¿Eres una de esas personas que durante los meses más duros del encierro por Covid-19 salía -permiso mediante- a dar unas vueltas en el auto sin tener un destino ni un motivo claro? Si la respuesta es afirmativa, tal vez te interese saber que no son pocos aquellos que piensan o sienten como tú. Un reciente estudio de Ford Trends, implementado en 13 economías*, estableció que uno de cada cuatro conductores dice haber hallado ‘relajo’ conduciendo su vehículo.

De aquel universo consultado por la división de tendencias globales de consumo de la marca del óvalo, el 69% dice estar cansado de los cambios que han supuesto la pandemia. Cuando se les preguntó qué tan bien se han adaptado a ellos durante 2020, el 53% dice que ha sido “más difícil de lo que imaginaba”, mientras que el 47% menciona que ha sido “más fácil de lo que pensaba”. Para las generaciones más jóvenes ha sido más complejo que para los mayores. El 63% de la generación Z (nacidos entre mediados los 90 y mediados del 2000) dice que la adaptación ha sido más difícil de lo que imaginaban, frente al 42% de los Boomers (los nacidos entre 1946 y 1964) quienes opinan lo mismo.

Otros datos interesantes dicen relación con que el 63% de los adultos dice que se siente más estresado que hace un año, y cuatro de cada cinco reconoce que debería cuidar mejor de su bienestar emocional. Conscientes de las implicancias de la pandemia en la salud mental, las personas están encontrando formas innovadoras de conectarse y hacer frente a este problema.

Para vencer la monotonía de la pandemia y el confinamiento, los consumidores buscan nuevas formas de ‘escapar’ y muchos han encontrado refugio en sus vehículos. Más de uno de cada cuatro adultos en todo el mundo que poseen un vehículo dicen que lo usan para relajarse. Cerca de uno de cada cinco dicen que usan su automóvil para encontrar privacidad. Y el 17% dice que lo utilizan como lugar de trabajo.

La pandemia ha resaltado la necesidad de los consumidores de tener compañía y ha reformado su sentido de la familia. Una de cada dos personas dice que se siente sola regularmente. Las generaciones más jóvenes sienten esto de manera más aguda: la generación Z es casi dos veces más propensa a decir que se siente sola de manera regular que los Boomers (64% contra 34%). Como resultado, muchos están reconsiderando dónde viven, se mudan más cerca de la familia y encuentran nuevas formas de compañía, tanto en línea como fuera de ella.

En todo el mundo, las brechas de desigualdad e inequidad se amplían, especialmente porque la pandemia ha tenido un impacto desproporcionado en las comunidades de bajos ingresos, las minorías étnicas y las mujeres. A medida que los consumidores son más conscientes de la brecha, las marcas ponen en marcha más acciones de responsabilidad social corporativa. El 76% de los adultos de todo el mundo dice que espera que las marcas adopten una postura sobre cuestiones sociales y el 75% dice que cree que las marcas actuales están tratando de hacer lo correcto.

La forma en que compramos, y lo que buscamos comprar, se ha transformado. Las empresas grandes y pequeñas se están adaptando a gran velocidad y muchos consumidores están disfrutando de la nueva normalidad. El 75% de los adultos dice que aprecia las formas en que las empresas han mejorado la experiencia de compra y el 41% menciona que no quiere volver a la forma en que compraba antes de la pandemia.

La pandemia puede hacer que te sientas atrapado, pero no se está en un punto muerto. El transporte personal está floreciendo, la venta de bicicletas ha crecido y las ciudades han cerrado las calles para hacer espacio para los ciclistas. La venta de autos también está aumentando, ya que la gente busca la seguridad de poder controlar su entorno. La planificación de ciudades inteligentes a su vez está acelerando el camino para la total implementación de la conducción autónoma. El 67% de los adultos de todo el mundo dice tener “esperanzas en el futuro de los vehículos autónomos” y el 68% de los padres dicen que prefieren ver a sus hijos en un auto que se conduce solo antes que en el de un desconocido.

En los primeros días de la pandemia, la calidad del aire surgió como una esperanza, pero ese optimismo disminuyó rápidamente a medida que el mundo se refugiaba en los plásticos y otros productos desechables, dejando claro que ser sostenible y seguir siéndolo no siempre van a la par. Las generaciones más jóvenes están particularmente preocupadas. El 46% de los miembros de la generación Z a nivel mundial dicen que la pandemia nos ha hecho más derrochadores y el 47% menciona que, a largo plazo, la pandemia tendrá un impacto negativo en el medio ambiente.

*El estudio se aplicó en Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Italia, México, Medio Oriente, España, Reino Unido y Estados Unidos.