La obesidad no es solo cuestión de peso
Por años, tanto pacientes como científicos redujeron el problema de la obesidad a un tema solo de nutrición. Pero desde hace un tiempo la evidencia muestra que su tratamiento debe involucrar una mirada multidisciplinaria, junto con la atención dedicada de sus pacientes, sus familias y el entorno.
Cuando uno piensa en tratamientos para la obesidad, tiende a relacionarlo con dietas y ejercicio. Y ese estigma o asociación directa a estos dos factores son algo con lo que deben luchar día a día quienes viven con obesidad. Pero lo cierto es que ya desde hace tiempo el tener obesidad es algo que va más allá de estas dos variables.
El estudio ACTION IO, que busca brindar más información sobre las barreras para el cuidado efectivo de la obesidad, revela que el 88% de los profesionales de la salud considera a la obesidad como una enfermedad crónica, cifra que en los pacientes se reduce solo a un 68%¹.
Y es que este enfoque estético que por décadas han tenido los tratamientos para regular el peso, le han restado de cierta manera la gravedad que realmente posee. La doctora María José Escaffi, médico internista y experta en nutrición clínica nos cuenta que la obesidad está vinculada al menos a 236 enfermedades, incluyendo 13 tipos de cáncer, problemas cardiovasculares, hígado graso no alcohólico, lesiones articulares, apnea del sueño, alteraciones de la microbiota, infertilidad, entre otras.
“Prácticamente si nombras una enfermedad puedo decir que está vinculada en algún grado a la obesidad”, nos explica. Y por lo mismo, su formación y experiencia laboral la ha convencido de que la obesidad no es simplemente un problema de peso, sino que posee múltiples dimensiones y, desde luego, múltiples soluciones.
Pacientes empoderados
Considerar a la obesidad desde una mirada multifactorial es un enfoque relativamente nuevo, pero supone considerar el estado del paciente como un todo, una combinación de factores que deben ser tratados por diferentes especialistas. Y esto es algo que le cuesta mucho entender a los mismos pacientes, quienes suelen ir en búsqueda de una fórmula mágica para disminuir de peso y nada más, pensando en tratamientos a corto plazo tratándose de una enfermedad crónica.
Pero la realidad, nos dice la doctora Escaffi, no puede estar más lejos de aquello. Lo cierto es que la obesidad es multicausal, tanto en sus orígenes como en sus consecuencias, y por lo mismo, requiere apoyo de todas las esferas del paciente que involucre tanto a sus médicos tratantes como sus familias, su entorno social y laboral.
Un ejemplo de esto tiene que ver con que una de las causas de la obesidad son los desórdenes alimentarios, que pueden explicarse por factores genéticos, metabólicos y/o psicológicos.
“A veces puedes ver a alguien que durante el día sigue su tratamiento, pero en la noche o en situaciones de estrés tiene unos atracones que lo desequilibran que muchas veces esconden por vergüenza o temor a la llamada de atención del médico que los trata. Y allí el acogerlos, el apoyo psicológico para entender por qué ocurren y remediarlos es fundamental”, nos explica.
Por eso, lo más importante dice la profesional, es nunca subestimar al paciente, ya que el tratamiento de la obesidad debe ser una tarea activa, de información constante y donde los pacientes no se sienten solamente a esperar resultados, que es como hasta ahora la sociedad ha retratado las expectativas frente a estos tratamientos y ojalá adopten un rol de participantes del proceso.
“Lo que tenemos que entender es que, como enfermedad crónica, la obesidad es algo que nos acompaña toda la vida y por lo mismo, lo esencial es siempre entregar información a los pacientes, educarlos y enseñarles un nuevo estilo de vida”, explica la nutrióloga. Y en ese escenario, tanto el apoyo familiar como la voluntad misma de cambiar son importantes.
De todas maneras, para no perderse en un mar de información, la recomendación de la doctora es primero acudir siempre a un médico especialista en nutrición, quien evaluará no solo la condición actual, sino que los factores de riesgos que está generando la enfermedad y desde allí, comandar la lista de acciones a seguir junto con otros especialistas, siempre dependiendo del caso. Pero el llamado es a no extrañarse cuando se necesite el apoyo de la psicología, la kinesiología o incluso de la propia familia a la hora de tratar la obesidad porque la realidad es una sola: ya no se trata solo de una cuestión de peso.
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