Flora nacional

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Publicaciones que llevan a conocer lo endémico, lo que solo tenemos como país largo y rico en variedades. Cuatro títulos recomendados para partir a descubrir nuestro territorio y aquellos que lo pueblan junto a nosotros.




Guía de campo: Hongo de Chile, vol. II

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La Fundación Fungi, ONG dedicada al Reino de los Hongos de Chile y su fundadora, la micóloga Giuliana Furci, presenta la "Guía de Campo: Hongos de Chile, vol. II" que es la continuación a la "Guía de Campo, vol. I". Este libro es una evolución de las casi dos décadas de trabajo en terreno de la micología nacional. ¿El fin? proponer a Chile como el país más importante a nivel mundial en políticas públicas en torno a los hongos, integrando una visión ecosistémica de la naturaleza y dejar atrás la visión de un territorio construido por componentes aislados. "Chile es un país único en cuanto a su diversidad de hongos. Los árboles como el roble, coihue, lenga y raulí se asocian con hongos que son únicos para ellos. Al tener árboles nativos que se asocian con hongos que forman setas, estas últimas también son únicas para nuestro país", sostiene Giuliana Furci.

Esta publicación recopila especies inéditas de biodiversidad nacional que solo crecen en Chile y presenta 120 especies de hongos provenientes de 52 familias de hongos, encontradas desde Atacama hasta Tierra del Fuego. 60 de ellas nativas. Se incluyen ,además, trufas nativas, 11 especies de Amanita, y hongos que crecen sobre insectos.

La edición incluye especímenes raros y difíciles de encontrar, con un lenguaje más avanzado para los que ya están más familiarizados con vocabulario fúngico, pero aún así es apto para principiantes y quienes recién están descubriendo este mundo. Todo está respaldado por fotografías de los hongos en su propio ambiente, detalladas descripciones de sus características, aportes de destacados micólogos extranjeros y una bibliografía. ffungi.org hasta agotar stock y en librerías como Qué Leo y Feria Chilena del Libro.

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"Son casi 20 años de salidas a colectar con varias personas chilenas y extranjeras para la toma de fotografías. El libro lo escribí sola en 3 meses sin parar ni por un día. Luego trabajé con el diseñador Juan Ferrer para armas la propuesta visual de la información", sostiene Giuliana Furci.

Bosque nativo en tres miradas

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Esta colección, formada por cuatro libros, busca retratar el bosque templado lluvioso, al que hace referencia, como un conjunto de especies interrelacionadas. El tomo introductorio trata sobre las distintas formas de vida que luego aparecerán en los tomos 1, 2 y 3. "Más allá de un listado de plantas, nos introduce en el  bosque mismo, con sus hongos, líquenes, musgos, hepáticas, helechos y, por supuesto, hierbas, arbustos, trepadoras, incluso especies parásitas y árboles. Todo esto en un lenguaje sencillo, al alcance de cualquier persona. No está destinado a expertos sino todo lo contrario, soy profesora de biología y mi idea siempre fue acercar el conocimiento y el aprecio por nuestra belleza natural, para el goce de todos", dice su autora María de la Paz Fontaine, quien trabajó con su hija María José Carmona que estuvo a cargo de las ilustraciones del libro y fue la directora de arte del proyecto.

Una invitación para mirar el bosque desde tres alturas es lo que hace esta colección: suelo, ojos y hacia arriba. "Esta es una propuesta atractiva y corresponde a lo que yo viví constantemente durante mi experiencia de registro fotográfico. Es una manera de cambiar nuestra aproximación a la observación, invitando a maravillarse con toda la ebullición de vida que encontramos en los distintos estratos y en toda las escalas desde el micromundo que a veces no vemos, hasta lo más macro", suma María de la Paz.

El contenido que abarca también agrupa un recuento amplio de plantas angiospermas que son aquellas que forman flor. Estas son presentadas mediante fichas y fotos de todas las especies, la hoja, la flor y el fruto de cada una. Y, como aspecto destacable, muestra una historia de restauración de una propiedad en el sur de Chile, a orillas de un lago en la IX Región. "Las especies que aparecen no fueron encontradas en un bosque antiguo de cientos de hectáreas, sino que es el relato de solo dos hectáreas depredadas, cubiertas de quila y murra (zarzamora), que habían sido antiguamente parte de un bosque nativo. El trabajo fue entonces, eliminar estas dos especies por ser extremadamente invasivas, como también las especies que no fueran nativas y luego, esperar pacientemente que fueran recobrando vida las especies nativas de la zona. También se replantó de lo mismo que fue apareciendo, quedando un terreno enteramente restaurado de nativo", cuenta la autora, quien invita a hacer lo mismo en cualquier lugar de Chile. "No es exclusivo de los Parques Nacionales proteger lo nativo, sino que cada uno puede hacerlo a su escala personal", concluye. El libro está en su segunda edición, disponible en la mayoría de las librerías y mediante contacto web bosquenativoentresmiradas.cl

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"La fuerza de la biodiversidad me sorprende infinitamente. Nunca tuve como objetivo hacer un libro, hasta cuando ya vi que tenía material tan contundente… recién entonces apareció la idea de contar esto, de compartirlo con otros", dice María de la Paz.

