La cautela republicana tras la muerte de Piñera
Ante las presiones de Chile Vamos para una gran alianza -idea que empujó el exmandatario- y el vacío de poder que quedó -según esgrimen algunos-, la colectividad fundada por José Antonio Kast ha evitado involucrarse en ese debate y busca poner el foco en las elecciones de este año. De todas formas, saben que es una discusión que, en algún momento, tendrán que dar.
Fue de forma casi espontánea la coordinación que surgió entre los principales dirigentes del Partido Republicano. El martes 6 de febrero, cuando se confirmó la muerte del expresidente Sebastián Piñera durante un accidente en helicóptero, el timonel de la tienda, Arturo Squella; la secretaria general, Ruth Hurtado; el abanderado José Antonio Kast, y su mano derecha Cristián Valenzuela conversaron rápidamente sobre cómo debería actuar el partido frente al tema.
Los diálogos apuntaron a depurar el mensaje que entregarían y definir algunos criterios. Así, se zanjó que irían al velorio en el Salón de Honor del Congreso Nacional en Santiago, que Kast entregaría unas palabras sobrias y se analizó si se debía hacer o no guardia de honor al féretro, lo que terminó haciendo el fundador de la colectividad, junto a otros dirigentes, el día jueves de esa semana.
Los republicanos no querían aparecer acaparando la atención e, incluso, en un momento hubo preocupación de que surgieran críticas por ir al velorio el segundo día y no durante el primero.
En este escenario, se optó porque Kast si bien resaltara lo humano de Piñera, recordara que tuvieron diferencias, sobre todo porque los republicanos se declararon como oposición a su segundo gobierno.
La colectividad también acordó no ahondar en lo político en relación a la discusión que, en ese momento, estaba instalada en la opinión pública:el vacío de liderazgo que -según varios analistas y dirigentes de Chile Vamos- quedaba en la derecha sin Piñera, cuál sería el legado del exjefe de Estado y la presión para una alianza del sector -como quería el expresidente- desde Amarillos hasta republicanos.
“En lo político, tuvimos algunas diferencias, lo hicimos ver, pero en lo humano siempre tuvimos una relación franca y directa”, dijo Kast en la ocasión.
Y agregó: ”Hoy día no es el momento para hablar de política”.
Pero más allá de los aspectos formales, en el partido surgió, de forma casi simultánea y soterrada, otra inquietud: cuánto impacta en la colectividad la muerte de Piñera, las implicancias para Chile Vamos y para la carrera presidencial, donde Kast y la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei (UDI), corren con ventaja y están mejor posicionados en las encuestas.
Si bien en el partido transmiten que ese asunto no se conversó en ninguna instancia formal -ya que están concentrados, dicen, en el despliegue para las elecciones de octubre de este año-, lo cierto es que sí fue comentario entre algunos militantes y dirigentes de la tienda.
Además, de acuerdo con las mismas fuentes, la directiva junto con los encargados de las comunicaciones optaron por la cautela y guardar silencio, y eso mismo fue lo que les habrían pedido a sus dirigentes.
El temor entre algunos militantes es que Matthei capitalice el “legado” de Piñera, en momentos en que su fallecida figura, según distintos sondeos de opinión, comenzó a ir al alza y ser más valorada.
Sin embargo, entre algunos dirigentes hubo una especie de alivio este lunes, cuando se publicó la última edición de la encuesta Cadem. Ahí, de enero a febrero, en “preferencia presidencial espontánea”, Matthei subió seis puntos, mientras que Kast cinco. Por lo que, agregan las mismas fuentes, no hubo un gran impacto en esas preferencias tras la muerte de Piñera.
De todas formas, en el sector hay algunos que creen que con la ausencia del expresidente evidentemente Chile Vamos pierde a una persona que ejercía influencia en la derecha. Y que eso podría repercutir en republicanos, ya que habría más presión sobre Kast para asumir un rol más transversal y articulador, similar a lo que intentaba hacer Piñera.
El exabanderado, sin embargo, es visto por algunos como un “liderazgo de nicho”, lo que, en todo caso, desestiman en su colectividad.
Otros republicanos, sin embargo, creen que la discusión sobre la ausencia de Piñera será pasajera y que por lo mismo no es bueno involucrarse. Sobre todo, en momentos en que su figura goza de buena evaluación ciudadana y podría terminar siendo perjudicial pronunciarse.
Además, defienden que su muerte no les cambia el diseño trazado en el partido.
Por lo mismo, afirman que la idea es no profundizar en ese asunto y que el relato esté puesto en las elecciones, donde esta semana lanzaron la campaña comunicacional denominada “La fuerza de Chile”. En esa línea, la idea es que Kast, a partir de los próximos días, se despliegue apoyando esa iniciativa.
De todas formas, están conscientes de que es un tema que la prensa les podría consultar, y que en algún momento deberán discutir como partido.
Mantener identidad propia
“No aspiramos a representar el legado de Piñera”, repiten en el Partido Republicano.
Esto, en alusión a la presión que han ejercido desde Chile Vamos para rescatar la propuesta del expresidente -a la que ellos mismos en un inicio se resistían- de una gran coalición que los incluya a ellos, republicanos, Amarillos y Demócratas.
Una postura en la que, en todo caso, ese bloque sigue insistiendo. “Nosotros llamaríamos a republicanos a escuchar el mensaje del Presidente Piñera en el sentido de ser una coalición de mayoría y tener vocación de mayoría, y no seguir siendo un partido que convoque a sectores determinados, sino que ser lo más convocantes posibles”, afirma el jefe de bancada de RN, Frank Sauerbaum.
En la colectividad liderada por Squella descartan de plano una alianza con esos partidos y transmiten que su apuesta es privilegiar el proyecto político de republicanos y su identidad.
De hecho, el resguardo por el proyecto político propio es algo que el jefe de campaña de los republicanos, Martín Arrau, sinceró el pasado 3 de febrero en entrevista con La Tercera.
“El Partido Republicano nace como una alternativa. Tiene una identidad política y una forma de hacer las cosas diferente, tenemos una aspiración de ir de frente y sin esconder nuestras ideas. Claramente, pactos o coaliciones son contrarios a la diferenciación, restan libertad de elección democrática a los ciudadanos”, sostuvo en esa oportunidad.
Esa estrategia se mantiene intacta, aseguran en el partido.
De todas formas, en republicanos sí están dispuestos a que existan “coordinaciones” con esas colectividades para las elecciones de este año, ya que su objetivo principal, refuerzan, es destronar a la izquierda de zonas emblemáticas.
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