¿Qué tienen que ver Allende y Maduro? Socialistas históricos rechazan "aprovechamiento" y "abuso"

"Es un abuso"; "me produce indignación", "es un aprovechamiento" han sido algunas de las reacciones de socialistas chilenos históricos, algunos de los cuales conocieron a Salvador Allende, ante las alusiones de Nicolás Maduro a su figura y el ánimo de partidarios suyos en Chile de compararlo con el fallecido mandatario. Una tesis que ha sido replicada y rebatida en redes sociales, pero también compartida por hombres de la izquierda nacional.

"Chile… la hermosa Chile de la Unidad Popular, del gran Salvador Allende, presidente mártir de los pueblos de América" dijo Maduro en su discurso del miércoles -en su primera reacción a la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente encargado. Eso, más el ingrediente Washington en la trama que ha dejado aislado al gobierno venezolano, y otros factores, dispararon analogías tanto en entrevistas como en redes sociales.

Las comparaciones aludieron tanto a ambas figuras como al cuadro general. Comunistas chilenos como el abogado y ex embajador Eduardo Contreras, afirmaron que "la misma receta del 73 en Chile la intentan aplicar hoy día en Venezuela". En Twitter hubo usuarios que rechazaron la analogía llamando a los adherentes de Maduro que "no proyecten" o que "no le faltaran el respeto" a Allende.

Fue mucho para ex ministros de la Unidad Popular, como Sergio Bitar. "No podemos callar y aceptar que Maduro pretenda guarecerse en la imagen del Presidente Allende, desprestigiándolo y distorsionando la realidad. Allende es un símbolo de integridad moral, de compromiso social y de vocación democrática incuestionable. La experiencia de Maduro, en cambio, ha traído persecución política, miseria, crisis humanitaria, hambre", escribió en una columna en El Mostrador. O como para Pedro Felipe Ramírez -el último embajador que tuvo Santiago en Caracas-, quien calificó a Maduro como "un dictador inmisericorde con el pueblo venezolano".

Para los socialistas consultados por La Tercera PM, sencillamente no ha lugar.

"Son incomparables", enfatiza el diputado Marcelo Schilling, hombre del aparato de seguridad allendista del GAP durante la Unidad Popular. "Allende se propuso construir una sociedad más justa, respetando la Constitución, las leyes y la democracia. Nunca reemplazó al Congreso por una Asamblea Constituyente ni desconoció las normas vigentes", sigue.

"En Francia hay ciudades que llevan calles y plazas con el nombre de Allende; no estoy seguro de cuántas llevarán el nombre de Maduro", remata. Schilling sincera que cuando comenzó a escuchar esta comparación sintió que era "un abuso completo de la historia", y que "es un recurso más en la desesperación por buscar simpatías".

Los maduristas "tratan de comparar la pulsión heroica en el día final de Allende con la épica eventual de una confrontación promovida por fuerzas externas, si fuera el caso", acota el ex ministro Ricardo Solari. Pero cree que "ambas figuras son incomparables en su trayectoria, en sus convicciones. Allende aceptó tres derrotas electorales y se ajustó a la formalidad democrática".

Pero no cree que sea un abuso. "¡Por favor! Es parte del libre juego, pero sí es un intento de aprovechar esta imagen, es un intento de apropiación. Pero no significa que le pueda a sumar algo a Maduro que la realidad no le da", precisa. Además, recuerda que "esto no es nada nuevo, Chávez intentó hacerlo desde el día uno".

Tampoco le gusta el paralelo al ex senador y ex ministro José Antonio Viera-Gallo, quien recuerda otras pretensiones similares durante la Guerra Fría: "Algunos dirigentes del Partido Comunista ya lo hicieron una vez con el movimiento Solidarność en Polonia, donde comparaban a Wojciech Jaruzelski (el gobernante polaco a comienzos de los ochenta) con el general Carlos Prats, y al movimiento dirigido por Lech Wałęsa con el paro de los camioneros de 1972 en Chile contra Allende. Es decir, cosas completamente absurdas".

¿Que por qué lo hacen? "Comparar estas cosas tiene una utilidad política para justificar una posición. Pero hay una enorme diferencia: quien ha dado el golpe de Estado es Maduro. Allende nunca dio uno sino que respetó toda la institucionalidad. El movimiento chavista es populista, mientras que la Unidad Popular tenía un proyecto político. Es fuera de lugar comparar a Maduro con Allende", sentencia el también ex embajador.

"Es para justificar lo injustificable. Maduro ha violado la constitución dictada en la época de Chávez", remata.

Su ex compañero de bancada en el Senado, Jaime Gazmuri, también cree que Maduro intenta aprovechar el "respeto universal que tiene Allende por su consecuencia y quedarse combatiendo en La Moneda hasta el final. Tratar de asimilarse a una figura así es un tentación para cualquier presidente que esté en apuros". Como los demás, repara en que "la distancia entre ambos es abismal, Maduro ha tenido una tendencia autoritaria creciente", y que "la comparación no resiste ningún análisis".

¿Es un abuso? "Es un despropósito, un gesto desesperado de Maduro, un presidente que está muy acorralado y no tiene ninguna de las condiciones intelectuales ni humanas que tenía el presidente Allende", precisa. ¿Es peor que esa tesis la repitan izquierdistas chilenos? "Cada uno es dueño de sus opiniones, pero no me identifico para nada ni con el proyecto político de Maduro, ni con su actitud como gobernante".

Mucho más molesto dice estar Ricardo Núñez Muñoz, también ex senador. "Me indigna, me indigna escuchar a connotados dirigentes de la llamada izquierda chilena haciendo una comparación absolutamente inaceptable y ajena a las realidades que marcaron la vía chilena al socialismo con lo que representa el chavismo militarista, asociado a un sector de la burguesía venezolana".

¿Por qué lo hacen? "Por el fanatismo y la incapacidad de una reflexión más de fondo. Es lo que, lamentablemente, está caracterizando a una parte importante de la izquierda chilena", recalca. Es más, ante los paralelos que también han esbozado algunos a raíz de la intervención estadounidense, Núñez sentencia:

"Codelco Chile, cuando fue nacionalizado por la Unidad Popular, nunca mantuvo oficinas en Estados Unidos. PDV tiene más trescientas estaciones de servicio, no solamente del Estado de Venezuela, sino de connotados empresarios petroleroes norteamericanos".