Guía: Traje a la medida

COMPRA TRASCENDENTAL

Sí, acepto y... ¡para toda la vida! La decisión ya está tomada y ese es el sofá que quiero. Esa es la seguridad que se necesita al comprar este mueble, ya sea para el living, la salita de estar o algún dormitorio.

Elemental, perfecto, cómodo y duradero. Hecho a la medida. Todos los expertos concordaron en la importancia de tener un buen sofá y lo difícil de la elección de este. ¿En qué fijarse? ¿Qué características debe tener? ¿Color? ¿Tapiz? ¿Calidad? Para no volverse locos aquí la guía con sus recomendaciones.

Lo primero en la lista antes de salir. Loreto y Rafael Hurtado, de Contemporáneo Patricia Vargas, y Ángela Restrepo, de Sofá Gallery, están de acuerdo. Sí, porque ambas aconsejan que antes de comprar hay que saber para qué queremos un sofá, dónde lo voy a poner. Pensar el uso que se le va a dar, junto al estilo de vida que va a tener. Finalmente, considerar el resto de los muebles que se tiene en ese espacio.

Se mira pero no se toca. "Jamás comprar un sofá por catálogo porque puede resultar un fiasco", recalca Loreto. Hay que sentarse, probarlo y que te acomode.

Amor a primera vista. El sofá se compara a un traje hecho a la medida. Porque como dice Ángela, lo que es cómodo para algunos puede que no lo sea para otros.

Lo que no se ve. Es fácil copiar el look de un sofá. Por eso a veces se puede hacer imposible saber o descubrir la diferencia entre un buen o mal sofá. Rafael Hurtado entrega una buena idea: tomarle el peso al sofá. En términos generales entre más pesado es mejor calidad.

Fuelle. Si está construido lleno de resortes se logrará una calidad superior. Te das cuenta de que esta parte es mala cuando al tocarlo sientes que es un palo forrado con espuma.

Materiales. Actualmente se usan mucho los sintéticos. Por ejemplo para los cojines se usan espumas reforzadas supersoft, que son muy buenas; napas de plumas sintéticas para cubrir todos los sofás; y también se siguen usando las plumas, que son excelentes por su durabilidad.

Superduradero y cómodo:

Esto se logra con el tradicional resorte, dicen los expertos. También se usan las cintas elásticas, que hay en distintas categorías, medidas y resistencias.

DE TRADICIÓN Y CALIDAD

El diseño italiano habla por sí solo. Es sinónimo de calidad y su presencia siempre genera un buen espacio en la casa: ya sea un mueble, una lámpara o una silla. Si de invertir en un sofá se trata, la opción de una marca internacional asegura una durabilidad en el tiempo.

Porque la calidad es el factor fundamental a la hora de comprar un sofá. Arper, Cassina, Driade y Gervasoni son las marcas italianas que Interdesign destaca, además de &Tradition y Carl Hansen & Son, ambas de Dinamarca: “Son sinónimo de perfección y excelencia. El común denominador es que la calidad es una parte intrínseca de la cultura de lo bello que está detrás de cada diseño y creación. Todo está pensado y diseñado, desde la idea original hasta el producto final, su presentación y soporte de posventa. La calidad es además llevada al límite en pruebas de laboratorio y procesos de producción sumamente exigentes que garantizan que los productos durarán por años”, dice Sebastián Núñez, gerente general de Interdesign, tienda que importa este tipo de mueble.

Además agrega: “Se caracterizan por colaborar con los mejores diseñadores. Y, por último, uno sabe y tiene la satisfacción de que está comprando algo bueno, original, que no se desvalorizará en el tiempo y que de seguro podrá pasar de generación en generación”.

La compra, según Sebastián Núñez. Definir:

Uso En caso de que sea para una casa, una oficina o local comercial. Esto influirá no solo el diseño sino también los materiales, ya que hay telas especiales para un uso de alto tráfico.

Medidas Es fundamental para que el mueble que se compre no quede ni muy grande ni muy pequeño. Hay modelos monobloc de medidas estándar, pero también hay configuraciones modulares que permiten crear composiciones angulares, más largas, con diversos ángulos, etc.

