Fernando Araos, exsubsecretario de Redes Asistenciales: “No le llamaría perdonazo al monto que propone el informe de las isapres”

Fernando Araos

El ahora integrante del comité de reforma convocado por el Senado afirma que la propuesta elaborada por los expertos cumple el mandato de la Corte Suprema y, al mismo tiempo, le da sostenibilidad al sistema. “Aplicándose textualmente el fallo se genera un impacto que hace que el sistema pueda desfondarse, y eso es algo que nadie quiere”, asegura.


Fernando Araos dejó su cargo como subsecretario de Redes Asistenciales en medio de las críticas por el manejo de la campaña de invierno. Cuatro meses después, el especialista en salud pública vuelve a la palestra para ser parte del comité de reforma que convocó la Comisión de Salud del Senado, la misma instancia que le encargó a un comité especialista buscar una salida a la crisis de las isapres que se abrió tras el fallo de la Corte Suprema que las mandata a utilizar la nueva tabla de factores y restituir los cobros en exceso. El informe emitido por los expertos abrió un intenso debate en el oficialismo al recalcular la deuda de las isapres de 1.400 a 451 millones de dólares, lo que fue catalogado como un “perdonazo” por parlamentarios como el senador José Ignacio Latorre (RD).

La exautoridad de Salud, cercano al FA, plantea un contrapunto y defiende que hay que buscar una fórmula que dé sostenibilidad al sistema.

-Se ha dicho que existen dos almas en el gobierno por el futuro de las isapres. ¿Es así?

Yo no suscribo a esa tesis. Creo que hay un consenso bastante transversal dentro del gobierno, y general del sector salud, respecto que desde hace un tiempo ha habido una crisis sistemática del sistema de salud chileno y en particular del subsistema de isapres.

¿Pero no se enfrentan las opiniones de quienes querían terminar con la industria y quienes no?

No, lo descarto. Cuando me tocó estar en el gobierno, vi mucha responsabilidad, pues las consecuencias golpean a todo el sistema, no solamente a un grupo. Hay que aplicar el fallo, pero el sistema político conjunto tiene que darle una solución a la crisis.

¿Fue testigo de momentos de desacuerdos por este tema?

Por supuesto, es normal que haya miradas distintas en todos los equipos de trabajo, así que no entraría a polemizar respecto de sí existieron o no, porque por supuesto que existieron, pero el ánimo de llegar a acuerdos y hacernos cargo de los problemas que tiene el sistema es algo que une a todos los actores.

¿Es un tema de discusión ideológica más que técnica?

No. Hay consenso en buscar una solución de cara a la ciudadanía que cumpla los fallos, pero que también dé estabilidad al sistema, que ya está teniendo consecuencias, incluso corre el riesgo de que entre en quiebra.

El comité técnico entregó su informe y lo que más llamó la atención fue la reducción de la deuda.

Yo entiendo que el monto inicial -US$ 1.400 millones- fue un ejercicio literal del fallo que hizo la Superintendencia de Salud. Considero que la propuesta que hace el comité cumple el mandato de aplicar el fallo y al mismo tiempo dar sustentabilidad, es decir, buscar la forma de evitar un desfonde inmediato de las isapres.

¿Es un perdonazo?

Siendo tan delicado, y estando de acuerdo con los objetivos de darles estabilidad a las personas y al sistema en general, yo no lo llamaría un perdonazo. Es una propuesta que tiene que evaluarse, que tiene cosas que rescatar, pero que también se puede afinar.

¿Las isapres podrían cumplir el fallo con un monto superior?

Según lo que he escuchado, las isapres han estado funcionando con números negativos y tienen pérdidas que acumulan hace tiempo, y aplicándose textualmente el fallo les genera un impacto que hace que el sistema pueda desfondarse. Eso es algo que nadie quiere.

Usted es parte del comité de reforma que convocó la Comisión de Salud y parlamentarios han dicho que los avances son nulos.

Ellos tienen opinión y quieren contribuir en su trabajo legislativo, precisamente mirando hacia el sector. Y en eso no me cabe duda de lo que van a hacer. Están el ánimo y el espíritu de contribuir a la discusión desde los acuerdos.

¿Por qué aceptó? Es una señal no menor que haya sido parte del gobierno, que dice que la reforma ya está en marcha, y ahora trabaja en la comisión que recién verá lineamientos.

Es imposible restarse de una convocatoria que invita a contribuir para mejorar la salud de los chilenos. Además, en mi rol de exsubsecretario también tengo un compromiso con lo que nos tocó vivir. No veo un conflicto.

¿Cómo ha visto el trabajo de la ministra durante el último tiempo?

Ha sido difícil indudablemente este último tiempo, porque hay muchas contingencias en este contexto de crisis de salud y le ha tocado hacerse cargo de problemas complejos, estructurales y que requieren un esfuerzo muy importante.

¿Ha resuelto bien los problemas?

Los ha estado conduciendo con el máximo esfuerzo.

No son pocos los que le critican la falta de muñeca política a la ministra, ¿lo ve así?

La misma ministra ha planteado que ella viene de un espacio técnico, pero es alguien que tiene la confianza del Presidente y, por supuesto, del gabinete.

¿Logró avanzar en las listas de espera en su gestión en Redes?

Por supuesto que sí. Teníamos claro que el número de pacientes en espera de atención había aumentado. Y puedo decir que a mayo de este año se superaron los números de cirugía y de atenciones de años anteriores. Es necesario continuar con los refuerzos y las prioridades presupuestarias para mantener las atenciones, la cirugía los fines de semana y la integración del sistema público con el privado.

¿Qué saca en limpio de su paso como subsecretario?

Ha sido el trabajo más desafiante que me ha tocado y no tengo dudas de que técnicamente dimos una respuesta adecuada a los desafíos.

¿Y respecto a su salida?

En un momento vi que estábamos en una disyuntiva política respecto a cómo se estaba manejando la campaña de invierno, y uno tiene que estar disponible a dar un paso al costado siempre que contribuya a que el foco que se personalizó mucho pudiera despejarse para que los equipos siguieran afrontando la peor campaña de invierno que hemos vivido desde que hay registro. Tengo la certeza de que el manejo técnico y la planificación dieron el ancho. Eso sí, creo que tuvimos deficiencias en el manejo comunicacional de la crisis.

¿Abordó correctamente el caso del lactante fallecido que termina empujando su salida?

Cualquier fallecimiento de un niño, lo digo como papá, es muy doloroso. El ministerio tiene sus mecanismos para investigar y auditar todos los fallecimientos, y el sumario sigue en curso y no queda más que esperar los resultados.

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