Cine y boxeo: el gran golpe del séptimo arte
El boxeo volverá a la pantalla grande con la historia de Mike Tyson, quien será interpretado por Jamie Foxx, sumándose a una lista de filmes biográficos que van desde la vida de Jack Johnson y Muhammad Alí, hasta la célebre Toro Salvaje.
Años de rumores y especulaciones llegaron a su fin. Uno de los boxeadores más brutales de todos los tiempos verá su historia en la pantalla grande. Mike Tyson, el mítico peleador oriundo de Brooklyn, será interpretado por Jamie Foxx en el filme Finding Mike (Encontrando a Mike).
Sin fecha de estreno por ahora, fue el propio actor quien hizo el anuncio a través de su cuenta de Instagram (@iamjamiefoxx). “No es un secreto que he estado detrás de la película biográfica de Mike Tyson por algún tiempo. La gente siempre me pregunta cuándo ocurrirá. Las cosas finalmente se han ordenado y hace algunos meses comenzamos este viaje. Uno de los primeros y grandes desafíos es transformar mi cuerpo”, precisó el ganador del Oscar por la película Ray (2004).
La historia de Tyson con Foxx tiene larga data, de hecho, como precisó el mismo actor en una entrevista difundida por redes sociales, conoció al púgil cuando tenía 22 años, en una rutina de stand up. En esa ocasión, Foxx bromeó con el Kid, quien estaba entre el público.
“Lo vi en el apogeo de su carrera, y luego, cuando las cosas se pusieron malas y llenas de problemas, también lo vi. Así que lo que me entusiasma de la película es mostrar esos momentos. Creo que todos, jóvenes y viejos, podrán entender el viaje de este hombre”, adelantó el actor.
La vida de Tyson se sumará de esta forma a una larga lista de películas inspiradas en boxeadores.
» Historias célebres
El boxeo es el deporte que más se ha visto reflejado en la pantalla grande. Desde ficciones como Rocky (1976), éxitos como Million Dollar Baby (2004), recreaciones como The Champion (1915), con Charles Chaplin, a trabajos dirigidos por afamados directores, como The Ring (1927), de Alfred Hitchcock, o la conmovedora El Campeón (1979), de Franco Zeffirelli. El listado es enorme y ni siquiera Elvis Presley evitó la tentación y se subió al ring como Walter Gulick en Kid Galahad (1962).
Una de las razones de que generan tanta aceptación estas películas es porque reflejan el drama y la angustia de personas que suelen compartir orígenes muy humildes y que solo en la fuerza de sus puños encuentran una forma de abandonar la miseria. Son capaces de torcer, aunque sea por un momento, una vida destinada a las sombras.
No extraña entonces que se multipliquen los guiones de jóvenes criados en ambientes hostiles, golpeados por sus padres, que viven en espacios marginales, que deambulan por las cárceles, invisibles y olvidados. Ahí aparecen el deporte, los clubes de boxeo, los entrenadores sabios, donde encuentran pertenencia y forjan un destino que se sustenta en la esperanza, lo único que no les han podido quitar.
Tomando esos conceptos, existen cientos de películas de boxeo. Ahora, en el subgénero de las películas biográficas o biopics, donde entrará precisamente el filme de Mike Tyson, si bien tiene un listado más acotado, también existen obras imprescindibles para los amantes de este deporte.
Una de las más relevantes es Toro Salvaje (1980). Dirigida por Martin Scorsese, y que cuenta la vida de Jack La Motta (Robert De Niro), un destacado peleador de la década del 40 que llegó a ser campeón del mundo de peso mediano, pero que se vio envuelto en una serie de graves problemas.
Filmada en blanco y negro para aprovechar las imágenes del propio La Motta, Toro Salvaje se convirtió en un suceso también por la gran actuación de De Niro, quien subió 27 kilos y se entrenó cerca de un año como boxeador para empaparse del personaje. Eso le permitió llevarse el premio Oscar como Mejor Actor.
Más atrás en el tiempo, una de las primeras películas que alcanzaron nivel alto fue El Caballero Audaz (1942). Protagonizada por Errol Flyn, cuenta la historia de James J. Corbett, quien se convirtió en el primer campeón del mundo de los pesos pesados en 1892, tras derrotar a John L. Sullivan. La última escena, cuando el perdedor entrega el cinturón, es de las más recordadas, ya que muestra la nobleza del peleador a pesar de la golpiza.
En ese mismo camino, otra obra cumbre es Marcado por el Odio (1956). Cuenta la historia de Rocky Graziano, un delincuente callejero que cae a la cárcel, luego entra al Ejército desde donde se escapa y solo en el boxeo encuentra su camino, hasta que se convierte en campeón mundial. El papel original estaba reservado a James Dean, pero su fatal accidente le permitió a Paul Newman debutar en un protagónico y consumar una de sus mejores actuaciones.
Mostrando más allá del ring para ilustrar el problema del racismo aparece La Gran Esperanza Blanca (1970), donde se narra la vida de Jack Johnson (James Earl Jones), el primer púgil negro que llega a ser campeón mundial, pero que fue perseguido y odiado por casarse con una mujer blanca.
The Hurricane (1999) es otro ejemplo. Habla sobre la injusticia de un sistema corrupto. Acá, Rubin Carter (Denzel Washington) es un prometedor boxeador acusado injustamente de asesinato. En base a pruebas falsas lo condenan a cadena perpetua, sin embargo, su caso se reabre tras presión de la comunidad negra y ayuda indirecta de Bob Dylan, quien escribe la canción Hurricane como símbolo de protesta.
Ahora, si de luchas raciales se habla, una de las mayores obras es Alí (2001). Dirigida por Michael Mann y protagonizada por Will Smith, muestra desde los combates más emblemáticos de Cassius Clay / Muhammad Alí contra Sonny Liston, Joe Frazier y George Foreman, al activismo social y la batalla antirracial que lideró en Estados Unidos.
Otra mítica figura del boxeo que pasó a la pantalla grande fue Roberto Durán, quien inspiró la película Manos de Piedra (2016). Eso sí, acá la crítica fue tan dura como los golpes que le propinó el panameño a Sugar Ray Leonard, los que le permitieron hacerse del cinturón mundial de los pesados. Lo más rescatable de este filme es la actuación de Robert de Niro en el papel de Ray Arcel, el entrenador de Durán.
En el otro extremo de las luces de los más grandes y reconocidos campeones asoman historias de redención y de una batalla contra un destino que parece empecinado en tirarlos a la lona.
Tal es el caso de Cinderella Man (2005), que muestra como cayó en desgracia la vida de James J. Braddock (Rusell Crowe), campeón mundial de los pesos pesados, y su obsesión por recuperar parte de su grandeza, aunque ponga en riesgo su vida.
Similar contexto entrega The Fighter, donde se muestra la vida del boxeador Micky Ward (Mark Wahlberg) y de su medio hermano Dicky Eklund (Christian Bale), ex peleador que tuvo momentos de gloria, pero que está sumergido en las drogas.
Enfocado en la resiliencia, uno de los últimos nombres es Bleed For This (2016). Es la historia del campeón estadounidense Vinny Pazienza (Miles Teller), quien sufre un accidente de tránsito que casi lo deja paralítico. Pero el deseo de volver al ring es mayor y consigue pelear otra vez, tal como lo hicieron los grandes boxeadores, aquellos que deambularon sin gran éxito por los cuadriláteros y los que se ganaron el salto a la pantalla grande. Ahora, a esperar el estreno de la película de Mike Tyson. MT
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