El nuevo impulso de las Humanidades en la era digital y tecnológica
Pensar la sociedad sin escritores, historiadores, filósofos, poetas y pensadores pareciera ser inconcebible. Sin embargo, cada vez escasean más en un mundo que requiere respuestas desde el pensamiento crítico a las problemáticas de la sociedad, más allá de la técnica, la digitalización y la inteligencia artificial. El desafío de las Humanidades, en tanto, pasa por reestructurar su enseñanza en alianza con la tecnología, diversificar los rubros laborales y generar espacios de innovación, objetivos que se propone el nuevo Laboratorio de Humanidades de la U. San Sebastián.
¿Cómo alguien que estudió Filosofía, Literatura o Historia puede aportar con su visión al mundo empresarial o político? ¿Cuán necesario podría ser contar con la mirada de un filósofo para el desarrollo de la inteligencia artificial; o de un historiador en los planes y proyectos urbanos? ¿Son realmente importantes los literatos para el entendimiento del mundo y de nuestro espacio en él o nos bastará con los chats de inteligencia artificial? Estas y muchas otras preguntas surgen a la hora de pensar las Humanidades como lo hacían antiguamente.
Sin embargo, conciliar el mundo tecnológico y digital propio de nuestro siglo con la visión humanista del mundo pareciera ser cada vez más difícil.
Por ejemplo, el campo laboral de los humanistas generalmente está asociado a la docencia, a la investigación, a la escritura o a la edición; y cuesta encontrar perfiles asociados al estudio del hombre con el desarrollo de la innovación en empresas o en proyectos; y es más, el mundo pareciera mostrarse escépticos a la utilidad de los profesionales con formación en humanidades para desenvolverse en el mundo actual.
Para Klaus Droste, decano de la Facultad de Psicología y Humanidades de la Universidad San Sebastián (USS), “las Humanidades son importantísimas en la formación universitaria de nuestros estudiantes. Ellas nos abren un camino privilegiado para elevar la mirada más allá de la formación disciplinar, contribuyendo a descubrir verdades profundas y que puedan ayudar a orientar bien la vida, apreciar la belleza y hacerse grandes preguntas para poder mirar al ser humano, el mundo y la sociedad con una mayor sabiduría”.
Por otro lado, las cifras del Informe del 2023 de Matrículas en la Educación Superior en Chile, alertan del bajo desarrollo del área, pues el total de matriculados en Humanidades desde el 2019 al 2023 ha bajado de 9.206 a 8.748 estudiantes matriculados entre pregrado y postítulos (-5%). Este número es equivalente a un 0,7% de la distribución total de matrícula a lo largo del país, la cual corresponde a 1.249.401 estudiantes en la educación superior, dando cuenta del porcentaje en comparación con otras carreras como tecnología (26,5%), Salud (19,4%) o Administración y Comercio (18,4%).
Humanistas interpelados
Sin embargo, y aunque pareciera contradictorio, hoy más que nunca, los humanistas están siendo interpelados por la sociedad para ayudar a responder a las problemáticas sociales y culturales para formar parte activa de los debates de la sociedad.
En ese sentido, según el estudio “The Future of Jobs Report 2023″ de World Economic Forum, “el pensamiento analítico y el pensamiento creativo siguen siendo las habilidades más importantes para los trabajadores en 2023″, siendo el pensamiento analítico una de las habilidades fundamentales para las empresas y donde las habilidades cognitivas están adquiriendo importancia más rápidamente, reflejando la creciente importancia de la resolución de problemas complejos en el lugar de trabajo”.
Es por esto por lo que casos como el del musicólogo y filósofo chileno Gastón Soublette -actual Premio Nacional de Humanidades- continúan activos en la discusión política y social del país, incluso estando en una edad avanzada.
