Claudio Orrego (DC): “Ellos han tratado de que esta elección sea la primaria presidencial y no lo va a ser”

Claudio Orrego

El candidato a gobernador metropolitano de Unidad Constituyente está convencido de que la gente votará por quien le dé más confianza. “Nosotros sabemos cómo funciona el cargo, no vamos a estar todo el día debatiendo con el gobierno de Piñera, sino que vamos a construir algo”, asegura.


“De todas las campañas que he tenido esta ha sido por lejos la más difícil”, afirma Claudio Orrego, el abanderado DC de Unidad Constituyente para gobernador de la Región Metropolitana. Y no lo dice sólo por la incertidumbre que instaló la pandemia, sino que también por la belicosidad en el trato: “Ha habido una práctica de ‘miente, miente que algo queda’, mucha descalificación, un lenguaje muy violento”.

Mirando el vaso medio lleno rescata que espontáneamente muchas personas salieron a defenderlo cuando fue catalogado de “pinochetista”, y que otros tantos le entregaron su apoyo a pesar de no tener el mismo domicilio político: el actor Alejandro Goic, Cristián Warnken, el doctor Sebastián Ugarte, Teresa Valdés (y otras feministas) y los ambientalistas Mary Anne Müller y Mauricio Purto.

Confía en que obtendrá el triunfo y anticipa sus primeras medidas cuando se siente en la gobernación: “Crear una mesa de empleo y emprendimiento y convocar al consejo regional de seguridad pública para poner el narcotráfico como primera prioridad”.

Dice que en esta segunda fase se han visto dos maneras de enfocar la campaña, ¿cuáles serían?

De partida, nos hubiera gustado tener más debates, Karina Oliva no aceptó. Se instaló un mito respecto de que ella era completamente nueva en política y poco a poco se ha ido sabiendo que fue candidata a alcaldesa por el MAS, presidenta de Poder y candidata a diputada. O sea, ella tiene experiencia política, bastante, lo que no tiene es experiencia territorial como yo. Además, ella ha planteado esta elección como una suerte de plebiscito de estos 30 años, ha intentado presidencializar esta elección, al igual que lo hicieron Catalina Parot y Pablo Maltés

Muchas veces se ha interpretado la contienda por Santiago como un anticipo de la presidencial, ¿por qué esta vez no puede ser así?

A diferencia de Karina, nosotros entendemos que esta es una elección territorial con implicancias políticas, pero al final no es la campaña presidencial. Si nosotros generamos confianza en sectores de izquierda y también de centroderecha es porque la gente entiende que no estamos ocupando esta elección como un trampolín (...). Ellos han tratado de que esta sea la primaria presidencial, y no lo va a ser. La gente va a votar por quien le dé más confianza para levantar esta región, que va a quedar en el suelo después de la pandemia.

¿Y por qué cree que usted da más confianza?

La pregunta que se debe hacer la gente hoy es si queremos a alguien que va a ir a hacer discursos, o alguien que de verdad va a hacer la pega desde el día uno. Un titular sirve para Twitter, pero cuando se exige un plan ambiental, de género, resulta que no hay propuestas concretas, ¿qué tiene que hacer un gobernador con un tren a Valparaíso? Nosotros sabemos cómo funciona el cargo, no vamos a estar todo el día debatiendo con el gobierno de Piñera, sino que vamos a construir, y aunque creamos que el gobierno lo ha hecho mal, no se puede estar todo el día debatiendo, porque al final hay que tapar hoyos, recoger la basura...

¿Cómo afectó su campaña la intención del PPD-PS de cambiarse al pacto con el PC y el FA?

Yo no conozco a nadie de izquierda o centroizquierda que no diga que esos tres días posteriores a la elección no fueron vergonzosos. Tú podrás tener o no diferencias con el PS, pero es el partido de Salvador Allende y esa humillación era absolutamente inmerecida e injustificada. Ocurrido lo que ocurrió, el agua volvió al cauce, y hemos estado juntos codo a codo con los seis partidos de UC.

¿Aquí están en juego dos proyectos de izquierda?

Hay dos maneras de hacer política que están en juego. Si no hubiéramos tenido este nivel de descalificación, de mentiras y de odiosidad, diría que son solo dos alternativas programáticas. Pero no. Por eso mucha gente que votó por otro candidato en primera vuelta hoy está revisando estas dos alternativas: algunos dicen “mal menor”, otros “quien me da más garantías” de que vamos a seguir todos trabajando en la misma cancha de que no va a venir una politica de “nosotros versus ustedes”.

¿Confía en que ganará holgadamente o será voto a voto?

Siento que vamos a ganar, y no será por un voto, estoy convencido de que si va a votar toda la gente que votó por mí en la primera vuelta, ganamos.

¿Por qué no pidió un respaldo explícito de la derecha que quedó huérfana?

Porque no creo ni en la ingeniería electoral ni en esto de ir a tocar la puerta. Dijimos: ni Maltés, ni Joignant, ni Parot.

Pero lo respaldan los presidenciables de Chile Vamos: Briones, Sichel y Lavín, ¿un abrazo de oso?

Ellos hablan a título personal. He recibido críticas porque no he hecho gestos o no me junté a tomar café. Hubo muchos emisarios, pero dijimos no. Yo no tengo que hacer ningún gesto ni a la derecha, ni a los ecologistas, ni al mundo jilista, tengo que hablarle a la gente.

¿Qué mensaje le envía a su oponente?

Que tenemos que cuidar nuestra democracia. Tenemos que cuidar el lenguaje. Humberto Maturana decía que el lenguaje construía realidades, y si empiezo a hablar con un lenguaje destructivo: “La última estocada”, “botarlos”, “destruir los últimos 30 años” ...demonizar y caricaturizar al adversario como lo hacía Pinochet, genera una bola de nieve de odio y de intolerancia. Hay que volver al debate de las ideas, y si no soy elegido, seré el primero en felicitar a mi adversaria y espero que ocurra al revés.

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