Un sitio ruso de torrents fue habilitado en Rusia tras seis años de bloqueo, pero rápidamente se autobloqueó

Hace algunas semanas se informó que Rusia estaba buscando legalizar las descargas y distribución de software además de la piratería de series y películas debido al bloqueo occidental producto de la invasión a Ucrania.

De hecho, políticos rusos estaban en discusión sobre reabrir plataformas como llamado RuTracker como, un portal que había sido vetado hace seis años por las autoridades rusas.

En ese contexto, llamó la atenció que varios usuarios rusos declararan haber podido entrar al sitio de torrents. Sin embargo, esto no sería debido a una mediad del gobierno ruso sino que todo habría sido gracias a un error de un ISP ruso que estaba en proceso de liquidación, y que al haber despedido a su personal técnico, el veto ordenado por el ente regulador de comunicaciones, no estaba implementado adecuadamente.

Entre el 6 y 7 de marzo, RuTracker registró un aumento de un 40% en su tráfico. No obstante, antes de que la noticia llegara a todo el mundo, los responsables del sitio decidieron inesperadamente, bloquear el acceso de cualquier IP rusa a su servidor. Los encargados del portal respaldaron su decisión diciendo que en el tracker de torrents había material con derechos de autor al que no le afectaban las recientes excepciones aprobadas por Moscú.

“Nuestro posible desbloqueo conlleva ciertos riesgos para aquellos de nuestros usuarios que accedan desde sus direcciones IP sin usar una VPN. Los titulares de derechos de autor no se han ido a ninguna parte, nadie ha cancelado (las leyes) sobre la piratería”, dijo un representante de RuTracker (vía TorrentFreak). “Tampoco estamos dispuestos a comunicarnos con los organismos estatales de Rusia cuando nos exijan que les demos datos personales de los usuarios. Por lo tanto, en la situación actual, estamos categóricamente en contra y evitaremos este ‘desbloqueo’”.

Días después, los encargados del sitio cambiaron el logotipo de RuTracker añadiendo los colores azul y amarillo como forma de protesta por la invasión rusa a Ucrania.