Ataques de drones trasladan la guerra en Ucrania a Moscú

Cartel en el Kremlin
Un cartel advierte de las multas por el vuelo de drones sobre el centro de Moscú, cerca del Kremlin. Foto: Reuters

En el último tiempo, Rusia ha sido atacada por aviones no tripulados que, según el Kremlin, envía Kiev, algo que no ha sido confirmado. Los expertos señalan que se trataría de los drones Beaver fabricados por los ucranianos.


En un poste ubicado cerca del Kremlin la instrucción es clara: se prohíbe volar drones en el área y quienes no cumplan la medida deben pagar hasta 50 mil rublos (US$ 522) en el caso de personas particulares y hasta 300 mil rublos (US$ 3.130) para las entidades legales. Ana, una señora que trabaja en el centro de Moscú, no recuerda cuando apareció el primer cartel, pero cree que los drones que han atacado la capital rusa de alguna forma son merecidos. “Me parece que es justo, nosotros estamos bombardeando Ucrania, entonces tenemos que vivir la guerra también”, comenta.

En el último tiempo, Rusia ha recibido una serie de ataques de drones que han llegado incluso al Kremlin.El último de ellos ocurrió ayer cuando unos aviones no tripulados atacaron el puerto ruso Novorossiysk ubicado en el Mar Negro. El fin de semana pasado drones hicieron blanco contra edificios en el Centro Internacional de Negocios, conocido como Ciudad de Moscú, y cerca de 48 horas después el complejo fue atacado nuevamente, dañando la fachada del edificio donde se encuentran las oficinas de los ministerios federales y dejando en evidencia la vulnerabilidad de la capital rusa. En el último ataque, por ejemplo, resultaron dañadas las oficinas del Ministerio de Desarrollo Económico en el piso 21 de un rascacielos.

Kiev no ha confirmado de manera oficial la participación de Ucrania en estos ataques. Según Rusia, la intensificación de las operaciones sobre la región de la capital refleja los fracasos de la contraofensiva ucraniana, mientras que el Presidente de Ucrania, Volodimyr Zelensky, indicó el fin de semana pasado que “la guerra está regresando gradualmente a territorio ruso” pero no llegó a atribuirse los incidentes.

Ciudad de Moscú
Investigadores examinan un rascacielos dañado en el distrito comercial "Ciudad de Moscú" después de un ataque con drones en Moscú, Rusia, la madrugada del domingo 30 de julio de 2023. Foto: AP

“Durante la noche, mi esposa y yo saltamos de la cama después de que sentimos una especie de fuerte explosión. Abrí el chat del grupo de residentes y todos estaban diciendo que esa era en realidad la segunda explosión, porque la primera había ocurrido 15 minutos antes. Ese fue el momento más aterrador, ya que parecía que el siguiente ataque podría golpear nuestro edificio”, comentó Roman, al colectivo de periodismo independiente ruso Bereg.

“Naturalmente, estábamos en estado de shock, entiendo que esto puede volver a pasar más de una vez, así que vale la pena considerar cambiarse. No es muy seguro aquí en Ciudad de Moscú. No soy alarmista. Que ataquen el Kremlin es comprensible, pero está asegurado por todos lados. Quiero dejar Rusia, planeábamos irnos en noviembre, pero lo más probable es que suceda un poco antes”, añadió.

En una columna publicada por el centro de estudios Carnegie Moscú, la analista rusa Tatiana Stanovaya señala que en el gobierno de Vladimir Putin “no hay comprensión de la escala de lo que está sucediendo, ni empatía por los rusos comunes, incluyendo a quienes se encuentran atrapados en los ataques. En cambio, el mensaje ha sido claro: el presidente está trabajando duro y el Kremlin no considera los ataques como una emergencia”.

Ataque de drones en Moscú
El personal de emergencia trabaja cerca de un edificio de oficinas dañado en la ciudad de Moscú luego de un ataque con drones ucranianos en Moscú, Rusia, el 1 de agosto de 2023. Foto: Reuters

En más de una ocasión pública, Putin ha hablado de la extraordinaria resistencia del pueblo ruso, su resiliencia y comprensión de las decisiones del gobierno y su solidaridad con esas decisiones, recordó Stanovaya. “Este es aparentemente el principio rector de la interacción del presidente con la sociedad. No importa cuán atrevido pueda ser el próximo ataque, Putin no cree que pueda provocar la ira de la sociedad rusa con las autoridades”, indica.

Hecho en Ucrania

Cuando se le preguntó el lunes sobre los ataques de Moscú, Oleksiy Danilov, jefe del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania, dijo que el conflicto es “una guerra de símbolos” y que “todo lo relacionado con Moscú” es juego limpio.

Refiriéndose a la producción nacional de drones de Ucrania, agregó: “No le preguntaremos a nadie cómo usar las armas que producimos en nuestro país para destruir al agresor donde lo creamos conveniente”.

Luego que Estados Unidos y otros aliados occidentales pusieron condiciones en el suministro de armamento avanzado, incluidos misiles de largo alcance y drones de ataque, los ucranianos decidieron establecer sus propias capacidades de ataque profundo, desarrollando rápidamente nuevos sistemas y tácticas durante el último año. Estos drones son conocidos como Beaver y a menudo se los compara con los Shahed iraníes.

Ataque con drones en Rusia
Un dron marino muestra la silueta del barco Olenegorsky Gornyak cerca del puerto de Novorossiysk, Rusia, en esta captura de pantalla obtenida de un video de las redes sociales publicado el 4 de agosto de 2023. Foto: Reuters

“El Beaver es un dron relativamente nuevo utilizado por Ucrania, con un alcance informado de alrededor de 600 km. Inicialmente fue desarrollado por un esfuerzo voluntario, y parece que el Ejército ucraniano se interesó en el proyecto, posiblemente mejorando y fortaleciendo el diseño original. Se usó en al menos dos ataques contra Moscú y parece evadir algunas de las defensas alrededor de la ciudad”, dijo a La Tercera, Samuel Bendett, experto en vehículos aéreos no tripulados del Centro de Análisis Naval, un think tank de Virginia.

“Sobre el ataque de mayo al Kremlin parece que los drones no se detectaron a tiempo. Toda la situación es bastante extraña, ya que los drones atacantes fueron rastreados por civiles que intentaron alertar a las autoridades sobre esta amenaza”, concluyó.

Para Maxim Valetsky, un diseñador de muebles que vive en Moscú, un ataque con drones puede ocurrir cualquier día, pero la gente continúa con su vida. “La vida sigue, el centro comercial Afimoll está abierto. En el chat grupal, todos están tranquilos. He estado esperando el próximo ataque a Moscú todos los días, tenía que suceder tarde o temprano, à la guerre comme à la guerre, hay que amoldarse a las circunstancias”, dijo a Bereg.b

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