¿Ciencia entretenida v/s ciencia aburrida?
"Cuando se dice que el conocimiento puede ser entretenido, implícitamente se asume que es material tedioso cuando no hay científico que no disfrute o se apasione con lo que investiga. El tema está en el cómo se presenta: la problemática está en la forma, no en el fondo", analiza el Dr. Iván Suazo, vicerrector de Investigación y Doctorados de la Universidad Autónoma de Chile.
Es innegable el rol que ha tenido la investigación científica para hacer frente a la pandemia por COVID-19. Pero no solo eso, el contexto también ha incentivado el interés de la población en los expertos y en comprender la ciencia.
Así lo respalda una encuesta publicada por Wellcome Trust, fundación centrada en la investigación de salud, en la que alrededor del 80% de las personas de 113 países consultados sostuvieron que confiaban en la ciencia «mucho» o «algo». Los autores del estudio señalan que las personas sin mucho conocimiento en la materia pueden haber ganado conciencia de su importancia durante la pandemia.
Al creciente interés de la sociedad actual de romper con las barreras que tradicionalmente han impedido que los avances científico-técnicos fueran conocidos por el público en general, se unen hoy una mayor oferta desde los medios de comunicación, Universidades y Centros dedicados a la investigación científica.
Impulso que desean apalancar desde el Centro de Comunicación de las Ciencias de la Universidad Autónoma de Chile, donde creen que el conocimiento es un bien público que debe compartirse. “Necesitamos estrategias de divulgación científica que apunten a la apropiación social del conocimiento científico, en este proceso, tanto el papel de la comunidad como de los investigadores resulta decisivo”, señala el vicerrector de Investigación y Doctorados de la Universidad Autónoma de Chile, Dr. Iván Suazo.
El Centro en sus tres años de funcionamiento ha creado más de un centenar de productos editoriales, gráficos y audiovisuales que tienen en común hacer accesible el conocimiento para todos, en un lenguaje sencillo y simple.
Entre ellos se encuentran programas de entrevistas a especialistas, el primer late show científico del país, feria virtual de ciencia y podcast científico, entre otros diversos formatos. «La entretención como recurso es válida para captar el interés, pero en su diseño debe incorporar el conocimiento, aportar desde la rigurosidad porque cuando algo que llama tu atención te haces preguntas y lo disfrutas»
A esto se suman libros de divulgación sobre el mundo microscópico de las bacterias y los virus, sobre la donación de órganos, energías renovables, y otros productos desarrollados por investigadores chilenos que, junto con el trabajo de diseñadores, editores y periodistas, dejan atrás las revistas científicas para “traducir” la ciencia acorde a los diversos públicos; desde los más pequeños hasta aquellos que están buscando actualizar en algún tema específico.
Tan grande ha sido el éxito de los productos editoriales que hace un año se formalizó la editorial Ediciones Universidad Autónoma de Chile, siguiendo en la lógica del conocimiento como un bien público «poniendo a disposición de la ciudadanía la investigación que se realiza en los laboratorios» señala Isidora Sesnic, su coordinadora editorial.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.