Vetan a senadores Kast y Chahuán: oposición notifica a Chile Vamos que no cumplirá acuerdo en Comisión de DD.HH.
Con pintura de guerra están en la Comisión de Derechos Humanos luego de que la oposición vetara la posibilidad de que Felipe Kast primero, y Francisco Chahuán ahora, asumieran la titularidad de este grupo, que este año le correspondía a la UDI según el compromiso administrativo de 2018. La polémica escaló hasta la reunión de comités y Provoste trató de interceder sin muchos resultados.
Hace dos semanas que la Comisión de Derechos Humanos (DD.HH.) está sin cabeza, porque sus cinco integrantes están fuertemente distanciados y la oposición decidió no cumplir con el acuerdo administrativo de 2018 que dejaba la presidencia de esta instancia en manos del oficialismo, específicamente de la UDI, que -a su vez- apostaba por entregar el cargo al senador Evópoli Felipe Kast.
Se ha intentado de todo para llegar a un escenario que no implique una votación dividida (3 oposición, 2 oficialismo), colocando diferentes alternativas sobre la mesa: trueques de presidencias, cambios de nombres, e incluso se escaló hasta la reunión de comités, donde la UDI planteó su preocupación por el incumplimiento. Bueno, todo se despejaría hoy a las 15.30 horas, cuando se reúna nuevamente la comisión y vote por su nuevo presidente, cargo para el cual Alejandro Navarro corría con ventaja.
Los hechos
Según el acuerdo administrativo, este año correspondía el cambio de presidencia de Derechos Humanos que en 2020 ostentó Ignacio Latorre (FA). Pero la posibilidad de que Kast tomara el mando abrió un vendaval de reclamos de parte de las organizaciones de defensa de los derechos humanos, tanto en redes sociales como en conversaciones privadas.
“Numerosas organizaciones han llamado a la oposición y han hecho llegar su parecer. Ya cuando estuvo Jacqueline van Rysselberghe esto se convirtió en un escándalo, y la mayoría de las organizaciones nos han dicho que es una responsabilidad política y ética de la oposición el evitar que la derecha presida esa comisión”, indica el senador Navarro. Entre esas entidades se encuentran Londres 38 y la Comisión Chilena de DD.HH. “Es una contradicción que esta comisión sea presidida por alguien de la derecha que, en materia de DD.HH. sigue teniendo concepciones heredadas de los regímenes como el que gobernó Chile durante la dictadura”, señalaba Gloria Elgueta, integrante de Londres 38, en redes sociales.
Frente a la presión de las organizaciones, la oposición conversó y comunicó al senador Juan Antonio Coloma, jefe de comité UDI, que no votarían por Kast, ni tampoco por Iván Moreira, que era el segundo integrante de Chile Vamos en esa instancia. “Nunca había habido veto en esa comisión. Aún así, como le correspondía la presidencia a la UDI, y en virtud de no generar impasses con la oposición, le cedí la comisión para que la presidiera el senador Francisco Chahuán”, remarca Moreira.
El trueque de Provoste
En paralelo, el tema ya se había abordado en la reunión de los comités de todos los partidos, y la UDI le planteó a la mesa su inquietud por el incumplimiento de los acuerdos. La titular del Senado, Yasna Provoste (DC), buscó mediar ofreciendo su puesto en la presidencia de la Comisión de Minería que le correspondería este año.
Así, DD.HH. quedaba para la oposición, las comisiones se adaptaban a una nueva realidad y no se rompían los acuerdos, salvando la polémica, pero Chile Vamos no quedó conforme e insistió en su opción. “Aunque quieren entregar Minería, hasta hoy no es nuestra intención hacer un cambio de esa naturaleza”, acota Moreira.
Así, el lunes 29 de marzo, cuando se debía votar al nuevo presidente de DD.HH., con el senador Chahuán ya sentado en esa mesa, la oposición volvió a decir que no estaba disponible y pidieron tiempo para seguir conversando. “Como señal de unidad de gobernabilidad, la UDI ha decidido dar un paso al costado y me pidió reemplazar al senador Moreira para presidir esta comisión. Ninguno de nosotros tiene superioridad moral sobre otro en derechos humanos, y habiendo un acuerdo y una conversación con el senador Navarro corresponde pedir su cumplimiento. Me gustaría tener una designación unánime”, señalaba el parlamentario por la V Región en la ocasión.
La estrategia de la UDI apostaba a que como el parlamentario ha sido un defensor activo de los derechos humanos de la comunidad palestina e incluso ha estado en la Franja de Gaza, la oposición no pudiera cuestionarlo. Pero Navarro remarca que aquí no se trata de personas, sino que de bloques: “Los acuerdos políticos se hacen y deshacen de la misma manera. Este es un problema político, ya que el Senado es el único espacio que tiene la oposición para hacer frente al gobierno del Presidente Piñera”.
Kast lamentó la determinación. “Me parece lamentable que se quiera cuestionar la disposición moral y ética de alguien. Ustedes preguntan ´qué les digo a las organizaciones´, bueno, que Moreira hizo un gesto, y que todos sabemos de la estatura moral de Chahuán en esta materia”.
No hubo argumento que pesara y la expresidenta del Senado, integrante de este grupo, Adriana Muñoz (PPD), pidió más tiempo: “No hay acuerdo político en la comisión para nombrar. Tenemos que darnos un tiempo para conversar fuera de pantalla”.
“Tenemos una contradicción vital con la derecha y el cambio de nombre no fue suficiente, y el senador Chahuán fue notificado por Latorre y por todos de manera individual cada vez que se consultó”, indica el senador Navarro, que hasta ahora corría con ventaja para asumir esa presidencia.
Cabe recordar que el legislador ya ejerció ese cargo en 2019-marzo 2020, cuando organizó el polémico foro de derechos humanos en Santiago en la sede del Congreso y llegaron los conocidos “primera línea” que protagonizaban las protestas en la llamada Plaza de la Dignidad, siendo aplaudidos de pie por la concurrencia.
Para la derecha ese hecho y la cercanía de Navarro con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela tampoco lo habilitan para ejercer la presidencia. Sin contar que, además, presentó y mantiene, junto a Mauricio Daza, una querella contra el Presidente Piñera por delitos de lesa humanidad.
“La verdad es que esto que ha sucedido es la pataleta del senador Navarro y de algunos de izquierda para usar la presidencia de esta comisión para atacar y perseguir al gobierno, porque siempre durante todo este período cada vez que a la derecha le toca presidir jamás había habido un reparo”, sentencia Moreira.
Navarro piensa otra cosa: “En nuestra opinión, no hay condiciones para que la derecha asuma la presidencia dado el contexto de responsabilidad del gobierno en la violación de derechos humanos tras el 18-O. Uno de los ejes de mayor crítica de la oposición al gobierno es la violación sistemática de los DD.HH., lo que inviabiliza que alguien que representa a este gobierno pueda presidir esta comisión, no da las garantías de poder representar a las víctimas de dichas violaciones”.
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