Cactus del extremo norte de Chile

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La botánica, Raquel Pinto, y el médico del Hospital de Iquique y fotógrafo, Arturo Kirberg, pusieron sus conocimientos y talentos al frente para elaborar este libro que, gracias a un registro fotográfico realizado por más de 10 años en las regiones de Tarapacá y Arica y Parinacota, da a conocer la diversidad de la Familia Cactácea presente en el extremo norte del país sobre los distintos pisos altitudinales como la costa, la precordillera y Los Andes. "Se muestra cada especie a lo largo de todo su desarrollo morfológico desde pequeños hasta la forma adulta y senescencia, incluyendo su período de floración y fructificación", cuenta Raquel Pinto.

Así ,este libro escrito en un lenguaje sencillo que consta de 250 páginas y más de 500 fotografías originales, da cuenta de las 19 especies de cactáceas presentes en el área estudiada y distribuidas en la Cordillera de la Costa, precordillera y en el altiplano. Además, se incluyen tres nuevas especies para la zona y datos inéditos sobre distribución y conservación de estas especies. Destacan también capítulos sobre el cultivo de cactus, la fauna asociada en los ecosistemas y microscopía electrónica de las semillas.

De esta manera la publicación se convierte en un aporte al transformarse en un nuevo registro para la flora chilena y contemplar las extensiones de rango en la distribución de algunas especies. Además, evidencia la falta de áreas protegidas para la conservación de estas especies. "Muestra también el estado actual de conservación de las especies donde se ve el deterioro de las poblaciones de algunas de ellas incluso con poblaciones extintas, producto principalmente por el cambio climático, aunque no menor es el daño por explotación para uso maderero en el pasado y actualmente con un supuesto fin ornamental", destaca Raquel.  floratacama@gmail.com / akirberg@gmail.com Manuela Kirberg, Tel: +569 66764036  librodecactus.blogspot.com

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Plantas y árboles de los bosques de Chile

Investigadores del jardín botánico de Edimburgo, ilustradoras botánicas de Turquía, y dos agrónomas chilenas dieron vida a este libro que sintetiza 10 años investigación de las más de 80 especies endémicas de nuestro país que aparecen ilustradas.

Hay que aclarar que esta es la segunda versión en español del libro, ya que la primera vez fue una edición limitada de 150 ejemplares en 2016 que antes de llegar a las librerías ya estaba completamente agotado. "La idea del libro es llamar la atención del público chileno sobre cuán notable, bella y única es la flora nativa de Chile. Al presentar las plantas en este libro de gran formato y calidad, me parece que las personas comienzan a mirarlas con otros ojos; como si adquirieran un valor distinto al estar plasmadas con tanto detalle y delicadeza en papel. Porque el libro es al mismo tiempo una obra de arte o, más bien, 81 obras de arte", dice una de sus autoras, Josefina Hepp.

Tal como lo menciona la introducción del libro, la conservación de nuestra vida vegetal debe ser una prioridad: el aire que respiramos, la ropa que vestimos, el alimento que consumimos, el agua que bebemos y cerca del 80% de las medicinas que utilizamos dependen de las plantas. Pero lamentablemente, 20 de las especies representadas en este libro se encuentran en peligro de extinción.

A esto se le debe sumar que cerca del 46% de nuestras plantas nativas nacionales son endémicas, es decir, son exclusivas de nuestro territorio.

El coordinador y responsable de la investigación fue Martin Gardner, del Real Jardín Botánico de Edimburgo (RBGE) y en la elaboración de textos participaron Paulina Hechenleitner y Josefina Hepp. "Desde el principio, la meta fueron 80 especies. La última planta ilustrada (N° 81) fue Lardizabala biternata (cogüilera o coile), que floreció de manera inesperada después de 24 años de no haber florecido en el Real Jardín Botánico de Edimburgo. La selección de las especies estuvo basada en la necesidad de conseguir ilustraciones interesantes, de especial belleza y, en algunos casos, especies nunca antes pintadas", dice Josefina.

La mayor parte del material vegetal de referencia usado para hacer las ilustraciones de este libro provino de la colección de plantas vivas del RBGE y sus sucursales regionales como son los jardines botánicos de Benmore, Dawick y Logan. Entre 2007 y 2014, las ilustradoras visitaron estos jardines de manera regular, además de otros dentro de las islas británicas, como el Jardín Botánico de Cambridge, Mount Stuart (Isla de Bute), Nymans Garden (West Sussex) y el jardín privado de los botánicos Martin y Sabina Gardner en Granton Road, Edimburgo, donde hay múltiples especies nativas chilenas. "Sin embargo, aquellas especies no disponibles bajo cultivo fueron pintadas en su hábitat natural en Chile. Por ejemplo, Gülnur Ekşi visitó Cachagua por siete días en 2010, donde ilustró la pasionaria, el azulillo y la añañuca de fuego, entre otras; e Işik Güner visitó los bosques cercanos a Cachagua y Zapallar y la ciudad de Puerto Varas, por dos meses en 2011, donde pudo terminar de ilustrar la preciosa nalca", cuenta Josefina. Librerías Contrapunto.

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