Los cálculos y proyecciones de la inédita carrera de los gobernadores

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Foto: Richard Ulloa/La Tercera.

En el oficialismo y la oposición coinciden en que los comicios del 15 y 16 de mayo -en los que también se medirán concejales, alcaldes y convencionales constituyentes- serán clave para el futuro electoral de cada coalición. De cara a la presidencial y las parlamentarias, las colectividades ya sacan sus cuentas y mediciones de una histórica elección que pondría sobre la mesa su “peso” en las distintas zonas del país.


Una “premedición” presidencial, un resultado que ordenará a las coaliciones y una elección que pondrá sobre la mesa el “verdadero” peso de los partidos políticos. Así interpretan en el oficialismo y la oposición el efecto que tendrán los inéditos comicios de gobernadores regionales del 15 y 16 de mayo, en el que compiten 90 candidatos.

Esas jornadas -en las que también se elegirá a concejales, alcaldes y convencionales constituyentes y donde los candidatos a gobernadores pueden enfrentar una segunda vuelta el 13 de junio si ningún candidato logra más del 40% de los votos- serán cruciales para los caminos que tomarán los sectores políticos de cara a la parlamentaria y presidencial de noviembre de este año, pero también para un desafío más inmediato: cómo se configurarán los bloques para las primarias del 18 de julio.

Así, en la centroizquierda reconocen que los resultados que arrojen los gobernadores serán un factor a la hora de clarificar el enredado escenario que hoy se vive en ese sector. Sin embargo, las expectativas e intenciones de las coaliciones son dispares.

En Unidad Constituyente -el bloque conformado por la DC, el PR, el PPD, el PS, el PRO y Ciudadanos- coinciden en dos cosas: que el pacto logrará elegir a un gobernador en 10 a 12 de las 16 regiones y que la DC se impondría en la mayoría de ellas.

De hecho, en la DC sostienen que, según sus cálculos, ganarían entre cinco y siete gobernaciones, triunfo que se consolidaría en el caso de que se imponga su candidato en la Región Metropolitana, Claudio Orrego. “Seríamos el partido con más ‘población gobernada’ del país”, repiten en la colectividad liderada por Fuad Chahin. Asimismo, en ese partido y en el resto de la coalición proyectan que la DC puede imponerse en Arica, Atacama, Coquimbo y Los Lagos.

El plan de esa colectividad, sin embargo, es más ambicioso y confían que en caso de que logren triunfar en la mayoría de las regiones, el resto de los partidos de Unidad Constituyente dejaría de mirar hacia el resto de la izquierda y se fortalecería la idea de una primaria de ese sector. Para que ese “plan” surta efecto, dicen en la DC, el Frente Amplio no debería obtener ningún triunfo.

“Los resultados del 15 y el 16, fundamentalmente de gobernadores, debiera ser un claro indicador de que todos los partidos que estamos en Unidad Constituyente debiéramos concentrarnos en fortalecer este espacio en lugar de diluirlo”, sostiene Chahin.

En el resto de los partidos del bloque manejan otras mediciones. En el PS esperan que los cinco candidatos que llevan en las regiones de Valparaíso, O’Higgins, Ñuble, Los Ríos y Aysén logren pasar a segunda vuelta. En el resto del bloque aseguran que los socialistas corren como favoritos en Ñuble y Los Ríos. En el PPD, en tanto, creen que sus cartas se impondrán en Tarapacá y La Araucanía, además de la que comparten con el PS en la Quinta Región, mientras que coinciden en que la carta del PRO en Antofagasta también podría ganar.

En esa coalición, sin embargo, ya se han producido algunos roces por esta elección, como en el caso de la inscripción por fuera del pacto del ex DC Ricardo Rincón en la Región de O’Higgins. Asimismo, en el bloque hay temor de que algunas cartas independientes que alguna vez fueron cercanas al sector se impongan ante sus candidatos, como los exdiputados del PS Miguel Vargas en Atacama, del PPD Orlando Vargas en Arica y el exintendente DC de Biobío Rodrigo Díaz, y que la dispersión del sector en algunas zonas del país termine entregándole ventajas a Chile Vamos.

En el FA, por su parte, hay menores expectativas. La coalición compite en seis regiones -Tarapacá, Antofagasta, Valparaíso, Metropolitana, Ñuble y Los Lagos- y solo dos de esas son las que miran como victorias probables: en Tarapacá, con el candidato de Comunes José Miguel Carvajal y en Valparaíso, con el independiente apoyado por RD Rodrigo Mundaca.

Desde el bloque sostienen que su mayor medición de fuerza electoral para esos comicios recaerá en la figura de Karina Oliva (Comunes), quien compite por el cupo en la Región Metropolitana. No obstante, debido a que no llevan candidatos en todo el país, en el FA aseguran que su foco para posicionarse frente al resto del sector estará en los resultados de la elección de convencionales constituyentes. “Será una muestra importante para saber si efectivamente la ciudadanía está dispuesta a cambiar las cosas y no seguir como los últimos 30 años. En síntesis, es una medición que podría mostrar que definitivamente Chile cambió”, dice el timonel de Comunes, Jorge Ramírez.

Con todo, desde el PC -cuya lista está presente en siete regiones- manifestaron que no manejaban proyecciones.

Menores expectativas en Chile Vamos

A diferencia de la centroiquierda, dentro del conglomerado Chile Vamos ronda la idea de que serán capaces de llegar solamente a la mitad de los gobernadores de Chile. Un resultado que, aseguran, podría generar un efecto negativo en la proyección del sector, que podría ser compensado por los desenlaces en el resto de las elecciones.

Pese al pesimismo electoral en Chile Vamos se confía en que la dispersión de la centroizquierda -donde, en algunas regiones, además de Unidad Constituyente y el FA también hay candidatos del PH, el PC, el Partido Ecologista Verde, entre otros- podría dar sorpresas la coalición oficialista.

En RN, según explica el secretario general, José Miguel Arellano, proyectan buenos resultados en Antofagasta, Atacama, Los Ríos, Los Lagos y Aysén. En el Maule, no obstante, advierten que tendrían más problemas, ya que un candidato del Partido Republicano, Juan Valdebenito, podría dispersar los votos.

Desde la UDI, en tanto, miran con mayor optimismo sus cartas de Biobío y Tarapacá, así como el candidato de O’Higgins, Eduardo Cornejo, quien se enfrentará a cuatro dirigentes opositores. “No veo ninguna región complicada, pero tampoco ninguna ganada, esta elección inédita que es un signo de interrogación importante para los partidos”, sostiene el timonel de esa colectividad, Javier Macaya.

Una de las apuestas de Evópoli con estas candidaturas, según explica su secretaria general, Luz Poblete, es “mostrar la marca” del partido e influir en “la percepción de los electores para el siguiente desafío que son las primarias presidenciales”. En esa colectividad proyectan que su candidata por la Región Metropolitana, Catalina Parot, pasará a segunda vuelta junto a Orrego y sostienen que debido a la fuerza electoral de la colectividad en La Araucanía -donde tienen dos de sus seis parlamentarios y al senador Felipe Kast- pueda ser una ventaja para que su candidato en esa zona, Luciano Rivas, le compita al favorito en esa carrera, Eugenio Tuma (PPD).

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