Expertos afirman que Chile sí está en estanflación y proponen caminos para recuperar la economía

¿Es posible evitar la estanflación? Al parecer no. Estamos en uno de los peores momentos económicos, con un estancamiento de la economía y una inflación descontrolada que, a juicio de los expertos, hace que nos encontremos en un escenario donde para salir no bastan las medidas clásicas de política fiscal ni monetaria y donde se necesita un acuerdo país para implementar políticas procrecimiento.

Así lo plantearon en el conversatorio organizado por La Tercera y la Universidad San Sebastián, donde participaron Bettina Horst, Master Economía PUC, directora ejecutiva de LyD y consejera de la Alta Dirección Pública; Alejandro Micco, doctor en Economía U. de Harvard, académico U. Chile, ex subsecretario de Hacienda entre 2014 y 2017; y Alejandro Weber, MBA U. de Duke, decano Facultad de Economía y Negocios U.San Sebastián, ex subsecretario de Hacienda entre 2020 y 2022, que estuvo bajo la conducción del periodista Francisco Aravena, editor del podcast El Café Diario de La Tercera.

“Hoy en día configuramos el peor de los escenarios, con una inflación acumulada brutal de 13,1 por ciento en 12 meses. Esto implica que la canasta básica ha aumentado en un 17 por ciento en un año. Y cuando la mitad de los trabajadores gana menos de 460 mil pesos en cuanto a empleos formales, estamos en un escenario de profundo dolor para las personas”, indicó Alejandro Weber.

Al respecto, Bettina Horst, dijo que “el actual escenario y su proyección en el corto y mediano plazo son preocupantes, porque normalmente para los ciclos económicos las herramientas de políticas monetarias y de política fiscal operan de diversas formas, pero en un escenario de estanflación, las medidas para reactivar la economía son mucho más limitadas; entonces, hay que ver cómo aumentamos la oferta agregada: mayor crecimiento, inversión y generación de empleos. Y hoy en día esta discusión no se ve como primera prioridad”.

Alejandro Micco, por su parte, planteó que “lo clave de la estanflación es que el Estado queda sin sus herramientas principales. Pensemos en el Banco Central, que sube las tasas de interés queriendo bajar la inflación. Y lo hace para bajar la demanda y que la gente pueda comprar menos y así esperar a que bajen los precios. Pero con esto se baja la actividad, y para qué bajarla si ya está baja. Este es el peor escenario para aplicar políticas clásicas”.

Respecto de delinear caminos de solución al momento económico del país, Bettina Horst propuso que “ante este escenario debería tomar fuerza la focalización de apoyos a las familias que sí lo requieren. Es decir, priorizar el gasto, no como se hizo con los retiros de las AFP o las transferencias universales, medidas que nacieron como mociones parlamentarias tremendamente populistas en el contexto de un gobierno debilitado que no las pudo parar. Espero que la actual oposición con el gobierno sean capaces de conciliar la técnica con la política. Hay que remover barreras a las inversiones, bajar la burocracia, dar señales claras y certidumbre a los mercados, y eso es mucho más difícil que una reforma tributaria o entregar un bono”.

En esta misma línea, Micco manifestó que “una posible solución sería tratar de activar la oferta de bienes y servicios, porque si tenemos más bienes y la economía tiene la misma cantidad de dinero, obviamente caen los precios. Esto se puede hacer con un aumento de la participación laboral. Y por otro lado, subir la inversión en medio de un proceso constitucional, sin importar el resultado, aporta mayor incertidumbre a los mercados. La salida es compleja, porque -gane quien gane- va a dejar un país muy dividido y con mucha animosidad. También es complejo el aumento de la deuda pública al 45 por ciento actual, porque se gastó la capacidad del país que teníamos en ahorro durante los últimos 30 años, y creo que se les pasó la mano”.

Weber, en tanto, propuso que “para salir adelante se deben impulsar con fuerza políticas pro crecimiento, pro inversión y pro empleo. Esto se hace mejorando las reglas del juego a partir de un diálogo político técnico fecundo, y eso es de responsabilidad del Ejecutivo para buscar acuerdos y consensos de largo plazo que nos permitan volver a crecer y volver a confiar”.