Revestimiento Existe una gran cantidad de variantes en tipos y calidades de telas, cueros y también en colores. Una buena solución son los modelos en que el recubrimiento se puede desmontar, ya sea para lavarlo o para su reemplazo.

www.interdesign.cl
Isidora Goyenechea 3200

TENDENCIAS & RECOMENDACIONES

Las proporciones, según Ángela Restrepo, dependen del uso que se le va a dar al sofá. Hay que tener en cuenta 3 cosas: la profundidad y altura del asiento y la altura del respaldo. Mientras más corto es el fondo del asiento, por ejemplo, más derecho voy a quedar. Para un living donde uno quiere quedar más mullido pero con soporte en la espalda, la experta recomienda poca profundidad del asiento, pero que sea más alto.

Hay una onda hacia el sofá de base neutro: grises, beige, negro, etc. Y el color se le da con los accesorios y detalles. Finalmente, con un estampado el sofá te restringe el resto de la decoración.

Para las salas de estar, hay una inclinación hacia los sofás modulares, porque con ellos se aprovecha mejor el espacio y resultan más relajados para este tipo de espacios.

1. Proporciones "El fondo de la estructura es clave para que sea un sofá confortable", asegura Loreto Hurtado. La altura del asiento puede ir de 38 a 55 cm. app., y la altura del respaldo puede llegar hasta 80 cm. dependiendo del diseño. La inclinación es un must, porque da comodidad, sin embargo no hay una medida estándar.

2. Base La estructura es generalmente de madera. El coigüe es una de las mejores opciones pero un buen pino, resistente y bien seco, no es malo. En ambos casos se aconseja que sea tarugado, ya que si está con clavos o corcheteado, a largo plazo se aflojan las estructuras.

3. El relleno para los cojines del asiento son de dos densidades distintas de espuma; una más dura y otra más blanda, para sentir "esa cosa mullida que tenían los cojines de pluma", según dice Rafael Hurtado. "Los cojines 100% plumas en el asiento se deforman mucho y a la gente eso no le gusta", agrega Ángela.

4. Resortes "Un sofá de primera tiene que tener resortes en toda la base del asiento y todo el frente del asiento", dice Hurtado. Porque lo hace cómodo desde donde te sientes y duradero.

5. Tapiz

Antes del tapiz, todas las partes del sofá van forradas en un género blanco, tanto estructura como cojinería. Esto permite que mantenga su forma y que cuando se quiera retapizar el sofá no se desarme..

6. Apoyabrazos Toda la estructura incluyendo el apoyabrazos lleva una capa de algodón y después una capita de espuma. La primera es la que hace que el sofá sea blando.

THE WORKER

El bastidor y reposabrazos son de roble macizo, y el soporte de este último es de aluminio. El cojín es de espuma de poliuretano y algodón, y el relleno de la almohada es de microfibra.

En este diseño, el asiento y el respaldo están revestidos con tapicerías distintas, pero sus texturas y colores combinan entre sí.

NO CAER EN TENTACIÓN

1.

“No porque es blandito es bueno”, dicen Loreto y Rafael. Las calidades en un principio, sea un sofá de buena o mala calidad, son parecidas. Solo después de un tiempo de uso te das cuenta que, en los malos, los cojines se convierten en ¨”sopaipillas” y te “sientas en los palos”.

2.

Mirar bien las terminaciones. Las costuras deben estar bien hechas,  porque las terminaciones son las que les dan el aspecto al sofá.

3.

Sofás de línea plana. “Si es un mal sofá se ve tieso. Porque a pesar de ser recto la línea tiene una fluidez y se ve suave. No es un tapiz arriba de una tabla”, Loreto Hurtado.

HELLA JONGERIOUS, diseñadora

Ícono del s. XXI.

El sofá Polder se crea bajo una mezcla de estructuras, colores, elementos industriales y artesanales. Su nombre y diseño se inspiran en los paisajes típicos de Holanda: que mirados desde arriba forman un mosaico de colores. Fue el primer diseño de mobiliario industrial de la diseñadora y marcó el comienzo de su colaboración con Vitra.

“La apariencia de este diseño expresa algo acerca de sus diferentes estratos, acerca de las diversas posibilidades de aplicación y acerca de su pasado. Esto se puede notar realmente por medio de sus diferentes tejidos, matices de color y distintas texturas; y a través de sus botones antiguos, que hemos conseguido en baratillos y tiendas de segunda mano”, dice Jongerius en 2009 en una entrevista para Vitra.

Agregando finalmente que “la idea, el aspecto y la producción se han convertido en uno. Cada pieza acabada a mano pertenece, por así decirlo, a la paleta con la que trabaja el fabricante”.

Esta diseñadora holandesa ha marcado pauta por la forma en que fusiona elementos industriales y artesanales, con la tecnología, tradición y lo moderno en su trabajo.

Narciso Goycolea 3955