¿Cómo escoger el recinto médico para el parto?

Después de la inmensa alegría que produce confirmar la noticia de un embarazo, comienza un proceso en el que hay que prepararse para todo. Cambios hormonales, sensaciones nuevas, olores que nos comienzan a gustar y otros que no soportamos, ganas de comer a deshoras y un infinito etc. Pero pese a que vivimos algunas molestias durante ese periodo, todo es soportable cuando se trata de proteger a ese hijo o hija que está por nacer.

Durante los nueve meses no solo estamos acompañadas por nuestras parejas, familias, amigos, sino también por quienes asistirán nuestro parto: el ginecólogo y su equipo médico. Al respecto, el doctor José Andrés Poblete, Jefe de la División de Obstetricia y Ginecología de UC CHRISTUS señala que: “Las pacientes una vez que se embarazan inician el control prenatal, que deben hacerlo con un profesional de confianza, que ellas elijan por cercanía o referencia”.

Lo cierto es que una vez escogido el ginecólogo se inicia una relación de profunda confianza donde las dudas e inquietudes son resueltas por ellos. Ante la mínima sensación de inseguridad de la madre, ellos están 24/7 entregando contención y el juicio médico acertado. Por eso, es muy importante sentirse cómoda con el especialista y también con el recinto médico donde se realizará el parto.

Hoy, elegir la forma en que se da a luz, es decir, el tipo de parto, la temperatura y luminosidad de la sala, y los acompañantes, etc., son fundamentales para que ese momento tan íntimo sea recordado como una buena experiencia. Al respecto, el especialista manifiesta que: “Las pacientes están cada vez más informadas y efectivamente buscan un lugar que les ofrezca una atención integral acorde a sus expectativas. No todas las mujeres quieren tener un parto sin anestesia, por lo tanto, hay que darles la opción de lo que ellas desean. Es importante entregarles la seguridad”.

Es por eso, que para escoger el recinto médico donde se realizará el parto, el doctor José Andrés Poblete recomienda fijarse en algunos aspectos como:

Según el especialista el recinto debe contar con una urgencia de maternidad que tenga un ginecólogo y anestesista las 24 horas, unidades de cuidados intensivos neonatal, un neonatólogo y Banco de Sangre. “De esta manera, la paciente llega a un lugar donde se pueden resolver, de forma segura, aquellas complicaciones que se puedan presentar durante la atención del parto. Esos son los requisitos estructurales para que una paciente pueda tener un parto seguro”.

“Nosotros hablamos de que la paciente tenga un parto seguro y respetado, es decir, que le confieren a ella lo que se denomina la ‘experiencia positiva de parto’, esto es, entregarle seguridad en la atención tanto para la madre como para el recién nacido. Que se respeten y se den todas las condiciones para que la mujer tenga un parto lo más fisiológico que se pueda y ofrecer seguridad para tener, por ejemplo, un parto vaginal.

Para el facultativo es fundamental que el recinto ofrezca cursos de preparación para el parto donde se le entregue toda la información necesaria a la paciente.

Toda paciente debiera optar a hacer el recorrido por la maternidad del recinto y conocer si van a tener su hijo o hija en un pabellón o en una sala integral de parto. “En época de la pandemia, a las pacientes les realizamos recorridos virtuales por las maternidades de nuestra Red”, señala Poblete.

“Por ejemplo, en UC CHRISTUS tenemos una visión de promoción del parto vaginal, y eso significa propiciar una experiencia positiva. Las pacientes son acompañadas durante el trabajo de parto por quienes ellas elijan. “Es muy importante que esa persona esté en sintonía con los deseos de la madre”, explica el facultativo.

“Nuestras maternidades tienen una tradición de favorecer el contacto inmediato y piel con piel entre la madre y su guagua, eso favorece la lactancia , mejora la inmunidad . Ese es un sello de nuestra Institución”, sostiene Poblete.

De acuerdo al especialista, en la ‘clínica de lactancia’, las pacientes son capacitadas y supervisadas los primeros días después de haber tenido a su hijo (a), dependiendo de su habilidad y de lo que su médico les diga en el control con el recién nacido. “Además, todo el equipo tratante cita a la paciente entre los 21 y 28 días y en esa instancia son capaces de hacer el diagnóstico, por ejemplo, de un trastorno del ánimo”, señala Poblete.