Nueva Clínica Jurídica gratuita a beneficio de la comunidad se instala en Huechuraba

“La principal limitación que enfrentan las personas con el Derecho es el acceso propiamente tal a la Justicia”, plantea Ronald Sánchez, abogado y director nacional de la Clínica Jurídica de la Universidad San Sebastián (USS). Son varias las razones que explican este problema, desde los tiempos que tardan las causas judiciales en lograr una condena, hasta el tema monetario que implica la asesoría jurídica o la contratación de abogados para las familias más vulnerables, siendo este último el que más prima. Sánchez plantea que muchas personas en Chile no poseen los recursos para poder judicializar los problemas que enfrentan.

Por eso, la puesta en marcha de una nueva Clínica Jurídica de la USS en Huechuraba, en la Región Metropolitana, permitirá que los estudiantes de Derecho de esta casa de estudios puedan aportar con su conocimiento en diversas áreas, como causas civiles, familiares y laborales. Si bien Sánchez explica que existen instituciones que dan asesoría jurídica gratuita, como la Corporación de Asistencia Judicial, son conocidas las listas de espera, lo que afecta que los casos lleguen a una respuesta jurídica. Así, la Clínica Jurídica USS es una herramienta y un aporte efectivo para satisfacer las necesidades de las comunidades, y para los estudiantes es una experiencia invaluable para el aprendizaje desde la realidad, en contacto directo con la gente, bajo la supervisión académica.

“La oportunidad que tienen nuestros estudiantes en esta iniciativa es inigualable, porque ellos pueden desarrollar y perfeccionar sus habilidades al mismo tiempo que entregan una ayuda muy necesaria para la comunidad, en este caso, de Huechuraba. Este es el resultado de la sinergia que queremos lograr desde la Facultad con la sociedad, y que permite que nuestros estudiantes puedan reflejar cabalmente el espíritu de la Universidad, que es formarlos como ciudadanos responsables y que sean un aporte a su entorno”, señala Gonzalo Arenas, decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.

El nuevo espacio en la comuna de la zona norte de la capital está ubicado en la Dirección de Desarrollo Comunitario de dicha municipalidad, ubicada en avenida Recoleta 5640, y se trata de la tercera clínica presente en Santiago, luego de Recoleta y La Florida, sumándose a las que existen en Valdivia, Puerto Montt y Concepción. En el caso de Huechuraba, son 15 estudiantes que ya están colaborando en la Clínica Jurídica USS en una comuna marcada por dos caras de la moneda.

“Huechuraba vive dos realidades. Hay un porcentaje de la población muy rica, pero también una población vulnerable. En la Municipalidad encontramos un socio estratégico, entendiendo que las personas recurren en primera instancia a ellos para los efectos de obtener ayuda o apoyo respecto de la solución de algún conflicto”, comenta Ronald Sánchez.

Si bien su inauguración fue reciente, ya son tres meses que llevan trabajando, abarcando un total de 350 atenciones. “Implica que estamos ayudando a 350 vecinos de la comuna en resolver dudas, en judicializar sus asuntos, en enfrentar juicios que ya están iniciados. También ayudamos a que el acceso a la Justicia sea más oportuno, porque descongestionamos la atención que realiza la Corporación de Asistencia Judicial que, por lo general, está siendo sobrepasada por las necesidades”, explica el académico USS.

A nivel nacional, más de 1.500 personas han accedido a la asistencia judicial en las seis clínicas jurídicas habilitadas por la USS. Fabián Ramos es uno de los estudiantes que ha ayudado a alguna de estas personas. Su trabajo en la Clínica Jurídica USS de Huechuraba le ha enseñado cómo es el día a día de los abogados, los compromisos que tiene con los usuarios, el trabajo y el estudio constante que conlleva esta profesión.

Como futuro profesional, relata uno de los casos más complejos que ha enfrentado en este tiempo. “Una usuaria llegó a la clínica porque busca volver a tener el cuidado personal de sus hijos”, tras haber perdido el cuidado de los menores producto de un consumo problemático de sustancias, teniendo que ceder dicha responsabilidad a su madre. “Ella continuaba con su consumo, hasta que un día se enteró que su hija menor había sido abusada”, menciona, siendo una situación que marcó un cambio, buscando estar presente en la vida de sus hijos.

Lejos de cualquier estigma, el estudiante USS ha tenido la responsabilidad de acompañar a esta mujer, viendo en este corto tiempo cómo ella realiza múltiples programas y procesos para calificar como apta para el cuidado personal de sus hijos, y también para controlar las adicciones que mantiene. Según lo vivido por el estudiante, la mujer ha demostrado cambios, lo cual se respalda gracias a informes entregados por la Oficina Integral de la Mujer y Género, como también el informe del Programa Terapéutico Residencial, de la Fundación Paréntesis y el programa Lazos Huechuraba.

“Cuando una persona quiere mejorar por sus hijos, y principalmente para sí mismo, las vías para ello siempre están y es responsabilidad de uno el hacerlo”, sostiene Fabián Ramos, quien junto a la académica Elena Núñez se encuentran realizando diligencias sobre dicho caso, sin entrar en más información, dada la privacidad de este, pero sí puede concluir que la usuaria mantiene su compromiso.

Nicole Guevara es otra de las estudiantes que va semana a semana a Huechuraba. Actualmente, se encuentra con alrededor de 20 causas activas, abordando diferentes temas que afectan a los vecinos de la comuna, desde temas de familia, civiles, posesiones efectivas, divorcios, pensión de alimentos, además de violencia intrafamiliar (VIF), vulneración de derechos o medidas proteccionales.

Dentro de los desafíos en los que se ha visto envuelta, la joven estudiante responde que, si bien la gran mayoría de los casos que ingresan a clínica son complicados o de difícil abordamiento, los que presentan mayor dificultad son los casos de violencia intrafamiliar. “Debemos abordar con los usuarios aspectos psicosociales, derivando muchas veces a centros de la mujer, como por ejemplo Fundación Emma, que prestan una ayuda importante a la comunidad”, dice, sumando, además, las causas por vulneración de derechos, ya que la gran mayoría de los usuarios de la comuna son familias en riesgo social, por lo que se hace recurrente este tipo de causas.

Nicole Guevara señala que como Clínica Jurídica USS han logrado utilizar las facultades que la ley les otorga para actuar y comparecer en juicios donde la misma ley les faculta aún sin egresar ni haber jurado, sino más bien con el cumplimiento de requisitos copulativos para esto. En ese sentido, la Clínica Jurídica funciona como parte fundamental del desarrollo del estudiante, siendo un acercamiento real de la vida laboral, sin dejar fuera las frustraciones o las complejidades de casos que están afuera esperando justicia.

“Se debe visualizar el ejercicio del Derecho en toda la amplitud de la palabra, entender desde un principio la responsabilidad que conlleva esta profesión, en relación con los distintos desenlaces que puedan ocurrir en un tribunal”, plantea Nicole Guevara. En su caso, al pertenecer académicamente en Derecho vespertino, se presenta un desafío mayor al combinar estudios con trabajo, ajustando horarios para responder a las necesidades universitarias. Sin embargo, ella dice sentir la satisfacción y la gratitud por parte de los usuarios, interiorizando aún más materias que no son de dominio regular.

La labor de los estudiantes seguirá, y frente a ello, Ronald Sánchez concluye que estos van en una muy buena senda para que, una vez egresados, tengan las herramientas necesarias para poder seguir ayudando a más personas.