Si algo predominó en la campaña del Apruebo fue la escasez de recursos económicos. Según los aportes declarados en el Servicio Electoral (Servel), la opción recaudó $ 926 millones, mientras que la cifra asociada al Rechazo se empinó por los $ 2 mil millones.

Hacia las semanas finales, el comando unitario de partidos por el Apruebo envió distintos mensajes a cercanos y adherentes para promover la donación de dinero. Una de esas comunicaciones -incluso- hablaba de una situación crítica de desfinanciamiento, que no daba “ni para imprimir volantes”. Otro mensaje puntualizaba que $ 5 mil se traducían en 250 trípticos: es decir, 250 personas potenciales de ser sujeto de campaña en los volanteos.

Como sea, en el listado final de donaciones -a las organizaciones o partidos inscritos en el Servel por el Apruebo- figuran nueve ministros y subsecretarios: la vocera Camila Vallejo ($ 1 millón); la ministra del Trabajo, Jeannette Jara ($ 3 millones); la titular de Bienes Nacionales, Javiera Toro ($ 3 millones), y el jefe de Vivienda, Carlos Montes ($ 2 millones). También se registró a los subecretarios de FF.AA., Galo Eidelstein (PC); al expersonero de Defensa, Fernando Ayala (PPD); Giorgio Boccardo (Comunes), de Trabajo; a Valeska Naranjo, de Segegob, y a Eduardo Vergara (PPD), de Prevención del Delito.

En total, la cifra donada a la opción Apruebo por los personeros del Ejecutivo -y que es pública en el Servel- ascendió a $ 20,3 millones. Sin embargo, algunos estiman que la cifra podría ser superior, dado que algunos -como parte de sus cuotas como militantes de partido- entregaron dinero a través de esa vía.

Por la casona de Londres 43 -y en los “puerta a puerta”- no faltaban los actores y actrices de teleseries como Daniela Ramírez, Blanca Lewin o Nicolás Poblete. Sin embargo, en el análisis estratégico, el comando buscaba sumar a nuevas figuras ligadas al mundo de la entretención y populares en TV.

¿Los nombres? Fuentes del Apruebo aseguran que sobre la mesa estuvieron -a lo menos- tres figuras: el conductor de Canal 13 Francisco “Pancho” Saavedra; la intérprete Karen Bejarano (más conocida como Karen Paola) y la modelo Pamela Díaz. Conocedores de estas gestiones declinan en dar detalles si estas figuras derechamente desecharon la opción o no dieron respuesta a las solicitudes.

Quien tampoco se plegó a la campaña fue el actor Francisco Reyes. El histórico intérprete de las novelas de TVN fue sondeado como un posible vocero, aunque su fichaje no se concretó. A mediados de agosto, en entrevista con The Clinic, Reyes señaló que “a nadie le diría que vote Rechazo o Apruebo y tampoco diría lo que yo voy a votar”.

Hacia el cierre de la campaña, y en la preparación del acto final en la Alameda que contó con más de 500 mil asistentes, se rumoreó la asistencia del exvocalista de Calle 13 René Pérez Joglar (“Residente”). El cantante tiene una fluida relación con Chile y -particularmente- con los exdirigentes estudiantiles, como Camila Vallejo, Giorgio Jackson y el mismo Presidente Gabriel Boric. Sin embargo, personeros del excomando aseguran que “nunca estuvo arriba” del acto, aunque no desmienten el intento de una visita exprés al cierre.

Con gran hermetismo, la tarde del domingo 4 de septiembre los partidos oficialistas se reunieron en la sede del Partido Socialista (a metros del comando) a esperar los resultados del plebiscito.

Justo afuera, y en una carpa, siguieron el conteo de votos alcaldes, exconvencionales constituyentes y parlamentarios invitados. Aunque ese grupo aplaudió el primer cómputo con los votos en el exterior, el escenario dentro del PS comenzó a verse desfavorable con las primeras mesas en Magallanes, donde el conteo partió antes debido a la diferencia horaria. Incluso en la tierra del Presidente Gabriel Boric el Rechazo tomaba ventaja.

Una vez que a los mails de los presidentes de partidos llegó la citación de La Moneda -de parte de Boric, enviado por la Segpres- para entablar una reunión que permitiera continuar el proceso constituyente, muchos lo interpretaron como una señal temprana de derrota desde el Ejecutivo. Así, la dirigenta de Convergencia Social, Ximena Peralta, aceleró la redacción -leída posteriormente por el timonel RD, Juan Ignacio Latorre- de la declaración del Apruebo ante el triunfo del Rechazo.

En el momento de visar el documento, los jefes de partidos leyeron la declaración a través del WhatsApp que comparten los timoneles de partidos de gobierno.

El problema es que hasta ese minuto no habían incluido a la presidenta de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), Flavia Torrealba, la que -según presentes- se retiró molesta hacia el exterior de la sede.

Cuando ya era pública y notoria la amplia ventaja del Rechazo sobre el Apruebo, la idea original era que los partidos que defendían esta última opción reconocieran la derrota. En un primer minuto se dio aviso a la prensa que ese acto sería al interior de la sede del PS. “No se puede esperar más, no podemos ser malos perdedores”, le dijo uno de los timoneles oficialistas a otro de sus pares.

Metros más allá, al interior del comando de Londres 43, los coordinadores de campaña Vlado Mirosevic (PL), Karol Cariola (PC) y Felipe Heusser realizaban una especie de “arengazo”, agradeciendo a los equipos que formaron parte de la campaña.

Así, con notoria molestia, el equipo de comunicaciones del comando -dirigido por los personeros de la agencia Cuarto de Guerra- trataban de desactivar el punto de prensa “paralelo” con los jefes de comunicaciones de las colectividades. Finalmente, primó la idea de salir reunidos en el escenario dispuesto en calle Londres.

Sin embargo, de pronto la timonel Flavia Torrealba (FRVS) se detuvo frente a las cámaras apostadas en una especie de pasillo entre las calles París y Londres y fue la primera representante del oficialismo en admitir la derrota. “Esa voz del país que habló de manera muy nítida y hay que escuchar con humildad”, dijo.

Antes de subir al escenario, parte del equipo notó que Cariola vestía completamente de negro, lo que podía dar una señal de incluso mayor pesadumbre. Así, en el escenario la diputada apareció con un tapado en tonos rojos y naranja.