Tensiones con la DC y entre el PPD-PS: ¿Tiene futuro la Unidad Constituyente?

Unidad Constituyente
Unidad Constituyente celebró anoche en el centro de Santiago. Foto: Patricio Fuentes

El quiebre de la relación entre algunos de sus timoneles, el enredo entre el PS y el PPD por un candidato único y la posibilidad de que la DC termine aislada en la primaria legal del 18 de julio son algunos de los factores que marcan el crítico momento que vive el pacto opositor. Si es que la coordinación tiene algún futuro, hay visiones divididas en la centroizquierda.


“Esa cosa creo que ya no existe o no funciona al menos”. Esa es la frase con que uno de los dirigentes de la Unidad Constituyente retrata la compleja situación que atraviesa el bloque que reúne a la DC, el PS, el PPD, el PR, el PRO y Ciudadanos.

La coordinación que nació forzosamente tras las fallidas negociaciones opositoras para una lista unitaria municipal y de gobernadores regionales (30 de septiembre) no ha logrado consolidarse como una fuerza política que se proyecte en el futuro, como algunos intentaron tras su surgimiento, y hoy vive uno de sus momentos más críticos debido a todas las diferencias y tensiones que se han producido en torno a las primarias presidenciales. Hoy sus dirigentes principalmente mantienen conversaciones bilaterales e informales para temas específicos.

Lejos quedaron los esfuerzos por fortalecer el bloque que se dieron en el marco del plebiscito. Para esa ocasión, los timoneles y secretarios generales hicieron una gran puesta en escena para recibir el triunfo del Apruebo en conjunto -que incluyó compra de merchandising- y semanas antes habían firmado una carta en conmemoración por el aniversario del estallido social del 18 de octubre. Sin embargo, hoy en los partidos reconocen que la coordinación está “inactiva”, al menos a nivel de timoneles, y que no funciona como se había previsto. “En los hechos es sólo un pacto electoral para las gobernaciones regionales y convencionales”, dice un dirigente.

Las confianzas se quebraron tempranamente. Algunos admiten que no ha habido conversaciones “sinceras” desde la fecha de inscripción de listas a principios de enero. Y si bien luego coordinaron distintas acciones a través de reuniones por Zoom -como, por ejemplo, la última reunión que sostuvieron fue para abordar el tema de la postergación de las elecciones-, la luna de miel del incipiente bloque no duraría mucho tiempo.

“Unidad Constituyente nació como pacto electoral y aún no ha madurado hacia una posible coalición política y de gobierno, porque no todos los actores de este espacio parecen tener claramente definida una voluntad de avanzar en esa dirección. Ideas como la de primarias legales sin la DC, que promueven sectores del PPD, son un ejemplo de aquello. Habrá que esperar que cada partido madure bien su política de alianzas”, sostiene el timonel del PR, Carlos Maldonado. Y agrega: “Como PR, valoramos este espacio político, pero tratamos de ir más allá, buscando la mayor unidad posible de la oposición”.

Un momento de inflexión y que tiene consecuencias hasta hoy fue el quiebre entre la directiva del PS, liderada por Álvaro Elizalde, y la DC durante la negociación por los comicios municipales. El senador con Fuad Chahin tienen “congeladas” sus relaciones luego de que en el marco de las tratativas el PS insistiera en llevar como candidata a su vicepresidenta Karina Delfino al municipio de Quinta Normal, liderado actualmente por la democratacristiana Gloria Fernández, aduciendo acusaciones de corrupción en la comuna. Asimismo, ambas colectividades se enfrentaron por el municipio de Ñuñoa. Esos hechos terminaron por dividir a la Unidad Constituyente, que inscribió dos listas diferentes para esos comicios.

Y, además, terminó con graves acusaciones cruzadas entre Elizalde y Chahin. De hecho, el timonel PS aseguró que en comunas donde la DC había perdido las primarias del sector terminó igual inscribiendo candidatos y, fue más allá, al acusar a ese partido de entregar certificados de independencia falsos a competidores para que se inscribieran fuera de pacto.

Sin embargo, los conflictos sin resolver no solo recaen entre el PS y la DC. La colectividad liderada por Elizalde y el PPD también han protagonizado un enredo que ha tensionado a todos los partidos del bloque. Ambas colectividades no han podido encontrar una fórmula para alcanzar una candidatura presidencial común como habían acordado inicialmente.

A eso se suma que el PPD se esté inclinando a una tercera vía: impulsar una primaria legal solo con las fuerzas progresistas para fortalecer el eje del socialismo democrático, lo que en la práctica implica aislar a la Democracia Cristiana de esos comicios. Sobre esto, la DC ha dicho que ese camino sería una “irresponsabilidad” y que implicaría el fin del bloque. “Mientras el tema de las primarias no se resuelva bien, no va a haber una normalización de las relaciones”, dice, a su vez, un secretario general del conglomerado.

Ese tema también ha puesto en jaque a las colectividades en general. Mientras algunos han apostado por incluir a toda la centroizquierda -desde el PC a la DC- en esos comicios, otros se resisten a mirar más allá del bloque.

Otro episodio que tensionó recientemente a la Unidad Constituyente fue la convocatoria ampliada que hizo el presidente y abanderado presidencial del Partido Radical, Carlos Maldonado, a todas las cartas a La Moneda de la oposición, incluyendo a Pamela Jiles y Daniel Jadue. El hecho generó incomodidad en sectores de la DC, el PPD y el PS, donde acusaron que la actividad se había organizado de forma inconsulta. La mayor molestia se dio al interior de Ciudadanos, partido que mediante un comunicado público manifestó que se restaría del encuentro por incluir a liderazgos que consideraban “populistas”.

Y si bien los secretarios generales del bloque mantienen reuniones más periódicas, incluso entre quienes han puesto todos sus esfuerzos en que Unidad Constituyente sea una alternativa de gobierno y no se resignan a su consolidación, como la DC y Ciudadanos, reconocen que el bloque requiere mayor coordinación y voluntad política de sus miembros.

“Considero que tenemos una deuda pendiente de fortalecer Unidad Constituyente. Es un gran espacio político y debemos coordinarnos mejor para realmente ser una alternativa atractiva de un cambio profundo y estable que permita avanzar en un país más democrático y más justo, pero también ofrecer gobernabilidad a nuestro país”, sostiene Chahin.

Con más optimismo, la timonel de Ciudadanos, María Ignacia Gómez, asegura que “ha habido un periodo de menor frecuencia en las reuniones probablemente producto de la pandemia y la contingencia (...). Sin embargo, desde Ciudadanos queremos apostar a fortalecer la Unidad Constituyente y eventualmente otras fuerzas que puedan sumarse”.

En la misma línea, el secretario general del PS, Andrés Santander, manifiesta que “yo no hablaría de quiebres, hemos, por cierto, tenido diferencias propias de la acción política, pero en mi opinión lograremos, en el marco de lo que hoy es la lista del Apruebo, proyectar una alternativa viable, el país lo requiere y es parte de nuestra responsabilidad con Chile frente al peor gobierno de las últimas décadas”.

Los resultados de las elecciones de gobernadores y de constituyentes va a ser una “prueba” y podría ser determinante para el futuro. Si los partidos de la coalición logran ser el pacto con “más población gobernada” y la lista de convencionales más votada de la oposición, aseguran en el sector, la subsistencia de Unidad Constituyente tiene mejor proyección.

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