Pandemia potencia demanda por mascotas exóticas en Chile

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ILUSTRACIÓN: GABRIEL EBENSPERGER.

Las consultas veterinarias de animales exóticos han aumentado durante la pandemia hasta en un 30%, desde hurones y conejos, pasando por erizos de tierra y reptiles hasta los “virales” mini pig. Especialistas y doctores explican sobre las tendencias, cuidados médicos y en qué se deben fijar los interesados antes de adquirir una mascota exótica.



El período de pandemia ha detonado una creciente búsqueda de mascotas exóticas. Motivados por la necesidad de un menor espacio para mantenerlos, y también por compañía, conejos, erizos de tierra, hurones, cobayos, tortugas, ninfas cacatúas, roedores menores y reptiles como dragones barbudos y geckos son algunos de los animales que los chilenos están adoptando para tener en sus casas. Según estadísticas entregadas por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), las mascotas que tienen más solicitudes de ingreso a Chile son tortugas mediterráneas (Testudo hermanni), tortugas patas rojas (Cheloniodis carbonaria), Canarios (Serinus canaria), Iguana (Iguana iguana), Gecko leopardo (Eublepharis macularius) y Dragón barbudo (Pogona vitticeps).

Un estudio realizado por Adimark en 2018 ya daba cuenta de esta tendencia: un 5% de los chilenos, en esa fecha, eran tutores de una mascota exótica, frente a un 52% que declaró tener un perro y 25% un gato. Desde entonces, no han habido mediciones, pero la creciente vida en departamentos y los largos períodos de cuarentena han generado un aumento en las consultas y clínicas veterinarias para tratar a estos animales, afirman expertos consultados.

Desde la Clínica Mota Mascota, especialistas en atención de animales exóticos, plantean que en pandemia las consultas aumentaron en un 30%. “La gente, al pasar más tiempo con su mascota, se dio cuenta de cosas que no veía en la rutina anterior. También ha habido un aumento por necesidad de compañía y la gente ha preferido a los exóticos, que ocupan menos espacio y se gasta menos en alimentación, frente a perros o gatos”, revela Natalia Parra, directora médica de animales exóticos.

Nataly Díaz, profesora de la Universidad Andrés Bello de Medicina Clínica de animales no convencionales, explica que es una realidad que ha habido un aumento en la búsqueda de mascotas exóticas como los hurones o conejos. “Con la pandemia se produjo un fuerte aumento en la consulta veterinaria de este tipo de animales. La gente que los tiene no sabe que existen especialistas y rebotan en veterinarios que no son de la especialidad y eso hace más patente esta demanda”, comenta.

La especialista de UNAB, que trabaja en el Hospital Veterinario SOS Buin Zoo -con la cual la Andrés Bello mantiene un convenio-, solo atiente animales exóticos: aves, reptiles (tortugas, lagartos) y mamíferos no domésticos como hurones, conejos, cobayos, ratones, jerbos y hámsters, principalmente. De todas estas especies, antes de la pandemia hubo una explosión en la importación de reptiles como los geckos, una lagartija que se ha permitido la reproducción en Chile por parte del SAG. También subió la búsqueda de dragones barbudos, que se han hecho famosos por virales y que también cuentan con permiso de reproducción. Antes estaban de moda las pitones birmanas, que llegan a medir 6 o 7 metros, pero su búsqueda ha bajado bastante.

¿Qué dice la normativa sobre las mascotas exóticas? La ley 19.473 no tiene una definición específica, pues más bien se trata de un término de uso común que busca diferenciar a estas especies de las que tradicionalmente se han considerado mascotas, como son perros y gatos. De acuerdo con lo establecido por el Ministerio de Medio Ambiente, “podemos decir que las especies exóticas son aquellas especies foráneas que han sido introducidas fuera de su distribución natural, es decir, corresponden a aquellas especies cuyo origen natural ha tenido lugar en otra parte del mundo y que por razones principalmente antrópicas han sido transportadas a otro sitio (voluntaria o involuntariamente)”, explica el jefe de la división de Protección de los Recursos Naturales Renovables del SAG, Felipe Avendaño.

