Dos en una
En una típica casa de tres pisos de un condominio ñuñoíno, los arquitectos Elodie Fulton y Matías Ábalo realizaron una reforma otorgándole todo el protagonismo a la conexión de espacios y a la iluminación.
Todos los días, como vecina de Ñuñoa, camino por la calle Echeñique y siempre me ha llamado la atención un típico condominio de los años 90, donde hay cuatro casas de color celeste que están blindadas por una reja y un frondoso árbol. Una fachada que no dice mucho y más que todo, intriga. Gracias a la ayuda del gestor inmobiliario, Francisco Vicuña de Estilo Urbano, por fin pude conocerlo por dentro y constatar, a través de una de las casas, lo que mi imaginación había anticipado.
Entramos por un costado, donde una gran puerta deslizante de bambú cubre todo un ventanal que a su vez permite el acceso a la cocina-comedor y living. En ese lugar fue donde conocí a los propietarios: la fotógrafa Andrea de Simone y el músico Coti.
La pareja vive hace 13 años en el condominio, en un principio en la primera de las cuatro casas, años después, la vecina de la casa dos se fue y aprovecharon de comprarla. En ese momento surgió la idea de unir las dos construcciones.
Con este propósito en mente llamaron a los arquitectos Elodie Fulton yMatías Ábalo para que hicieran el proyecto que tanto ansiaban. Casi dememoria, elmúsicome explica cómo fusionaron las dos propiedades: “Lo que es actualmente el living, antes era la sala, el comedor y la cocina de la primera casa. Lo que hoy es la cocina, era el living, comedor y cocina de la casa dos. En el segundo piso, donde está el dormitorio, existían dos piezas, un clóset y un baño, y lo más entretenido es que donde actualmente hay una terraza estaba el dormitorio principal de la casa uno”.
Los requerimientos de esta remodelación fueron varios: espacios libres, funcionales y con iluminación de calidad. Es por ello que todas las paredes se pintaron blancas y se proyectó una serie de ventanas en diversos tamaños y formas.
Por la profesión del dueño de casa, se consideraron salidas de audio para poner música en todos los sectores de la casa y, por si fuera poco, casi como una casualidad -como explica Andrea de Simone- los muros tienen una buena aislación. “Cuando mi marido trabaja en su música no se escucha nada afuera”.
Para el dueño de casa, hay dos espacios que lo cautivan: uno es la amplia cocina, donde se puede transitar cómodamente y tener todo a la mano, la otra es la terraza que la define como el “highlight” de su propiedad. “Tiene buena vista, es espaciosa y tiene privacidad porque no se ve nada desde afuera”, comenta.
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