Paula Narváez apuesta al despliegue territorial de cara a la consulta de Unidad Constituyente
Según dirigentes de los partidos que respaldan su candidatura, sus opciones se han afianzado en las últimas semanas. Sin embargo, la clave estará en los niveles de participación, lo que determinará si en los comicios termina pesando más el militante activo que el voto ciudadano.
Hace algunas semanas los equipos electorales de la campaña presidencial de Paula Narváez establecieron metas con el número de votos a movilizar en las 345 comunas del país.
El objetivo: “aceitar” la maquinaria de los partidos a los que representa -PS, PPD, PL y Nuevo Trato- a lo largo de todo Chile para aumentar las posibilidades de que la exministra socialista triunfe en la consulta ciudadana de Unidad Constituyente del próximo sábado 21 de agosto en la que se medirá ante Yasna Provoste (DC) y Carlos Maldonado (PR).
La meta preliminar que se fijó el entorno de Narváez de cara a la consulta es lograr -a lo menos- 200 o 300 mil votos. Y para conseguirlo se le pidió tareas concretas a todos los dirigentes partidarios a nivel nacional. Eso -asegura un cercano- ha movilizado a las bases y ha afianzado la confianza en la opción de la carta socialista que hasta no corre como favorita. Aún pesa que en ocho meses de campaña no lograra despejar en las encuestas.
“Fijar metas ha ayudado mucho”, dice un colaborador de la exministra, mientras que un senador asegura que “se ven muchas más redes en el territorio”.
“El partido ahora se puso con la campaña y los parlamentarios están trabajando”, afirma otro dirigente del PS, donde destacan el rol que asumió en la tarea territorial el senador Juan Pablo Letelier.
De cara a la consulta ciudadana, Narváez ha reforzado su despliegue. Hasta ahora, ha recorrido 13 regiones y decenas de comunas a lo largo del país y la próxima semana tiene previsto sumar más a la lista.
Según el senador Carlos Montes, quien está colaborando en distintos niveles con la campaña, la exministra “va subiendo y tiene opciones de ganar”.
“Lo más importante que ha ocurrido en estas semanas es que Paula se ha vuelto más conocida y, además, hemos podido dar cuenta de que tenemos un programa más elaborado que el resto de los candidatos”, sostiene el senador.
La misma mirada tiene la presidenta del PPD, Natalia Piergentili. “Ha ido de menos a más. Tener un programa robusto ha sido un punto de inflexión en este despegue. Se nota que hay mayor entusiasmo”, sostiene.
Esta semana sus equipos sostuvieron reuniones con dirigentes de todos los niveles, incluyendo a diputados y senadores, donde pese a que persisten críticas sobre la conducción, varios reconocen que hay una mejor disposición en las huestes socialistas y también entre quienes se mantienen respaldando su opción en el PPD.
“Hay una coincidencia en que el estado de ánimo de la gente que apoya la candidatura ha cambiado para bien”, dice en generalísimo de la exministra, Pablo Vidal (Nuevo Trato).
El ánimo que describen -e incluso reconocen quienes no están respaldando su opción- contrasta con el que había hace algunas semanas en el entorno de la presidenciable PS. Justo después de la primaria legal del 18 de julio, donde se impusieron Gabriel Boric (CS) y Sebastián Sichel (independiente) y cuando la consulta ciudadana de la Unidad Constituyente era incierta, algunos sectores del bloque emplazaron a la exministra a bajarse y respaldar a Provoste, quien sigue como la mejor posicionada, según distintos sondeos.
Más allá de la sensación de “repunte” de la campaña, en el comando de Narváez aseguran que la exministra habría obtenido cierta ventaja en la carrera con su par decé, quien se alza como la rival más fuerte de la competencia. “El tema aborto fue un golpe brutal a Yasna”, dice un dirigente del sector, aludiendo al rechazo de la iniciativa en la Comisión de Mujer de la Cámara Baja, con el voto Joanna Pérez (DC), hito que se dio luego de que la también líder del Senado afirmara que era partidaria de su aprobación.
Pese a eso, en el mundo que representa la socialista no todos están de acuerdo con la estrategia que ha desplegado en estas semanas de apuntar sus dardos hacia su par democratacristiana. De hecho, ha generado incomodidad en su equipo político estratégico, que no se reúne hace dos semanas, que decisiones como esas se estén tomando en un espacio distinto, donde tendrían mayor influencia figuras como Nicolás Eyzaguirre, Clarisa Hardy, Carolina Tohá y el propio Montes.
El fantasma de la participación
Si los factores que han aumentado el entusiasmo en la campaña de Narváez tendrán algún efecto en las urnas, es algo que está por verse y solo se confirmará el próximo sábado. Lo que sí es claro, según distintos dirigentes de la Unidad Constituyente, es que Narváez ampliaría sus posibilidades si es que la elección termina definiéndose por la capacidad de los partidos de movilizar al activo militante y no así por una amplia participación ciudadana.
“Si votan solo las estructuras partidarias aumenta las posibilidades de Paula. Si, en cambio, la elección logra entusiasmar a la ciudadanía, evidentemente, ahí aumentan las posibilidades de Yasna”, dice un senador del bloque.
Vidal, sin embargo, afirma que esa “tesis” no necesariamente es plausible en este nuevo escenario electoral. “Es difícil hacer cualquier tipo de pronóstico, las militancias, pero sobre todo los independientes, ya no se comportan como antes. Quizás antes ese cálculo podría haber sido razonable, pero no ahora. La elección está abierta”, subraya.
Los niveles de participación es un tema que preocupa no solo al comando de Narváez, sino que también al resto de la Unidad Constituyente, sobre todo, por la alta convocatoria que tuvieron las primarias legales, donde votaron más de 3 millones de personas.
Así, algunos han buscado por estos días bajar las expectativas. En el territorio, dicen en los partidos, es poca la gente que tiene claridad sobre el proceso. Además, temas como el clima, el hecho de que los comicios se realicen de forma atípica un sábado y en algunas circunscripciones se haya dispuesto un solo lugar de votación, harían complejo convocar a un grupo amplio de ciudadanos.
Y en eso algunos están más optimistas que otros. “Los partidos están muy deprimidos, va a votar poca gente, ningún partido tiene mucha capacidad de movilizar ni a sus activos ni tampoco a la ciudadanía”, dice un dirigente del PPD. Mientras que Vidal señala: “Una participación que supere las 100 mil personas es valiosísimo, pero nuestra expectativa es que sea mucho más que eso”.
Como sea, en el bloque aseguran que el debate de este domingo podría contribuir en generar mayor interés en la consulta y, asimismo, en marcar mayores diferencias entre los tres candidatos. Para eso, Narváez ya se está preparando.
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