Allan Lichtman, historiador: “Deshacerse de Biden es quizás una de las peores ideas que han surgido de los demócratas”

El candidato demócrata a la presidencia de EE.UU., Joe Biden, sale del escenario con la primera dama, Jill Biden, al término del debate presidencial con Donald Trump, el 27 de junio de 2024. Foto: REUTERS.

El historiador y académico de la American University en Washington, D.C. dice a La Tercera que gran parte de la sensación de que Joe Biden perdió el debate se debe a los medios y a las más de 30 mentiras dichas por Donald Trump. A pesar de que voces al interior del Partido Demócrata demostraron preocupación por la elección de noviembre, Lichtman asegura que sería un error bajar de carrera al actual mandatario.


Normalmente, analistas y politólogos basan sus predicciones en encuestas, entrevistas o análisis propios. El historiador Allan Lichtman, en cambio, utiliza un método que él llama “Las llaves de la Casa Blanca”. En entrevista con La Tercera, el académico de la American University en Washington, D.C., señaló que sería un grave error sacar de la campaña y cambiar al actual Presidente, Joe Biden, por otro nombre, pues destruiría las chances del Partido Demócrata según su modelo, el que viene prediciendo a los vencedores presidenciales desde 1984.

Crítico de la labor de los medios tanto en el debate como en general cuando del exmandatario Donald Trump se refiere, el historiador estadounidense plantea que se necesitan 13 claves para asegurar su victoria. Destacan el concurso, o que no haya competencia seria por la nominación del partido en el poder; la titularidad, que el candidato del partido en el poder sea el presidente en ejercicio; la presencia de disturbios sociales; o el carisma del candidato. Si se modifica la carta demócrata ahora, cree Lichtman, los demócratas corren el serio riesgo de perder varias de sus 13 claves.

De momento, el mandatario rechazó la posibilidad de abandonar la carrera, como señaló ayer tras el debate del jueves.

¿Qué le pareció la presentación del Presidente Biden en el debate?

Te voy a dar una cita. He aquí algunas reacciones de los periódicos: “Demócratas en pánico de campaña y caída libre”. No, esos no son titulares de este debate. Son encabezados de 2012 durante el primer debate de Barack Obama contra Mitt Romney, cuando perdió incluso por un margen mucho mayor que Joe Biden, 72% a 20%. Y Obama ganó 332 votos del colegio electoral frente a 206 de Mitt Romney. Así que exageramos enormemente los debates, en particular un solo encuentro. No hay ninguna relación predictiva entre los debates y el resultado de las elecciones. Hillary Clinton ganó todos los debates en 2016 y aun así perdió. Dicho esto, me decepcionó mucho, obviamente, la actuación de Biden. Creo que los medios de comunicación lo han exagerado, pero no estuvo todo lo agudo que podría haber estado respondiendo a los ataques de Trump. Mi conclusión final es algo que llevo años diciendo. Los republicanos no tienen principios. Los demócratas no tienen agallas. Los republicanos se están uniendo detrás de un tipo que escupió al menos 30 mentiras, 30 mentiras en una hora y media. Eso es toda una vida de mentiras, incluyendo algunas enormes, como decir: “Nancy Pelosi rechazó mi petición de 10.000 Guardias Nacionales el 6 de enero (fecha del asalto al Capitolio)”. No hubo tal petición, y Nancy Pelosi tiene cero responsabilidad en la defensa del Capitolio; o repitiendo la gran mentira de que realmente ganó las elecciones; o, ya sabes, diciendo que los precios han subido cuatro veces. Sí, han subido, pero más bien un 30%, no cuatro veces.

El candidato demócrata a la presidencia de EE.UU. Joe Biden y el candidato republicano a la presidencia y expresidente de EE.UU. Donald Trump se miran de reojo durante su debate en Atlanta, el 27 de junio de 2024. Foto: REUTERS.

¿Cuál es su percepción de la cobertura mediática del debate?

Estoy muy decepcionado, pues caen continuamente en la trampa de Trump. En lugar de ocuparse de las mentiras del expresidente, están más preocupados por las pausas de Biden, sus expresiones faciales, su evidente falta de agudeza. Sí, eso no es irrelevante, pero tampoco fue lo más grave del debate. Una de mis citas favoritas es: “No son solo los malvados los que causan estragos en el mundo, sino también los buenos que no hacen lo suficiente para detenerlos”. Y los medios de comunicación caen una y otra vez en la ratonera de Donald Trump. Lo que cuenta es gobernar, no hacer campaña, como demuestran mis 13 claves para la Casa Blanca. Así que los demócratas sin carácter tienen que dejar de entrar en pánico y unirse en torno a su presidente. La intención de deshacerse de Biden es quizás una de las peores ideas que han surgido de los demócratas. Si te deshaces de Biden, según mi sistema, pierdes la llave de la titularidad y pierdes la llave de la competencia del partido, porque no hay heredero aparente. Biden marca ambas claves. En última instancia, se necesitarían seis de mis 13 claves para predecir la derrota demócrata. Con Biden postulándose seis más tendrían que caer, mientras que con Biden siendo reemplazado, solo se necesitarían cuatro.

Desde el exterior, lo que se vio durante el debate fue a un expresidente mintiendo y a un mandatario dubitativo. ¿Qué imagen entrega esto al resto del mundo?

Por desgracia, una pequeña parte del mundo vio el debate. Así que dependen de la versión de los medios de comunicación sobre el desarrollo del debate, que he expresado, es totalmente engañosa. Los titulares podrían haber sido: “Trump intenta mentir en su camino a la presidencia”. En mi opinión, eso es mucho más importante que la imagen que dio Biden en el debate. Fíjate en lo horribles que fueron los moderadores de la CNN. Bien podrían haber tenido una grabación que se limitara a preguntar a los candidatos...

