Víctor Torres, superintendente de Salud: “Si se quisiera que las isapres cayeran, ya habrían caído”
La crisis y el debate en torno al devenir de la industria se han intensificado durante las últimas semanas, pues en los próximos días las aseguradoras deberán aplicar la rebaja GES. En ese orden, el exdiputado no niega la fragilidad del sector, ante lo que adelanta que se están buscando medidas para mitigar los efectos. Al mismo tiempo, asegura que existe una preocupación transversal por el posible colapso del sistema.
Quizás uno de los primeros apuntados en la crisis de las isapres fue el superintendente de Salud, Víctor Torres, quien como máxima autoridad del ente fiscalizador sanitario debió no solo aportar los aspectos técnicos a la discusión, sino que dar la primera cifra -US$ 1.400 millones- que adeudaba el sector a los afiliados por cobros en exceso. Luego del rol que le tocó jugar en el cálculo de la deuda de las aseguradoras tras el fallo de la Corte Suprema, las miradas de inmediato se posaron en él y en un monto que ha servido como referencia para el tira y afloja entre quienes discuten si reducirlo sería un perdonazo o no.
En medio de eso, el debate se ha intensificado y se ha tomado la agenda durante los últimos meses. Con dos fallos de la Suprema encima, último de los cuales mandata a las isapres a aplicar muy pronto las rebajas del valor por las Garantías Explícitas en Salud (GES), el funcionamiento del sector, según han advertido varios de los entendidos, cuelga de un hilo, con Torres como actor principal en la búsqueda -infructuosa hasta aquí- de soluciones.
¿Las isapres están exagerando o pueden entrar en incumplimiento una vez aplicado el fallo GES?
Hace algún tiempo que la industria ha estado pasando por momentos difíciles. Sin embargo, en el último semestre mostraron una leve mejoría como sistema. Eso sí, cuando tienes 10% o 12% de menores ingresos, podría generar un problema en el cumplimiento de los indicadores. No podría pronosticar si esto es en tres meses, o si va a ser efectivo, o si todas caen. Eso sería irresponsable de mi parte, pero es evidente que cuando hay menos ingresos, en la situación de fragilidad que está viviendo el sistema, se podría generar un escenario más complejo.
¿Podría asegurar que no va a caer ninguna isapre el próximo año?
Es que nunca he podido asegurar ninguna de esas cosas, porque no tengo una bolita de cristal.
Pero ahora es más probable.
Cuando hay un impacto de menores ingresos aumenta esa probabilidad. Hay que ver cómo se comporta la industria en los meses que vienen.
Es decir, las isapres no están exagerando
Es que nunca he planteado que están exagerando.
¿Evitar el colapso es una preocupación transversal en el gobierno?
Uno nunca puede buscar un colapso del sistema, incluso si quisiera reformarlo. Por supuesto que el sentido de responsabilidad lo que hace es que puedas garantizarles a las personas sus coberturas y buscar distintas alternativas para poder evitar que se genere un problema mayor. En eso el Ejecutivo ha actuado responsablemente.
¿En el gobierno son todos conscientes de lo que podría provocar un colapso del sistema privado?
Creo que la conciencia es plena. Si no hubiese conciencia, no habría habido proyecto de ley corta.
¿Entonces, desde el gobierno y la Superintendencia de Salud se está haciendo todo lo que está en sus manos realmente para que no haya una crisis del sistema de aseguramiento privado de salud?
Por supuesto que siempre hemos tratado de hacer todo lo posible y todo lo que está dentro de nuestras atribuciones para garantizarles a las personas su cobertura, sus atenciones, y evitar que cualquier efecto sobre el sistema se traduzca en problemas en las personas. Lo hemos hecho siempre y obviamente que en esta situación también hemos intentado hacer todo lo que podemos. Y de la misma forma el Ejecutivo, con el compromiso que ha demostrado al presentar el proyecto de ley -y luego indicaciones-, que además toman gran parte de las medidas que fueron planteadas por el Comité de Expertos.
Pero excluyeron la mutualización de la fórmula que propusieron los expertos, argumentando que no cumpliría con el fallo, siendo que hay abogados que argumentan lo contrario.
En estas materias siempre hay debate, pero el gobierno tiene que cerciorarse de que la salida que otorgue no sea una salida que termine rebotando en una nueva judicialización en la Corte Suprema. Y en este sentido, el ministro de Justicia ha sido muy claro al decir que la opinión del gobierno es que efectivamente la mutualización estaría fuera de los márgenes que estamos planteando, de cumplimiento del fallo, y por esa misma razón no ha sido considerada. Entonces, no es ideológico, tiene que ver fundamentalmente con un problema de corte jurídico.
Usted dice que el gobierno está haciendo todo lo posible para que las personas mantengan sus coberturas, pero ¿están haciendo todo lo posible para que las personas mantengan sus coberturas en el sistema privado o en el público?
