“Nuestro país enfrenta un momento que es desafiante y hermoso (...). Les quiero decir aquí, desde la Plaza de Vallenar, que sí, acepto este desafío”. Con esas palabras, desde la Plaza de Armas de la ciudad donde nació hace 51 años, la presidenta del Senado, Yasna Provoste (DC), puso fin al misterio sobre su futuro y oficializó ayer su candidatura a La Moneda.

Lo hizo luego de visitar la que fue su escuela y en medio de un convulso escenario para definir a una posible carta única de la centroizquierda a la Presidencia.

En la antesala de su anuncio, los dirigentes de la Unidad Constituyente habían iniciado negociaciones cruciales para el futuro del bloque, las que anoche, tras una extensa reunión en la casa de la líder de la falange, Carmen Frei, sellaron un acuerdo: dirimir entre la senadora por Atacama, Paula Narváez (PS) y Carlos Maldonado (PR) mediante una primaria ciudadana y llegar así con una candidatura única para la inscripción del 23 de agosto.

“Los partidos de la Unidad Constituyente más el PL y Nuevo Trato hemos acordado realizar una primaria o una consulta ciudadana, eso significa que a través de este método participativo elegiremos a la candidata o candidato unitario de la centroizquierda. Está por determinarse si esta consulta ciudadana será presencial o digital y eso lo definiremos en las próximas horas”, informó el timonel PPD, Heraldo Muñoz, agregando que podrían sumarse independientes y, en caso de resolver su situación judicial, también lo haría Marco Enríquez-Ominami o Alejandro Guillier.

Mientras que su par del PS, Álvaro Elizalde, afirmó que “es muy importante que la definición democrática del liderazgo que nos va a representar en la elección de noviembre se realice con participación ciudadana. El acuerdo alcanzado hoy es un avance significativo para la unidad. Además, se conformará un equipo unitario para la elaboración del programa que nos represente a todas y todos”.

Según quienes conocieron de las intensas tratativas, Frei llegó a la reunión con la esperada definición de la DC. Advirtió que tenían aprensiones respecto de una consulta electrónica como se había evaluado previamente y planteó que, al tener ahora una candidata en carrera, se encontraban en condiciones de competir, en cambio, en una presencial. El PS y el PPD, según las mismas fuentes, habrían acogido el planteamiento, mientras que el PR manifestó reparos y quedó de consultar a su mesa para zanjar un compromiso.

Así, todos los detalles de la primaria de la centroizquierda deberían definirse este sábado.

Horas antes del acuerdo de los partidos, fue la propia Provoste quien había dado una señal en favor de una consulta ciudadana.

“Estoy disponible para cualquier mecanismo que sea abierto, democrático, participativo, que les dé garantías a los ciudadanos que participen de aquello”, afirmó en su discurso la senadora, cuyo acto se vio interrumpido por un grupo de manifestantes que pidieron la libertad de los denominados “presos de la revuelta”.

Posterior a su alocución, Provoste fue consultada por la prensa sobre qué pasaría con su militancia en la DC en su nuevo rol de candidata. “He señalado que esto es un proceso muy ciudadano y quiero agradecer a una ciudadanía que se ha expresado acá”, aseguró.

Entre sus cercanos reconocen que la militancia DC de la presidenta del Senado será una de sus debilidades con miras a la competencia por La Moneda y, por tanto, el hito fundacional de su campaña reflejó el desmarque de esa impronta. De allí que el acto que realizó en Vallenar contara con la presencia de líderes sociales y gremiales y no de dirigentes políticos tradicionales.

Ante el anuncio de Provoste, tanto Maldonado como Narváez valoraron sus palabras e insistieron en que los partidos debían acordar la realización de una consulta a la brevedad, considerando que queda un mes para la inscripción de la presidencial.

“Se ha formalizado algo que ya sabíamos”, dijo la socialista, a la vez que subrayó que “me parece muy bien que la DC tenga una candidata, me alegra mucho también que esté disponible para primarias ciudadanas. Espero, entonces, que ahora ella le pueda pedir a su partido que haga esa definición en las próximas horas y de esa forma comenzar esta nueva etapa para enfrentarnos a primarias ciudadanas, que nos permitan tener una candidata o candidato en noviembre”.

“Felicito y valoro disposición de Yasna Provoste para definir la candidatura de centroizquierda por un mecanismo democrático. Hoy debe quedar acordado y definido ese mecanismo, porque no hay más tiempo”, indicó, por su parte, Maldonado.

En la centroizquierda, cuando la opción de una consulta ciudadana aún no cuajaba, todo era incertidumbre.

Si bien tras los resultados de la primaria del domingo 18 -que dio por triunfadores a Gabriel Boric y Sebastián Sichel- en la falange se habían abierto a la opción de una primaria, en los últimos días se incrementó la presión desde ese sector, pero también desde el PPD, para que Narváez decline su opción presidencial en favor de Provoste.

En paralelo, esta semana, los dirigentes de la Unidad Constituyente recibieron un informe de E-voting -la empresa que podrían contratar para realizar una primaria virtual- en el que quedó clara la viabilidad técnica de una eventual consulta. Sin embargo, según distintas fuentes del sector, la idea seguía generando hasta ayer dudas tanto en el círculo estrecho de la líder del Senado como en la plana mayor de la decé. Para ellos, dicen quienes conocieron su postura, los riesgos de una primaria en que vote poca gente y con el problema adicional de que se hiciera con un padrón sin filtrar, eran demasiado altos.

Por lo mismo, al cierre de esta edición, la Unidad Constituyente se inclinaba por una primaria presencial. Esto, pese a que requiere de una mayor logística e irrogaría un mayor costo.

Antes de que se sellara el acuerdo, sin embargo, varios dirigentes del sector admitían que el fantasma de que los tres abanderados terminaran llegando a la primera vuelta era latente.

En el PS, por ejemplo, esa opción comenzó a instalarse a inicios de julio, justamente tras la fallida inscripción de las primarias legales, tras el veto del PC y el Frente Amplio al apoyo con que Narváez ya contaba a esas alturas por parte del PPD.

El primero en sincerar esa alternativa fue el senador Carlos Montes (PS). A él se han sumado otros en el partido, como Osvaldo Andrade, quienes habían señalado que de no haber primarias no quedaría otra alternativa. “Durante mucho tiempo hemos estado planteando las primarias y esperamos que la DC se abra”, afirmó el senador por Santiago ad portas de la cita de los timoneles.

“O hacemos una primaria o probablemente terminaremos con varias candidaturas en primera vuelta”, afirmó otro senador socialista que prefirió hablar fuera de micrófono.

Fue el mismo lunes que Narváez ratificó que seguiría en carrera y reiteró la necesidad de una primaria para arribar a una candidatura común, en un acto en que sus propios adherentes pedían a gritos que se inscribiera directamente a primera vuelta.

Pese a eso, en el PS también había quienes consideraban un error llegar divididos el 21 de noviembre y advertían que podría terminar dinamitando también la negociación parlamentaria del sector. A su vez, en el partido no descartaban que la base militante terminara respaldando a Boric o a la propia Provoste de haberse dado ese escenario.

Lo mismo podría haber ocurrido en sectores como Nuevo Trato y en el PL. En esas colectividades transmitían que, de haberse consolidado el escenario de la primera vuelta, habrían entrado en un proceso de reflexión en el que “todo estaría sobre la mesa”.

El convulso panorama en el sector se da, además, ad portas del consejo nacional del PPD, donde algunas voces pedían revisar el apoyo a la abanderada socialista.