La historia de la única estudiante chilena que obtuvo beca de Fundación Botín 2022

En 2019, María José Escobar cursaba el tercer año de Medicina de la Universidad San Sebastián (sede de Concepción) y, junto con otros estudiantes, dieron vida al proyecto denominado “Batas más fuertes”, que consiste en transformar las camisetas donadas por los equipos de fútbol o deportistas en batas para niños hospitalizados. Éstas se distribuyen en los diferentes recintos de salud de la región del Biobío con el fin de animarlos en su recuperación.

Hoy, el proyecto se transformó en una corporación que dirige María José, demostrando su compromiso social que cuenta con el apoyo institucional de la USS.

“Desde que entré a Medicina, corroboré mi vocación profesional. Siempre me gustó el área de la salud, porque vengo de familias de dentistas y médicos; crecí en ese mundo. He visto muchas veces cómo los médicos le cambian la vida a los pacientes de manera concreta y eso es lo que quiero hacer”, dice María José, quien se transformó en la única estudiante chilena en recibir este 2022 una de las 32 becas -de entre seis mil postulantes- que entrega el Programa Fortalecimiento de la Función Pública en América Latina de la Fundación Botín, institución española ligada a la familia que preside el Banco Santander.

Hace unas semanas partió rumbo a Bogotá, Colombia, para luego ir a diversas ciudades españolas y terminar su beca en Río de Janeiro (Brasil), un recorrido que culmina el 2 de diciembre.

La estudiante de medicina, como única representante de nuestro país y con el orgullo de ser parte de la San Sebastián, pretende, además, aprender, adquirir nuevas herramientas y fortalecer su vocación pública, una que, tal y como nos comenta, lleva en su ADN.

María José Escobar, hoy en sexto año de Medicina, relata en qué consiste y cómo consiguió ganar la importante beca de la Fundación Botín: “Esta beca busca alumnos de diferentes países de América Latina que tengan las mismas ganas de involucrarse y comprometerse con la sociedad para contribuir al mejoramiento de la función pública desde todos los ámbitos, armando, principalmente, proyectos de innovación en conjunto”.

Los participantes reciben formación en cinco áreas: políticas públicas, ética pública, creatividad e innovación, liderazgo y habilidades personales, y tendencias globales y sostenibilidad. El objetivo es ampliar el conocimiento de los estudiantes universitarios sobre los principales retos de la función pública y reflexionar sobre el rol del Estado en la actualidad. Todo esto, con integridad, proactividad y vocación de servicio.

La estudiante chilena, además, explica el proceso de cómo consiguió ganar esta beca: “La Escuela de Liderazgo de la sede de Concepción de la U. San Sebastián me llamó con el fin de proponerme postular a la beca. A pesar de que tuve algunas dudas al principio, debido a que el perfil se parecía al de una persona más humanista que científica, me llamó mucho la atención la idea de poder perfeccionarme para ampliar mis conocimientos en otras áreas para desarrollar de mejor manera mi vocación pública. Decidí arriesgarme y postular”.

Nos cuenta que “el proceso fue largo y difícil”, pues involucró charlas, realización de informes personales, entrevistas, debates y múltiples trabajos en equipo, siendo acompañada y apoyada por la Dirección de Relaciones Internacionales de la USS.

Para la futura doctora, quienes realmente quieren conseguir sus sueños, deben seguir adelante, siempre creyendo en sus capacidades y hacer las cosas bien. “Nunca pensé que iba a quedar entre tantos postulantes, pero si iba a participar, lo tenía que hacer bien. Creer y no desanimarse por las cosas que te dicen, que a veces son muchas, es el mejor camino. Ya en el proceso de postulación aprendí muchísimo de mí misma y de otros, y fue para mí muy enriquecedor”.

La beca Fortalecimiento de la Función Pública en América Latina no se queda solo en la teoría, ya que uno de sus principales atractivos es vivir la experiencia. Durante siete semanas los becados serán parte de encuentros tanto en España, sede madre de la Beca, como en Colombia y Brasil.

“Comenzamos en Bogotá, donde estuvimos principalmente en la Universidad de Los Andes. Luego, nos vamos a España, a Madrid, Santander, y realizaremos el Camino de Santiago de Compostela y, finalmente, en la Universidad de Salamanca. Para terminar, la última semana estaremos en Río de Janeiro, Brasil, para regresar a Chile a principios de diciembre”, cuenta María José.

Explica que en cada uno de estos países no solamente participará de clases, sino que en talleres, trabajos en equipo, visitas a instituciones públicas, entre muchas otras actividades, que tienen como fin que los estudiantes aprecien la función pública desde la óptica de los mismos servidores públicos, sino que también de un acompañamiento en el desarrollo de un Proyecto de Innovación que los mismos becados realizarán con el fin de responder a alguna necesidad de su entorno social a partir de los conocimientos adquiridos y planteados durante esta formación.

Esta beca, a María José le abre un mundo de posibilidades, pues podrá profundizar en temáticas como: Educación, innovación, desarrollo de proyectos, entre otras. “La diversidad de estudiantes, tanto en las carreras que estudian y nacionalidades, me motiva muchísimo, porque podré conocer los problemas de otros países y generar una red importante para futuros proyectos en común”.

Ahora, a María José solo le queda vivir esta increíble experiencia.