra del reciente “traspaso de la fundación al Ministerio de las Culturas”, tales como modificaciones en materias de directorios citados “sin la debida legalidad, como incorporar un representante de la Unesco al directorio y la modificación de su misión, objetivos y valores”.

Estas opiniones han tensionado al directorio de la fundación compuesto por 12 miembros, quienes, por un lado, valoran la iniciativa de Karamanos pues así se comienza a cumplir una de las promesas de campaña de “abolir esta institución”, además de avanzar en la actualización de una de las fundaciones musicales más relevantes a lo largo de Chile. Mientras que, al contrario, parte de sus miembros ven la modificación como una “alerta” en términos de orgánica de la fundación y el futuro de las familias y jóvenes con quienes ellos trabajan.

Tal visión comparte Matte: “No soy partidario de esta medida porque el hecho de depender derechamente del Ministerio de Culturas va a ser a través de una persona que la ministra va a designar y esa persona también tendría que designar otros cargos del directorio de confianza (...). Por eso que es necesario cuidar la fundación, porque trabajamos con niños, jóvenes y familias. Es responsabilidad de esta institución protegerlos contra la contingencia y todas las posibilidades que haya de intervenirla con políticas de corto plazo”, sostuvo el abogado.

No obstante, en la vereda contraria, la musicóloga y también miembro del directorio de FOJI, Eileen Karmy -fue designada en representación del ministerio el pasado 4 de abril- debatió los argumentos de Matte y recalcó que “en ningún momento se está traspasando la fundación al Ministerio de Culturas. (...) FOJI seguirá siendo una fundación privada, lo que cambia con este nuevo plan es la designación de su directorio, el que sí estará en manos del ministerio”, aseveró.

Karmy explicó a La Tercera PM que distintos puntos que expone Matte en su carta “no son correctos”, puesto que al referirse al cambio en los estatutos del directorio, la académica comenta que “estos no se han efectuado, sino que solo han sido conversaciones que se han efectuado en reuniones directivas”. Asimismo, explicó que si bien se ha planteado cambiar la misión, objetivos y valores de la fundación “esto más que una modificación, como tal, es una actualización a lo que es nuestra sociedad hoy en día, en donde se busca hacer alusión a las niñas y a los jóvenes, entre otras medidas. Con eso no buscamos erradicar los valores de FOJI, sino actualizarlos al mundo de hoy”, aseveró.

Desde la cabecera del directorio, Miguel Farías, explicó que tales cambios en el directorio “no influye en el funcionamiento ni la estructura de FOJI” y que la nueva relación con el ministerio “permitirá estrechar lazos con la institucionalidad para poder pensar en proyectos a largo plazo, vinculados a programas sólidos y políticas culturales. De esta forma, el alcance de nuestra institución, la cual continuará siendo una fundación privada, se extenderá más profundamente en cada región del país. Esto se vincula directamente con una de las misiones que me propuse como director ejecutivo: transversalizar nuestro quehacer y mejorar los estándares de nuestras orquestas de Arica a Magallanes”.

Por último, la musicóloga se refirió a la “desprotección” en torno a las familias, jóvenes y miembros con quienes trabaja FOJI, recalcando que este plan “busca ser todo lo contrario a eso”. “No veo sustento en la opinión de mi colega. ¿Cuáles serían las razones para que los niños no tengan protección? Hay que entender que la fundación es colaboradora del Ministerio de las Cultura, no es dependiente económicamente de este (...). El Mincap acoge a la fundación en un momento crucial para la promoción artística, para la democracia cultural y la descentralización. Es un vínculo importante entre ambas instituciones”, comentó.

Si bien existen visiones desiguales dentro de la fundación, sus miembros comentan que “hay ánimos de conversar y llegar a un consenso común”. Para eso, FOJI actualmente cuenta con una “mesa de trabajo” interna que tiene por objetivo informar a todos sus miembros por igual, además de actualizar en torno a cambios o modificaciones que se tengan de los estatutos o funcionamiento para que haya conocimiento de forma transversal dentro de la organización.