El zapallo de mi zapallo
Es tiempo de aprender a recolectar semillas de las frutas y verduras que estamos consumiendo en casa. Un ejemplo es lo que nos pasa cuando cocinamos zapallo y botamos sus pepas al limpiarlo. Ahora te proponemos una mejor idea: multiplícalo. ¿Cómo? Semilla lo obtenido del desecho y prepárate para comenzar con tu propio huerto a partir de lo que antes quedaba en el tarro de la basura.
Empieza a entrar el otoño y con él las ganas de prepararnos una rica sopa de zapallo. Lo común es trozar la calabaza, sacarle las pepas y ponerla a cocer. Pero aquí es donde queremos detenernos y hacer un cambio con lo que tenemos destinado para ser desechado. Una buena idea es multiplicar lo que comes y ocupar sus semillas y aventurarnos a plantar nuestras propias verduras. Lo importante es que el zapallo que estemos usando sea orgánico. "La idea de extraer nuestras propias semillas es que conocemos su trazabilidad y vamos 'limpiando' su esencia temporada tras temporada. Esto quiere decir que cultivo tras cultivo vamos limpiando las semillas y las vamos convirtiendo cada vez más en una semilla orgánica y libre de químicos", explica Andrea Salas, de Flor de Cocina. ¿Cómo hacerlo?, ¿qué necesitas? y ¿cómo mantener a raya las plagas? son algunos de los datos que aquí encontrarás.
SEMILLAR
Proponemos usar la semilla del zapallo porque la comemos en esta época. Para esto Andrea Salinas, de Flor de Cocina, @flor_de_cocina, nos cuenta cuáles son los pasos para extraer las semillas directamente:
1.Una vez madurado el zapallo, desprender las semillas con una cuchara, no importa que algunas salgan con algo de pulpa.
2. Ponerlas en un colador y lavarlas bajo un chorro de agua, desprendiendo lo que haya quedado de la pulpa. Dejarlas estilar y repasarlas bien con la mano para asegurar que estén bien limpias y sin restos de pulpa. Si sientes una textura viscosa no te preocupes, eso está bien.
3. Estirarlas sobre una toalla de papel y cubrir con otra igual. Hacer presión para ir secándolas. Luego ya secas, esparcir sobre una bandeja (ideal con papel de diario abajo) y dejarlas secar al aire libre, sin sol directo. Cuidar que las semillas no te queden amontonadas, ya que pueden acumular humedad y generar moho.
4. Pasado unos días, cuando estén bien secas, retirar y guardar en una bolsa de papel. Anotar la variedad y la fecha. Y guardarlas en un lugar frío, seco y de poca luz.
PREPARA EL SUELO
La idea es que esta semilla que guardamos en otoño ya en septiembre podamos plantarla y así disfrutarla el próximo otoño. Para eso lo más importante es preparar bien el suelo. "El trabajo de fertilización y abono se hace sobre el suelo, la tierra. Abonamos la tierra y con eso nos aseguramos plantas fuertes, sanas y nutritivas", cuenta Andrea Salas.
PASO A PASO:
1. Picar la tierra. Removerla para airearla y descomprimirla. Aplicar materia orgánica, ya sea compost o también puede ser humus.
2. Regar para que la tierra esté bien mojada al momento de la siembra o trasplante.
3. Luego aplicar el mulch o acolchado de materia orgánica, que se puede hacer con hojas secas, o comprar fardos de paja y aplicar, o comprar mulch listo para llegar y poner. "Para mi gusto es el rey del huerto orgánico. Es el que nos ayuda a proteger nuestros cultivos de las altas temperaturas y también de los fríos extremos. Este acolchado también evita la aparición de malezas, ya que evita el paso del sol en los lugares donde no hay un cultivo. Y adicionalmente, al descomponerse ingresa al suelo como carbono, aportando así elementos que nutren aun más la tierra", cuenta Andrea Salas.
4. Con esto ya estamos listos para sembrar la semilla que va directo a la tierra. Ideal hacerlo en la tarde para que use la noche para adaptarse a la tierra.
PLANTAR LAS SEMILLAS
Se necesita un mayor espacio de cultivo ya que son plantas grandes, que crecen mucho antes de dar el fruto final, el cual también requiere un espacio importante.
- Se recomienda sembrar directo al suelo o en bancales grandes donde destinemos uno solo para un cultivo.
- En este caso las semillas se siembran aproximadamente 2 veces su tamaño hacia abajo de la tierra (aprox. 2 cm de profundidad) y separadas una de otra por lo menos unos 1,2 a 1,5 m.
- Sembrar y regar con abundante agua para incentivar su germinación.
CONTROL NATURAL DE PLAGAS
Para cada plaga existen métodos naturales para combatirlas y aquí María Inés recomienda algunas especies que serán un aporte al sumarlas a nuestro huerto:
- Albahaca: Repelente de insectos en general.
- Ruda: La ruda es una buena planta para tener en nuestro huerto urbano, ya que también repele moscas y mosquitos. Se utiliza también en maceración, para pulverizar plantas atacadas por pulgones.
- Romero: Repele las plagas que atacan repollos y zanahorias y atrae las abejas.
- Manzanilla: Atrae insectos benéficos y se usa como insecticida contra pulgones.
- Orégano: Contra hongos y diversas especies de insectos.
BICHOS BENEFICIOSOS
Es un hecho que el uso de insecticidas ha causado una gran alarma mundial "por sus efectos ambientales y en la salud de las personas; estos están siendo sustituidos por insecticidas ecológicos en el cultivo de un huerto orgánico", dice María Inés Elorza Marcos, diseñadora paisajista independiente de la Universidad de Chile con 23 años de experiencia profesional en la Municipalidad de Santiago.
- Chinita: Es el principal depredador de pulgones y ácaros.
- Ciempiés: Depredador por excelencia, se alimenta de insectos dañinos para nuestras plantas.
- Crisopa: Destructor número uno de la mosca blanca.
- Mantis religiosa: Come todo tipo de insectos. Se debe controlar su población ya que también devora insectos beneficiosos.
- Avispa: Las avispas son grandes consumidoras de larvas de insectos dañinos.
María Inés Elorza Marcos: mariaineselorza@hotmail.com, Andrea Salas: www.flordecocina.cl
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