Un hallazgo clave en misteriosa desaparición en el Vaticano
El hallazgo de huesos durante unos trabajos en la nunciatura vaticana en Roma, revivió el caso de Emanuella Orlandi, una adolescente de 15 años cuya desaparición en 1983 generó una serie de hipótesis que vinculan a altos cargos vaticanos y la mafia romana.
"¿Le puedo pedir un favor?", preguntó el taxista. "Sí, claro, ¿qué favor?". "Si puede hablar con el Papa, pregúntele, por favor, por qué no dice la verdad sobre el caso de Emanuella Orlandi".
El diálogo se produjo la madrugada del 15 de enero pasado en el aeropuerto Fiumicino de Roma. Tras saber que su pasajero viajaría en el avión que traería al Papa Francisco a Chile y Perú, el taxista romano no perdió la oportunidad para ayudar a aclarar uno de los mayores misterios de las últimas décadas en Italia: ¿qué pasó con esa adolescente de 15 años, hija de una empleado vaticano, que el 22 de junio de 1983 desapareció sin dejar rastro cuando se dirigía a sus clases de música en el centro de Roma?
Sobre el hecho han proliferado un sinnúmero de hipótesis. Algunos apuntan a cómplices de Alí Agca, que raptaron a la joven para lograr la liberación del autor del atentado al Papa Juan Pablo II. Otros relacionan lo sucedido con la quiebra fraudulenta del Banco Ambrosiano y sus vínculos con el Vaticano, y algunos no descartan que detrás de la desaparición estuvo la ya legendaria Banda de la Magliana, la principal organización criminal romana de los 70 y 80. Sin embargo, hasta ahora, 35 años después de su desaparición el destino y los responsables de lo sucedido siguen siendo un misterio.
Todo podría cambiar tras el anuncio hecho el lunes en la tarde por el Vaticano. En medio de unos trabajos de reparación de un inmueble anexo a la nunciatura vaticana en Roma "fueron hallados algunos fragmentos de huesos humanos", señaló el vocero vaticano Greg Burke. El hecho fue informado de inmediato y las autoridades romanas enviaron al lugar a la policía científica para determinar el origen y antigüedad de los restos óseos. "Será importante establecer primero el sexo, la antigüedad y el periodo en que fueron enterrado antes de llegar a cualquier conclusión", dijo Burke. Sin embargo, eso no fue impedimento para que de inmediato el caso Orlandi volviera a resurgir.
La Fiscalía romana abrió una investigación por el eventual delito de homicidio y ordenó una serie de análisis, mientras que la abogada de la familia Orlandi pidió más informaciones al Vaticano sobre el hallazgo y pidió aclarar por qué algunos medios lo han vinculado con el caso de Emanuella. Hasta ahora, sin embargo, ninguna información oficial apunta a que puedan ser los restos de la joven, aunque la policía italiana cuenta con el ADN de la adolescente y por protocolo está verificando si los restos corresponden a los de Orlandi. Según el diario italiano La Repubblica, los huesos podrían incluso pertenecer a dos personas.
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Entrada a la nunciatura de la Santa Sede en Roma. EFE/ Fabio Frustaci[/caption]
El caso de Emanuella Orlandi ha inspirado más de una veintena de libros e incluso una película La verità stà in cielo (La verdad está en el cielo) del director Roberto Faenza. Todos esos trabajos especulan sobre las distintas hipótesis que rodean el caso y que surgieron a partir de los confusos sucesos posteriores. El 3 de julio de 1983 el Papa Juan Pablo II hizo un llamado a los eventuales secuestradores para que liberaran a la joven. Dos días después, la sala Stampa del Vaticano recibió una llamada de un hombre con acento anglosajón que aseguraba tener en su poder a Orlandi y pedía que el autor del atentado al Papa fuera liberado en un plazo de 15 días. El supuesto secuestrador recibió el apodo de "El Americano".
Horas más tarde de esa llamada, otro hombre telefoneó a la casa de los Orlandi y les hizo escuchar una cinta supuestamente con la voz de la joven. Y a mediados de julio de 1983 otro hombre con acento de Medio Oriente llamó asegurando que tenía a la adolescente en su poder y pedía la liberación de Agca. El propio Agca, sin embargo, entregó luego informaciones confusas que ahondaron el misterio.
La policía italiana, sin embargo, dudó siempre sobre la veracidad de las supuestas llamadas y siguió otras líneas de investigación que incluso consideraron que la joven podía haber muerto en una fiesta con un fuerte contenido sexual en la que habrían participado miembros del clero, por lo que la prensa especuló sobre la responsabilidad de altos cargos vaticanos en el hecho. Incluso, cuando se hizo el identikit de El Americano, el rostro que apareció era asombrosamente parecido al del monseñor Paul Marcinkus, el polémico arzobispo estadounidense que dirigió el Instituto para las Obras de la Religión (IOR), la llamada banca vaticana, en medio del escándalo del banco Ambrosiano.
Tras el hallazgo de los huesos en la nunciatura romana, parte de ese misterio podría comenzar a desvelarse.
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Foto AP[/caption]
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