Premios PAU 2023: Un reconocimiento a las obras que abren acceso a las oportunidades
La categoría "Mejor Proyecto de Integración Social" busca relevar aquellos espacios que conjugan excelentes viviendas con buena conexión y cohesión social, está nuevamente presente en los Premios Aporte Urbano. Aquí, la exitosa experiencia de tres proyectos premiados.
“Aquellos proyectos que tienen buenos accesos, buen transporte, buena infraestructura urbana, deberían estar al alcance de todas las personas. La integración social no significa sólo mezclar personas, sino también sectores productivos”.
Con estas palabras, Cristóbal Prado, director del Premio Aporte Urbano (PAU), destacaba en una entrevista hace algunas semanas la importancia de reconocer a los proyectos de construcción que incorporan en su diseño la buena calidad de vida y, a su vez, el acceso a buenas oportunidades laborales, de educación, salud y recreación.
Por eso, la categoría Mejor Proyecto de Integración Social es nuevamente parte de la novena edición de los PAU, que este año está organizado en conjunto por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), el Ministerio de Obras Públicas, el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, el Colegio de Arquitectos, la Asociación de Oficinas de Arquitectos y la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios.
En las bases del PAU 2023 se hace hincapié en que la integración social es uno de los cinco ámbitos prioritarios de la Política Nacional de Desarrollo Urbano. Una categoría que apunta a “premiar aquellos proyectos que no sólo contribuyan a disminuir el déficit de viviendas, sino que también estén bien localizados y conectados y contribuyan a disminuir la segregación urbana, entregando condiciones básicas de calidad de vida a todos sus habitantes y fomentando la cohesión social”.
“El Premio Aporte Urbano reconoce la importancia de una obra cuando logra resolver un problema colectivo, público, porque solo así tiene sentido para las personas y la ciudad”, dice el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes. “Este énfasis coincide con el sello que estamos imprimiendo a los proyectos del Minvu, con el fin de alcanzar ciudades más justas para todos y todas”.
“Esta categoría es una de las más importantes”, agrega Paola Jirón, presidenta del Consejo Nacional de Desarrollo Territorial. “Premia la localización, cercanía a servicios y oportunidades, pero también adquiere un gran valor por el rol que la comunidad tiene en el desarrollo del proyecto”.
Los ejemplos a seguir
¿Qué significa la integración social en la práctica? Una forma de aterrizar este concepto es revisar algunos de los proyectos premiados en versiones anteriores del PAU.
Uno de ellos es el ganador de la categoría en 2020: el Plan Maestro Las Viñitas, en Cerro Navia; una obra mandatada por el Minvu y ejecutada por la constructora OVAL. En total, más de 35 mil metros cuadrados emplazados en los terrenos de la ex población Las Viñitas, expropiados por el ministerio en 2013.
En ese entonces, Las Viñitas era un sector habitacional crítico: sus espacios públicos estaban altamente deteriorados, no había áreas verdes ni equipamientos y además sus habitantes vivían en condiciones de hacinamiento. Luego de la ejecución del plan maestro, no sólo se desplegó una oferta de viviendas de buena calidad, sino también orientada a integrar a distintos grupos socioeconómicos en una misma zona, con el fin de darle un nuevo valor al suelo y lograr cohesión social.
En 2021, el ganador fue el proyecto Barrio Maestranza UKAMAU, que nació de una demanda del comité de vecinos UKAMAU, de Estación Central: una iniciativa pionera que partió de la necesidad de los habitantes de este territorio por establecerse en un barrio con buena calidad de vida, y no de una oferta del MINVU o de alguna constructora.
“Ellos estuvieron años consiguiendo el terreno, subsidios y trabajando en el diseño del conjunto, así como también lo han conseguido otras organizaciones. La integración social no solo contempla la vivienda, además, pone especial énfasis en un diseño que reconoce la importancia del espacio público para la comunidad y las necesidades de sus habitantes en labores de cuidado”, cuenta Paola Jirón.
Finalmente, este proyecto se construyó en terrenos en desuso de la Empresa de Ferrocarriles del Estado, en conjunto con Serviu RM y los arquitectos Cristián Castillo, Emilio Becerra y Pamela González.
En 2022, en tanto, el premio se lo llevó el Condominio Alto Tobalaba, construido en lo que antes fue un basural en La Florida: un conjunto habitacional también mandatado por el Serviu a la Constructora Oval, que beneficia a 160 familias que tienen departamentos de calidad y con excelente conexión con el comercio, transporte y servicios.
Alto Tobalaba destacó por ser un proyecto desarrollado desde su concepción por la constructora en conjunto con la comunidad, cuya opinión fue tomada en cuenta para el desarrollo de los distintos tipos de departamentos a construir.
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