Jugando a los soldados
En el pueblo de Stoianka, a pocos kilómetros de Kiev, la guerra está siempre presente para dos amigos: Andrii, de doce años,y Valentyn, de seis. Los dos vecinos excavaron su propia trinchera, desplegaron sus morteros de madera y montaron guardia en una torre ficticia lista para proteger su aldea. Un juego de niños que da cuenta de una terrible realidad a casi 100 días de la invasión rusa.
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