Entre la playa y los cerros

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Una casa contemporánea, con una imagen industrial y detalles cálidos, saca de la rutina al clan Moncada Abasolo, quienes cada vez que pueden se escapan de la inquieta ciudad para compartir en familia.




Con la idea de hacer algo diferente, que cambiara la rutina los fines de semana y en vacaciones, Fernando Moncada, marido de Marcela Abasolo, padre de cuatro hijos mayores y abuelo, decidió dar vida a un lugar de encuentro para la familia y amigos.

Ingeniero comercial de profesión, hace casi 10 años que se cambió del sector financiero al inmobiliario, un rubro que lo cautivó al punto de convertirse en un aficionado de la arquitectura y es hoy, junto a Andrés Núñez, del estudio ANF Arquitectos, quienes dirigen este proyecto inmobiliario emplazado en el exclusivo condominio Costa Cachagua, en la comuna de Zapallar, su segundo trabajo en conjunto.

Se definió un proyecto que generara espacios públicos y de encuentro con impresionantes vistas panorámicas. Se construyeron 350 m² en dos plantas, en estructura de acero, revestida en madera y durmientes, en una propuesta rectangular, horizontal y contra la pendiente del terreno, explicó el arquitecto Andrés Núñez.

El primer nivel es funcional, en este se encuentran los dormitorios, servicios y piscina. El segundo nivel es una verdadera caja de vidrio que permite apreciar por un lado los cerros y por el otro, el mar, donde se privilegiaron los espacios comunes, otorgándole mayor espacialidad al diseñar una única área de 100 m², donde se encuentran el living, comedor, barra, cocina, mesa de juego, proyector y una amplia terraza, afirmó Moncada.

La casa se encuentra construida con tres materiales básicos, todos a la vista: acero, madera y vidrio, los que lograron comunicarse entre sí, alcanzando un aspecto industrial que combinado con una decoración sencilla a base de maderas de la zona, con una paleta de colores cálidos y los muros de durmientes instalados en diagonal, permitió dar un aspecto cálido y contemporáneo a la propiedad.

El diseño de los ambientes fue obra de la hija mayor de Fernando, Javiera Moncada, diseñadora de la Universidad Católica, quien se hizo cargo de otorgar calidez a los espacios de la casa. Para esto se adquirieron muebles de distinta procedencia y se tapizaron con lino y con telas de origen marroquí, traídas por la diseñadora en uno de sus viajes.

Entre los principales elementos decorativos se encuentra el comedor, hecho en obra con madera de ciprés y soportes de durmientes, que combinado con sillas de diseño moderno juega entre lo rústico y contemporáneo. Otro destacado es la mesa de centro, que combina el acero y madera ciprés, y junto a esta, la chimenea de acero. Todos estos elementos fueron confeccionados por los soldadores y maestros de la obra, con materiales de la zona y durmientes de maderas nativas.

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