Ecuador: Candidatos apelan a la seguridad en recta final de la campaña

Personal de seguridad inspecciona a un hombre en un puesto de control afuera de la Penitenciaria del Litoral después de un motín, en Guayaquil, en abril pasado. Foto: Reuters

El empresario Daniel Noboa y la correísta Luisa González se pelean el balotaje el próximo 15 de octubre. Las encuestas le dan una leve ventaja al primero, pero los analistas le dan más gobernabilidad a la segunda.


El próximo domingo 15, los ecuatorianos se dirigirán a las urnas con dos opciones para la presidencia de su país: el empresario de centroderecha Daniel Noboa, y la abogada del correísmo Luisa González, perteneciente al Movimiento Revolución Ciudadana. En medio de la crisis con las pandillas, que tiene a Ecuador como el país con mayor tasa de asesinatos en la región, el tema de la seguridad se tomó la campaña, sobre todo tras el homicidio de Fernando Villavicencio, uno de los candidatos que disputaba la primera vuelta.

En una situación inédita, quien gane el balotaje solo gobernará 18 meses: esto, luego de que el actual presidente Guillermo Lasso decretara la “muerte cruzada” y disolviera la Asamblea Nacional, terminando abruptamente su mandato.

En la primera vuelta, Noboa sorprendió con el 23,47% de los votos, lo que le fue suficiente para ir como segundo al balotaje. Con el 33,61%, en tanto, Luisa González se inscribió en la historia como la primera mujer en pasar a segunda vuelta en Ecuador.

Debate presidencial entre Daniel Noboa y Luisa González. Foto: Reuters.
Debate presidencial entre Daniel Noboa y Luisa González. Foto: Reuters.

La encuestadora Comunicaliza presentó su última encuesta de intención de voto este jueves, cuando se cerraba el período de sondeos: la ventaja, como ha sido la tónica en el último tiempo, es para Noboa, que se lleva el 53% en desmedro de González, por la cual solo vota el 46% de los encuestados.

Según el abogado ecuatoriano Felipe Rodríguez Moreno, el escenario es más de empate técnico. “Existe muchísimo voto indeciso, que no es sino un voto avergonzado, por todas las denuncias de corrupción que tiene el correísmo. Hay muchos que están con Luisa, pero no se atreven a decir que están con el correísmo, pero como el voto es secreto, seguramente cambien las cosas”, opina.

Seguidores de Daniel Noboa a la salida del canal de televisión donde se llevó a cabo el debate presidencial. Foto: Reuters.
Seguidores de Daniel Noboa a la salida del canal de televisión donde se llevó a cabo el debate presidencial. Foto: Reuters.

En seguridad, el tema que se ha robado la campaña, ambos candidatos han propuesto medidas fuertes: González prometió 500 millones de dólares para fortalecer a la policía y mejorar el control de cárceles, aeropuertos y puertos, además de un plan con más de 100 medidas de seguridad. Noboa, en tanto, expuso un plan “Fénix” de seguridad, un proyecto de vigilancia junto con el Gobierno de Israel e incluso la creación de cárceles en barcos.

A pesar de eso, los expertos se muestran desconfiados respecto a la efectividad de estas medidas. “Las propuestas de Noboa son uso de tecnología, él básicamente está proponiendo tecnologías, cámaras en puertos, cámaras en peajes, cooperación internacional. Y básicamente lo mismo Luisa González, una retórica de cómo combatir la delincuencia. Pero los dos se olvidan del centro principal: que el crimen organizado, el narco, no se le combate con balas, ni con incautaciones, sino que golpeando el dinero, es decir, con verdadera prevención y represión draconiana del lavado de activos”, comenta Rodríguez Moreno.

El sociólogo de FLACSO, Simón Pachano, comparte el diagnóstico: “Sus propuestas son muy similares, porque se restringen al equipamiento y armamento de la policía y fuerzas de seguridad en general, controlar mejor las cárceles, ese tipo de cosas. No tienen una propuesta clara que corresponda a la dimensión del problema del narcotráfico, que es un problema transnacional y multidimensional: no hay propuestas en ese sentido. Por ejemplo, cómo combatir a los carteles internacionales, qué tipo de acuerdos haya que hacer con otros países, sobre todo Europa, que es hacia donde se dirige la droga que sale de Ecuador. Es decir, se han quedado en solo uno de los aspectos del problema”.

Respecto a la falta de propuestas más profundas para atacar al narcotráfico, Pachano agrega: “Creo que no hay una clara preocupación de los políticos en general, incluso diría que no hay un buen diagnóstico en términos políticos. Hay diagnósticos desde estudiosos sobre el problema de seguridad, pero que no tienen un impacto político. Además, los dos candidatos son muy improvisados: no tienen idea de las cosas, y en el caso de Noboa, no tiene un partido atrás que pueda darle guía para este u otros temas”.

Luisa González durante un evento de campaña en Quito. Foto: Reuters.
Luisa González durante un evento de campaña en Quito. Foto: Reuters.

Con 35 años, Noboa está a un paso de cumplir el sueño de su padre, el candidato que más veces ha participado en elecciones ecuatorianas, Álvaro Noboa. Con una propuesta más de centroderecha y perteneciente a una familia de empresarios conocida en el país, Noboa sorprendió al llegar al balotaje: en un principio, los sondeos lo ponían en los últimos puestos de la primera vuelta.

Al igual que con su contendiente, su carrera política empezó en 2021, cuando consiguió un escaño en la Asamblea Nacional que fue disuelta por Guillermo Lasso. Respecto a un posible Gobierno de Noboa, Pachano comenta: “Se puede esperar un gran signo de interrogación: no tengo una respuesta, no sé con quien pueda gobernar. Si bien él tiene una experiencia reciente como legislador o diputado, no tiene una experiencia de gestión propiamente tal”.

Rodríguez Moreno comenta al respecto: “A diferencia de su padre, o los otros políticos, y por su juventud, es alguien que muestra asco a esto de hablar de izquierda y derecha, ya no siente que estemos en esa época. Y por eso mismo, ha dicho que él puede aliarse con todos los sectores, porque al final la idea es gobernar”.

Por su parte, Luisa González representa al Movimiento Revolución Ciudadana del expresidente Rafael Correa. Abogada de formación, entró a trabajar como Secretaria de Comunicación en 2008 durante un gobierno de Correa, y de ahí en adelante llegó a ser ministra de Trabajo, de Turismo y finalmente diputada de la Asamblea Nacional en 2021.

Comparada con el expresidente, Rodríguez Moreno señala: “Es leal al correísmo, pero es mucho más moderada que Correa. Correa es más parecido a Hugo Chávez o a Maduro, si podemos asemejarlo, y ella es más light, menos autoritaria”.

“Yo creo que una presidencia de ella es una presidencia de Rafael Correa, casi un control remoto de Correa. Me parece que ella claramente irá por ese lado, y ella lo dijo desde el conocimiento en el primer debate que hubo: siempre insistió diciendo ‘ya lo hicimos y lo volveremos a hacer’”, opina por su parte Pachano.

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