“Los expulsaron los venezolanos del cerro Chuño”. Apenas iniciaba el 2022 cuando policías escucharon esa frase en la intervención telefónica de dos narcotraficantes locales de Arica.
La llamada daba cuenta de que una nueva banda internacional se había apoderado del narcotráfico en esa zona y que habían expulsado a un narcotraficante local.
El hecho levantó las alertas en la Fiscalía de Alta Complejidad de Arica y en la PDI, que rápidamente comenzaron a investigar. En las indagatorias había un antecedente que se repetía: se trataba de Los Gallegos, una de las bandas más peligrosas que operan en el país, que hoy está en la palestra luego de que un juez aprobara entregar el listado de testigos protegidos de la investigación en su contra.
De Perú a Chile
La agrupación, compuesta principalmente por venezolanos en situación migratoria irregular, corresponde a una “célula” de la megabanda internacional denominada como Tren de Aragua.
Pese a eso, sus operaciones no están ligadas directamente con la banda que nació en el estado de Aragua, en Venezuela. El subprefecto Javier Valenzuela, jefe de Inteligencia de la Jefatura Nacional Antinarcóticos y contra el Crimen Organizado de la PDI, explica que “son un grupo que no existe en Venezuela. Se formó durante su migración y paso por Perú”. Los nexos de Los Gallegos de Chile con el Tren de Aragua en Venezuela se daría a través de la banda con el mismo nombre en Perú.
Desde ese país las operaciones en Chile son comandadas por Félix Castillo Rondón, más conocido como “Pure Arnel”.
La banda está radicada únicamente en Arica. Allí ha llevado adelante una serie de operaciones delictuales, principalmente relacionadas con la trata de personas que intentan cruzar la frontera. A lo que se suma la explotación sexual de mujeres que obligan a pagar una especie de “impuesto” o “vacuna”. Uno de los negocios más rentables de la agrupación es el tráfico de drogas en pequeñas cantidades, especialmente en el cerro Chuño.
El fiscal regional Mario Carrera define a la banda como “un grupo que usa la violencia como mecanismo para resolver cualquier controversia en torno a sus operaciones. No trepidan en ocupar la violencia máxima si es que alguien se interpone”.
Hasta ahora se les vincula a 18 delitos, entre ellos secuestros, extorsiones, robos con fuerza y homicidios para lograr el control territorial.
La banda está compuesta principalmente por hombres jóvenes, quienes tienen una orgánica establecida: unos se encargan de las operaciones armadas, otros del tráfico de drogas y migrantes o de cobrar las “vacunas”.
Para los investigadores, llama la atención que Los Gallegos mantienen un estilo de vida diferente. En lugar de invertir el dinero en casas, autos u otros lujos, viven en una toma del cerro Chuño, en la zona alta de Arica.
La orgánica
En junio del 2022 más de 100 efectivos de la PDI llegaron hasta el cerro Chuño para llevar a cabo la operación “Tren del Norte”, que buscaba detener a los integrantes de la banda. En esa ocasión se confirmó que el grupo contaba con una “casa de tortura”, donde se encontró el cuerpo de José Niño Graterol, quien tras ser vejado fue enterrado, presumiblemente vivo. Niño pertenecería a la agrupación.
Según afirma el fiscal Carrera, “hay códigos que son bastante drásticos cuando algunos de ellos no están a la altura de lo que se espera (...) Varios de los muertos que tenemos del año pasado eran también integrantes de la banda a los cuales ellos mismos les dieron muerte”.
El subprefecto explica que “no son una organización clásica. Ellos tienen líderes circunstanciales y eso quedó demostrado a medida que iban cayendo”. Tras la detención del jefe en Chile, Yoneiker Paredes Fagúndez, alias “El Enano”, fue sustituido por “El Culito”. Los cabecillas fueron sucesivamente reemplazados tras cada operativo de la PDI y la Fiscalía de Arica. La última jerarca fue una mujer apodada “La China”, actualmente detenida.
Investigaciones complejas
Luego de tres grandes operativos, y varios hallazgos de cuerpos, la Fiscalía de Alta Complejidad de Arica ha logrado que 44 personas se mantengan en prisión preventiva.
Sin embargo, y a pesar de estar tras las rejas, el grupo sigue causando pánico. En medio de la investigación efectuaron amenazas en contra del fiscal a cargo.
Fuentes del caso agregan que en la antesala de una audiencia de reformalización de imputados, los miembros libres derribaron postes de alumbrado público, lo que provocó cortes de luz en toda Arica. En otra oportunidad atacaron a un testigo tras su declaración.
Pese a la alta peligrosidad de la banda se estima que en marzo se iniciará el juicio en contra de Los Gallegos. La apuesta es que al menos 11 imputados sean condenados a cadena perpetua.