Clauvino da Silva, también conocido como "Baixinho", aprovechó una visita de su familiar a la cárcel de Gericinó para intentar salir con su ropa, una máscara de silicona y una peluca. No obstante, personal del lugar se percató del plan por el notorio estrés y nerviosismo del reo.

Se cree Baixinho pretendía dejar a su hija dentro de Gericinó, aunque las autoridades del centro aún investigan si la adolescente era cómplice.

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Tras el fallido escape, el narcotraficante fue transferido a una prisión de máxima seguridad y pronto enfrentará sanciones disciplinarias.

Da Silva formaba parte del Comando Vermelho, uno de los grupos criminales más poderosos de Brasil, que controla el tráfico de drogas en gran parte de Río.