Macrozona Norte muestra solo el 13,7% de avance en el Plan de Emergencia Habitacional
En contraste con otras regiones y grandes territorios del país, Antofagasta, Tarapacá y Arica y Parinacota son las que han progresado más lentamente en la construcción de un hogar definitivo para las 81 mil familias que viven en campamentos en el país. De modo general, uno de los principales planes del Presidente Boric anota un 30,6% de desarrollo y Magallanes avanza a un 70%.
El Plan de Emergencia Habitacional exhibe un estado de avance con realidades disímiles. El Ministerio de Vivienda y Urbanismo calcula un 30,6% de progreso a nivel nacional, que corresponde a 79.463 viviendas de un total de 260.000 fijadas como meta para los cuatro años de gobierno. Una cifra que contrasta con el 13,7% que refleja la denominada Macrozona Norte, que exhibe un total de 5.752 viviendas terminadas en las regiones de Arica, Tarapacá, Antofagasta y Atacama, que en conjunto tiene una meta de 41.757 casas.
De acuerdo al Informe de septiembre 2023 del Minvu al que tuvo acceso La Tercera (ver infografía), la Macrozona Norte muestra diferencias significativas con otras regiones del país. En concreto, respecto de las metas propuestas por el Minvu, Antofagasta presenta un avance de 7%; Tarapacá, de 8%; Arica y Parinacota, 23%, y Atacama, 27%. En cambio, hacia el sur el despliegue del Plan de Emergencia Habitacional es más auspicioso. Magallanes, por ejemplo, muestra un 70% de avance de su meta de 1.962 viviendas.
Las razones
Desde el Ministerio de Vivienda y Urbanismo aseguran que la resolución del problema habitacional en el norte del país es un desafío aún mayor que en el resto de Chile. “Las regiones del extremo norte presentan un desafío importante. Son territorios en los que construir es difícil, con costos sumamente altos por una baja oferta y diversidad de empresas constructoras, precios altos de los materiales, producto en parte por la actividad minera, que empuja su alza”, reseñan.
Por ejemplo, la comuna de Alto Hospicio recibirá el 54% de los proyectos habitacionales en la Región de Tarapacá y el alcalde Patricio Ferreira (DC) asume que la situación es compleja. “Se han hecho importantes entregas de viviendas sociales y lo valoramos, pero es insuficiente. Aquí el desafío es avanzar más, más rápido y de forma más innovadora”, asegura.
Mientras, el alcalde de Antofagasta, Jonathan Velásquez (ind.), aporta como antecedente que “la situación es bastante compleja, debido a que el precio del suelo en la región es el más caro, para una comuna que reúne percentil de clase media”.
Los alcaldes miran con preocupación que desde marzo de 2022 hasta la fecha la Macrozona Norte, de la que son parte, rasguña el 14% de las 41 mil viviendas proyectadas en las cuatro regiones.
En ese sentido, la directora de la Inmobiliaria Social de Techo-Chile, Bárbara Callejas, afirma que si bien los avances son sustantivos, aun así la repartición de las metas en algunas regiones es preocupante: “Es necesario que se vuelva a revisar la distribución de las metas a nivel nacional para que dialoguen con el contexto del déficit habitacional que presenta el país”.
Junto con resaltar que ya se alcanzó el 30,6% de cumplimiento del PEH, el ministro Montes informó que los proyectos habitacionales que se encuentran en ejecución son 129.494 y los aprobados y en construcción son 66.675.
A nivel de macrozonas, los avances son significativamente distintos, teniendo en cuenta que las macrozonas Centro, Norte y Centro-Sur son en las cuales está el número más alto de viviendas que se proyecta construir hasta 2026.
Según el informe, la Macrozona Centro-Sur, que integran la región de O’Higgins, Maule, Ñuble y Biobío, tiene 47% de las viviendas terminadas, teniendo en cuenta que el ministerio planea construir cerca de 57 mil hogares en el territorio.
En tanto, las regiones de Valparaíso y Coquimbo, que componen la Macrozona Centro, alcanza el 29% de la meta de hogares terminados de un total de 43 mil viviendas que se propone construir el Ejecutivo.
La Región Metropolitana no forma parte de una macrozona, pero en solitario supera las metas de todas las otras regiones del país y registra el peor déficit habitacional según la Encuesta Casen de 2017. En la capital, el gobierno pretende cubrir el 30% de todo el Plan de Emergencia Habitacional, con un aproximado de 81 mil hogares nuevos, y hasta el último informe de avance, el territorio metropolitano se encuentra en un promedio de concreción de meta de 23%.
¿Otras cifras? En la Macrozona Sur, donde se encuentran La Araucanía, Los Lagos y Los Ríos, se propone la meta de 33 mil viviendas y hasta la fecha hay un avance del 40%. En tanto, la Macrozona Austral -regiones de Aysén y Magallanes-, donde el Plan de Emergencia Habitacional planea construir tres mil nuevas viviendas, tiene como avance un 60%.
Desde Déficit Cero, organización orientada a acabar con el déficit habitacional del país, su director ejecutivo, Sebastián Bowen, hace sus propias observaciones del avance del plan: “A pesar de avances en la agenda legislativa, la adquisición de suelo por parte del Estado o impulsar nuevos tipos de soluciones habitacionales, debe preocuparnos que en los últimos años se ha tenido el registro más bajo de entrega de viviendas de las últimas décadas. Seguiremos en estas cifras si es que no hay un impulso estructural de oferta, lo que pasa específicamente por disponer de suelo, agilizar los tiempos y atraer nuevas formas de financiamiento”, señala.
Fue justamente en julio de 2022 que el titular del Minvu aseguró que el plan busca aumentar hasta un 113% la construcción de viviendas sociales por año. La estrategia elaborada por su cartera quiere abordar la demanda habitacional que existe en Chile, que se estima en 650 mil viviendas. Y entre sus principales objetivos estaba el de entregar 260 mil hogares -que lograría cubrir al menos 40% de la necesidad habitacional-, robustecer el uso de suelos y que el Estado recupere su rol en la planificación y gestión en conjunto con los gobiernos locales.
Con todo, hoy el ministro Montes señala que el avance ha sido satisfactorio. “El cumplimiento de las metas debe ser motivo de unidad, porque es entregar dignidad y una mejor calidad de vida a miles de familias que lo están pasando muy mal. Estamos sumamente conscientes de que la principal meta del plan es ambiciosa. Los números indican que vamos por buen camino, y si bien siempre se presentan dificultades, estamos optimistas de poder alcanzar la meta”, dice en relación a una de las prioridades más relevantes y ambiciosas que tiene el gobierno de Gabriel Boric y que busca una solución para las más de 81 mil familias que viven en campamentos en Chile.
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