Ya sea el sistema privado o público, el que elijan las personas, tenemos que garantizar la cobertura y la continuidad de las prestaciones. No está en disputa siquiera eso. Si el gobierno quisiera en alguna medida dejar caer el sistema, obviamente no habría hecho nada y no se habrían tomado medidas administrativas, ni se estarían discutiendo medidas legislativas.
Durante este proceso, ¿ha visto discutir dos almas?
Obviamente que uno puede tener percepciones distintas de cómo enfrentar el problema. Cuando tienes que cuadrar un círculo, obviamente va a haber muchas opiniones, porque es algo prácticamente imposible o muy difícil. Eso hace que las personas tengan opiniones distintas, y es legítimo. Yo no he visto nada distinto a que haya una discusión legítima para poder encontrar la mejor salida que cumpla con los parámetros que hemos planteado. Decir que aquí hay dos almas que se debaten sobre dos modelos diametralmente opuestos es una ilusión.
¿No hay una pugna entre quienes quieren dejar caer el sistema y quienes no?
No, yo no he visto nada de eso, porque si no, ya habría caído el sistema
Ha pasado un año desde que se dictó el fallo de tabla de factores y todavía no hay una solución.
Va un año desde que se dictó el fallo y que podría haber sido implementado de tal forma que si se quisiera que las isapres cayeran, ya habrían caído. Se ha demorado porque se busca una salida.
En el mejor de los casos, la ley corta se podría aprobar recién en abril. ¿Hay que tomar medidas más urgentes dados el fallo GES y la baja de ingresos que se genera desde enero?
Si efectivamente se requiere o no se requiere adelantar algunas medidas, es una decisión que se debe tomar en su momento, que obviamente no es de competencia nuestra, tiene que ver más bien con el ámbito legislativo, y en ese sentido tanto el Ejecutivo como el Legislativo tendrán que concordar algunas medidas si es que fuera necesario.
Dice que esas medidas se tomarán en su momento, ¿pero no es este el momento para hacerlo? Las isapres han dicho que tiene que estar en diciembre la solución.
Es que siempre es el momento, porque están en una situación compleja, entonces cada día puede ser el momento. El tema es que hay que medirlo de manera objetiva y en base a eso tomar definiciones. Lo peor que puede hacer la autoridad es tomar decisiones sin tener todos los elementos de juicio sobre la mesa, y nosotros tenemos que aportar esos elementos. Obviamente estamos en ese trabajo.
¿Podría haber en diciembre una solución?
No podría anticipar eso.
Para cumplir el fallo GES, ¿qué elementos se podrían adelantar de la ley corta para que salga más rápido frente a la inminente baja de ingresos que habrá desde enero?
Eso es lo que tiene que evaluar el Ejecutivo. Dentro de las indicaciones existen algunas medidas que son imputables al ICSA (Índice de Costos de la Salud), y es uno de los elementos que hay que evaluar si alcanzan a ser implementados antes o no de la publicación del indicador. Son elementos que hay que ir sopesando si son suficientes y si son posibles desde la perspectiva política. Hay varios elementos que hoy día están en discusión.
¿Qué tipo de medidas administrativas están preparando?
Estamos evaluando algunas que son de características extracontables. Algunas de ellas que han estado en funcionamiento durante toda la situación más crítica, y otras que también vamos a ver si pueden realizarse durante este tiempo. Estamos evaluando precisamente cuáles son. El único ejemplo que puedo dar es el pasivo contingente por el no cálculo preciso que puedan hacer las isapres sobre la deuda producto del fallo de tabla factores, que tiene vigencia hasta el 31 de diciembre. Hay que estudiar la posibilidad de extender esa misma circular, en el tiempo al menos en que podamos tener claridad de cómo se puede llegar a calcular la deuda, que es cuando finalmente salga el proyecto de ley, que podrá ser en seis meses o un año más.
¿Qué salida le ve a esta crisis?
Tengo la esperanza de que sí hay posibilidad de salir de la crisis, si no, no estaríamos en esto. Y hay que realizar todos los esfuerzos para superar la situación de tal forma que se pueda garantizar a las personas que no va a haber un impacto sobre ellos. Nos interesa muchísimo lo de las coberturas y la continuidad de la atención. Tanto así que ante la realidad de traspaso de personas a Fonasa, también se consideró en la ley corta el fortalecimiento a Fonasa.
¿La ministra de Salud debe tener un rol más activo?
La ministra Aguilera ha tenido el rol que le compete a un ministro de Salud y ha tenido una participación, a mi juicio, activa. Tenemos una comunicación bastante fluida y que ha terminado siendo bien virtuosa. Ella tiene que conducir esta discusión que es político-legislativa, representando al Ejecutivo, y nosotros hemos entregado todos los elementos que permiten mejorar la toma de decisiones desde lo técnico. Ha habido una buena complementación, y yo tengo una buena opinión de ella.
¿Su manejo político ha sido bueno?
Creo que sí. Ha conducido como corresponde un proceso que no es fácil, incluso para quienes puedan creerse más avezados en la materia.
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