Había una regla aceptada por ambos equipos de campaña que no permitía la intervención directa de los moderadores respecto a fake news.

Podrían haberlo hecho, pero no lo hicieron. Eran cipayos, maceteros. Podrían haberle dicho a Trump: “Esa no es mi pregunta. Te he hecho una pregunta sobre el cambio climático y estás hablando de migrantes”. No hay nada en las normas que se lo impida. Además, ¿quién establece las normas? ¿Dios? Son los medios de comunicación quienes las establecen.

Donald Trump asiste al primer debate presidencial organizado por la CNN en Atlanta, el 27 de junio de 2024. Foto: REUTERS.

Una máxima es que los debates no hacen cambiar de opinión, sino que refuerzan posiciones preconcebidas. ¿Por qué en la previa existía un aura de que sería un evento trascendental para la carrera presidencial?

Es en gran medida una creación de los medios de comunicación. Los debates no tienen valor predictivo en la elección final, pero los medios hacen creer que sí lo tienen. Hillary Clinton debería haber ganado en 2016. No lo hizo. John Kerry, que superó a George W. Bush, debería haber ganado en 2004. Según los medios, la desastrosa actuación de Barack Obama en el primer debate debería haberle hundido, y muchos expertos predijeron que iba a perder. Y así, todo este pensamiento de los expertos, tómenlo y hagan con él lo que el gran filósofo británico David Hume dijo que debían hacer con las obras de superstición: Envíalas a las llamas. Si quieres, sigue las 13 claves de la Casa Blanca, que, a diferencia de toda la opinión pública, ha estado en lo cierto durante 40 años y se basa en cómo funcionan realmente las elecciones presidenciales, no en comentarios que surgen de la imaginación. Así que creo que los grandes perdedores en esto han sido los demócratas sin carácter y los medios de comunicación engañosos.

Solo el expresidente Ronald Reagan estuvo en el cargo a una edad similar a la actual de Biden y Trump. ¿Se cuestionó su edad?

La edad es un número. Biden y Trump eran un poco mayores que Reagan, pero no tanto. Reagan tenía unos 73 años, y la edad se consideraba de forma muy diferente en los años 80 de lo que se considera hoy. Y Reagan ganó uno de los mayores batacazos en la historia del país, venciendo en 49 estados y con casi el 60% del voto popular. Así que, de nuevo, aparece todo este tipo de comentarios sin tener en cuenta una base científica de cómo funcionan las elecciones o el conocimiento de la historia. Si sustituyes a Biden, no solo pierdes dos de mis 13 llaves, sino que creas un escaño abierto y una contienda. Y en 125 años, en esas circunstancias, ningún partido de la Casa Blanca ha sido reelegido jamás.

Varias personas observan el primer debate presidencial entre Biden y Trump desde una taberna en San Diego, California, el 27 de junio de 2024. Foto: REUTERS.

Este debate tuvo muchos hechos inéditos, como tener candidatos aún no nominados por sus respectivos partidos, ambos de edad avanzada y con uno de ellos procesado por delitos graves. ¿Será recordado como un hito en la historia de las campañas presidenciales?

Creo que se olvidará como el primer debate entre Obama y Romney, cuyo comentario típico en los medios de comunicación era que iba a hundir la campaña de Obama. Y muchos demócratas hicieron sonar la campana, y había un montón de eventos importantes aún por venir: el 11 de julio, la sentencia de Donald Trump por sus crímenes, 34 condenas por delitos graves en Nueva York, tal vez otros juicios próximos. Queda por ver si se celebrarán otros juicios antes de las elecciones, porque los tribunales se han mostrado muy cómplices con las tácticas de Donald Trump de retrasar, retrasar y retrasar. No olvidemos que el expresidente no es solo un delincuente condenado 34 veces. Un jurado civil determinó que había cometido agresión sexual, coloquialmente violación, contra una mujer, la difamó y le hizo daño. Otro jurado civil determinó que había cometido un fraude financiero masivo. ¿Dónde estaba eso en las preguntas? Simplemente se perdió. Nunca se señaló. Cualquier otro candidato se habría ido de la carrera presidencial con una fracción de las transgresiones que Trump ha cometido. Recuerdo que hace unos años, Herman Cain era uno de los principales aspirantes a la candidatura presidencial republicana (en 2012). Tres mujeres le acusaron de acoso sexual. Sin juicio, sin pruebas, sin nada, y se fue de la noche a la mañana.

Pero en este caso, pareciera que muchos estadounidenses quieren a Trump de vuelta, considerando las disputadas encuestas. Incluso con esos serios problemas legales.

En su mayor parte, la gente se informa a través de los medios, no directamente desde el evento. Y estos han sido muy cómplices con Trump. ¿Por qué todos los días de su juicio los medios lo pusieron en televisión al aire con sus quejas, sus mentiras, sus desvaríos sobre el caso? No era noticia, porque decía lo mismo. ¿Por qué los moderadores dejaron que Trump se saliera con la suya con más de 30 mentiras? ¿Por qué no hubo preguntas de seguimiento efectivas? Además, creo que Trump ha sido muy eficaz en sus mentiras. La Gran Mentira es una técnica consagrada por los autoritarios, y funciona. Di algo lo suficientemente alto, lo suficientemente a menudo, no importa lo escandaloso que sea, y la gente acabará creyéndoselo. Por eso la gente buena tiene que ser mucho más fuerte de lo que ha sido para contrarrestar el intento de Trump para llegar a la presidencia. Si ves el debate, ¿qué principios defendía Trump? Ninguno. Lo único que le importa es preservar su propio poder y riqueza personales.

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