“Cuando lo encontremos al tipo este, ¿qué condena le toca?”: presentador de Top Gear estrella un Lamborghini Diablo
En la grabación de la 29º temporada del show de la BBC, Paddy McGuinness se salió de la carretera y le infirió importantes daños al superdeportivo italiano.
El Reino Unido comienza poco a poco a volver a la normalidad luego de superar la fase más crítica del coronavirus. E iniciado el desconfinamiento, la producción de Top Gear ya rodaba la 29º temporada del programa propiedad de la BBC. Hasta todo bien, pero solo hasta ahí, ya que el presentador Paddy McGuinness sacó del sombrero su peor truco para estrellar un inmaculado Lamborghini Diablo contra unas cercas a orillas de una ruta intercomunal de una vía por sentido, cerca de Ribblehead en North Yorkshire. El resultado: McGuinness ileso, pero el superdeportivo italiano debió ser puesto en una grúa para que ahora pase por el taller, donde intentarán restaurarlo a su estado original. Y a este nivel, la condición de ‘original’ se mide con varios ceros.
En un comunicado emitido por la BBC, se detalla que McGuinness hacía labores propias de su trabajo y que estaba acompañado de otros dos vehículos: un Ferrari F40 y un Jaguar XJ220, a cargo de Freddie Flintoff y Chris Harris, respectivamente, que sin duda corrieron mejor suerte. Asimismo, el canal subraya que los autos circulaban a la velocidad permitida (¿y de qué sirvió?). Por su parte, el presentador subió un video a su cuenta de Instagram, donde aseguró que conducía a solo 35 mph (56 km/h) y le achacó la responsabilidad al pavimento mojado y al propio carácter del vehículo.
Hay que recordar que el Lamborghini Diablo -sucesor del Countach- fue un súperdeportivo de tracción trasera de la década del 90, que se comercializó con motores atmosféricos V12 de 5.7 (485 Hp) y 6.0 litros (550 caballos). En ambos casos, se gestionó por una caja manual de cinco marchas. Y bueno... es bien sabido que un Lamborghini de tracción trasera, de semejante caballaje y sin asistencias electrónicas, se transforma en un toro muy difícil de domar.
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