Extremar los cuidados

Para los crecientes interesados en tener alguno de estos animales exóticos, la doctora y profesora de UNAB, Nataly Díaz, es enfática sobre los cuidados: “Es muy distinto a tener perros o gatos. Tienen una comunicación corporal muy distinta a las mascotas habituales”. El primer consejo para ellos es “averiguar dónde lo van a conseguir, que sea un lugar establecido, que cumpla con los certificados de origen, sobre todo en hurones, reptiles y aves. Un documento que avale que el animal no proviene de tráfico, que se reprodujeron en cautiverio, bajo estándares de bienestar y salud y pasaron por cuarentena antes de ser vendidos a las personas”.

Luego, plantea que antes de llevarlos a casa, deben pasar a consulta con un especialista en animales exóticos para interiorizarse sobre la alimentación y ambiente. “El 80% de los pacientes que llegan a la consulta, es por temas inadecuados de dieta y ambiente: malos hábitats, sustratos, comida. Ir al veterinario en ese momento es crucial”, apunta la doctora.

La profesora de UNAB de Medicina Clínica de animales no convencionales agrega que animales de granja como gallinas, cabras y ovejas también están siendo elegidas como mascotas por cientos de familias. “De aquí a cinco años más vamos a tener una medicina de rumiantes mucho más desarrollada”, explica. En esa línea también entran los mini pig, una especie de cerdo pequeño bastante carismático y que se ha convertido en tendencia por redes sociales de estrellas como Miley Cirus, Megan Fox, George Clooney, Victoria Beckham o París Hilton, entre otros. “Son muy inteligentes. Cuando la gente empieza a interactuar con animales de granja se dan cuenta de esas características y de ahí el boca a boca, los virales. Va a ser una mascota habitual en Chile”, agrega la veterinaria. En Chile existe un criadero autorizado, Juliana, y pueden llegar a pesar alrededor de 40 kilos. Pueden llegar a vale alrededor de 2 millones de pesos y hay lista de espera para conseguir uno.

Pese a la tendencia en alza por animales exóticos, los médicos veterinarios especialistas todavía no son muchos en el país. La asociación de médicos veterinarios de animales exóticos AMVAE los reúne desde 2013. Allí están todos los especialistas y qué clínicas están atendiendo. Las mascotas exóticas no están contempladas para ser protegidas de abandono o malos tratos. La llamada Ley Cholito no los incluye y la asociación se ha preocupado de buscar esa integración.

Natalia Parra, directora médica de animales exóticos de la clínica veterinaria Mota Mascota cuenta que recibe alrededor de 30 pacientes exóticos diariamente, entre consultas y urgencias. “Llegan muchos erizos de tierra africanos, conejos, cobayos, hurones, hámster y algunos reptiles”, señala. Explica que las patologías que en este tiempo son más frecuentes son los animales con hipotermia. “No siempre nuestro clima es adecuado para ellos”, advierte. “Los médicos veterinarios debemos entregar las herramientas para una buena tenencia. Un 80% de las enfermedades en animales exóticos es debido al mal manejo del ambiente o la nutrición”, comenta.

Unos animales que sufren temas ambientales son los erizos de tierra, de los exóticos más buscados en los últimos años. La doctora Natalia Parra dice que ellos sufren por hipotermia, y eso sucede porque los dueños no se dan cuenta que, durante la noche, las temperaturas bajan muchísimo y lo que ellos creen adecuado no lo es para ellos, que deben estar a un mínimo de 24 grados. “En la noche se debe mantener esa temperatura”, aconseja. A los hámster también les pasa y la consulta preventiva es fundamental. También es necesario saber que muchas de las mascotas exóticas, en general, no viven muchos años y a veces se compran pensando que son jóvenes y ya son adultos y los dueños no lo saben.

Entre los motivos de consulta abundan erizos de tierra que se estrangulan las patas con pelos y que pueden terminar amputados. También hurones, popularmente conocidos por su carácter entretenido y dócil: “No deben estar sueltos en casa, deben estar en jaula. No miden el miedo y muchas veces se caen de los balcones, se envenenan. Todo lo quieren probar. Llegan muchos casos con cuerpos extraños”, explica Parra.

Si alguien quiere tener una mascota exótica, los expertos concuerdan que hay poca información y a veces se venden algunos que no son los ideales para vivir en un departamento. Hay conejos que comen solo verduras y zanahorias o solo pellet y eso genera pacientes obesos o con sobrecrecimiento dental severo, porque deberían comer heno. La gente que los tiene, apuntan los especialistas, deben informarse, con ayuda de un veterinario.