También se pueden mencionar a altos ejecutivos de empresas globales que se formaron en Humanidades, como Stewart Butterfield, licenciado y doctor en Filosofía, fundador de Flickr y Slack; Susan Wojcicki, licenciada en Historia y Literatura, exdirectora ejecutiva de YouTube; Jack Ma, licenciado en inglés, presidente de Alibaba; Carly Fiorina, licenciada en Historia y Filosofía Medieval, exdirectora ejecutiva de Hewlett-Packard; Steve Ells, licenciado en Historia del Arte, codirector ejecutivo de Chipotle; Richard Plepler, licenciado en Gobierno, exdirector ejecutivo de HBO; o el caso del especialista en caligrafía Steve Jobs, fundador de Apple.
Nuevas metodologías en las Humanidades
La decadencia actual de las humanidades es un problema complejo de analizar. Para José Manuel Cerda, historiador medievalista y académico USS, uno de los elementos primordiales para explicar este declive es la baja adaptación de las disciplinas humanistas a los cambios metodológicos de la enseñanza. “No se trata de cambiar la esencia de la disciplina, sino que adaptarse a las reglas del siglo XXI, las cuales necesariamente implican tecnología, digitalización y realidad virtual, entre otras”, afirma.
Uno de los ejemplos exitosos recientes es la naciente disciplina de las denominadas Humanidades digitales, que han dado un salto en este contexto de desarrollo técnico y digital, pues aplican herramientas de la inteligencia artificial para poder conocer el mundo, investigar, decodificar patrones, por lo que podemos tener acceso a sus investigaciones de manera cada vez más sencilla.
Nuevo Laboratorio de Humanidades USS
Frente a todo este contexto, José Manuel Cerda, junto a Klaus Droste han dado vida al nuevo Laboratorio de Humanidades de la U. San Sebastián (USS), el cual tiene como lema principal “la innovación en las Humanidades y las Humanidades para la innovación”.
“Cuando hablamos de innovación en las Humanidades, pensamos en que hay que llegar con el conocimiento en un formato que resulte comprensible a nuestra actualidad, tanto a los jóvenes como a los no tan jóvenes. Estamos en un siglo XXI intenso, álgido y veloz, que cuenta con muchísima información, pero que requiere de la sabiduría de las Humanidades; esa sabiduría de siempre, que viene desde la antigüedad, pero entregada en un formato distinto”, señala Cerda.
En tanto que Droste complementa que “el Laboratorio de Humanidades busca expandir ese espacio de encuentro con las Humanidades y la cultura, incorporando modos diversos y aprovechando las ventajas de la tecnología que imprimen un dinamismo y un alcance muy valioso en estos tiempos, abriendo a la creatividad, la innovación, la originalidad, la seriedad de un trabajo bien hecho y un nuevo modo de presentar el patrimonio cultural conquistado a lo largo de los siglos”.
Para este propósito, el nuevo Laboratorio de Humanidades USS se ha impuesto promover el impacto de las Humanidades en la sociedad y generar una empleabilidad más diversa para los humanistas egresados de las distintas carreras de Historia, Filosofía, de Literatura y Arte en Chile.
“Esto lo haremos a través de cinco dimensiones: la interdisciplina, las comunicaciones, el patrimonio, la tecnología y la educación, desde las cuales generaremos productos o actividades tales como conferencias, charlas, ciclos, consultorías, capacitaciones a diferentes instituciones públicas o privadas”, sostiene José Manuel Cerda, quien agrega que “este laboratorio será muy experimental, sin que tenga límites en su ámbito de acción, porque donde hay seres humanos trabajando o realizando una labor, ahí está nuestro impacto humanista y, por lo tanto, nuestro trabajo en el laboratorio”.
Una invitación que también extiende el decano Klaus Droste: “Invito a todos quienes quieran descubrir lo que hace el laboratorio y contribuir para difundir y compartir la riqueza de la literatura, el arte, la música, la filosofía, la historia, la ciencia a que se vinculen a este espacio que invita a elevar el Espíritu y aprovechar para el bien todas las bondades que tiene el avance de la ciencia y la tecnología al servicio un enriquecimiento auténticamente humano”.
Conoce el Laboratorio de Humanidades USS en el siguiente link.
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