Resguardos ante el tráfico ilegal

Hernán Troncoso, veterinario y gerente de operaciones de Pet&go, dice que existe un aumento en la búsqueda de este tipo de mascotas, pero la disponibilidad ha variado. Del total de mascotas que venden, los pequeños animales representan sobre el 50%, indica. “Como empresa creemos que ha habido mayor disponibilidad de mascotas por medios digitales. Pero para nosotros el foco es el bienestar animal y es fundamental que la venta sea de forma presencial, con la entrega de las directrices de cuidado de la especie y sus patologías”, dice Troncoso. Luego agrega: “Hay mucha venta informal de este tipo de mascotas, que muchas veces no se entregan en las mejores condiciones ni con los cuidados adecuados. En el mercado informal está el afán de vender, pero no necesariamente de informar y aconsejar sobre recomendaciones y guías de cuidado”.

Nicole Salaberry, académica de medicina veterinaria UNAB y directora de la Unidad de Rehabilitación de Fauna Silvestre UNAB/Buin Zoo (UFAS), advierte que a su centro llegan las mascotas exóticas que la gente tiene y que vienen de tráfico ilegal de fauna silvestre. La tortuga de tierra argentina es un ejemplo. “A veces la gente piensa que tiene un animal de fauna silvestre en su casa y cree que lo está ayudando y no se dan cuenta que son parte del tráfico ilegal”, comenta.

Los animales que más ingresan en esa condición son el loro choroy, loro cachaña y tricahue, además las tortugas de tierra argentina. Otros animales que han encontrado es la serpiente de cola larga e iguana chilena. Por eso es tan relevante averiguar si los animales tienen resolución del SAG, si está individualizado con un chip, un anillo y siempre comprar en establecimientos oficiales, explica Nicole Salaberry.

En esa línea, hay mascotas que no son aptas para niños pequeños. Los reptiles, por ejemplo, no son adecuados, porque tienen enfermedades como la salmonella. Los hurones de criaderos chilenos son bastante mordedores y para niños menores de 4 años pueden ser peligrosos. Nataly Díaz, médico veterinario y profesora de la UNAB de Medicina Clínica de animales no convencionales, dice que entre los animales que la gente no debería tener, porque no son legales su tuición, son las tortugas de tierra argentina, “que acá se vendían mucho hace 40 años sin ninguna restricción, entonces hay gente que todavía las tiene y que llegan muy mal a la consulta veterinaria. Esos animales deben pasar a centros de rescate para tener mejores condiciones ambientales y nutricionales”.

El jefe de la división de Protección de los Recursos Naturales Renovables del SAG, Felipe Avendaño, aconseja que una vez que se tiene clara la especie que se quiere comprar, se debe buscar un lugar de venta que se encuentre inscrito en el Registro Nacional de Tenedores de Fauna Silvestre del SAG, asegurándose que le entreguen junto a su boleta la información que acredite el origen legal del ejemplar que se está comprando. “Todo tenedor de animales exóticos debe tener claro que sus mascotas no pueden ser liberadas al medio ambiente, ya que este acto puede afectar a los animales nativos chilenos y además es considerado un delito según la Ley de Caza”, advierte.

Macarena Mellico, es tutora de dos cobayos, Lautaro y Weichafe, que incluso tienen su instagram (@weichafe.y.lautaro). Ella explica que Weichafe llegó a su vida hace cinco años, cuando un cercano se lo entregó para que lo cuidara. “La primera semana que partí como su tutora, lo llevé al veterinario y me dijeron que no estaba en las mejores condiciones: tenía piojillo, lo habían destetado prematuramente y todavía tenía parte de su cordón umbilical en el cuerpo”, cuenta. En ese tiempo ella no sabía sobre necesidades y cuidados que requerían los cobayos, pero a través de grupos de internet y con la información de los veterinarios, pudo avanzar.

Mellico cuenta que con los años investigó más a fondo sobre los cuidados que requiere esta especie y se enteró que eran animales gregarios y que eran mucho más felices con otros de su especie. Por eso, en 2019 adoptó a Lautaro, a través de una fundación de rescate de animales exóticos (www.pequenaspatitas.cl). Ambos viven de manera libre, sin jaulas, en su casa.

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