El desafiante boom de las dos ruedas en Chile
El parque de motocicletas ha experimentado una increíble alza durante este año, potenciado por un explosivo aumento de las ventas de modelos nuevos -las cuales incluso han provocado quiebres de stock- y el auge de los servicios de deliveries. Situación que deja en evidencia problemáticas en torno a una casi inexistente cultura motociclística y una incipiente convivencia vial.
El boom que viven hoy las motos en el país, de cierta forma, siempre se esperó. En una capital como la nuestra, relativamente pequeña y con un parque vehicular cada vez más complejo, bien podía anticiparse que el mercado de las dos ruedas se destaparía en algún momento como una alternativa ideal para descongestionar trayectos urbanos y disminuir los tiempos de traslados.
Es cierto, nadie se imaginó que esta explosión se daría, finalmente, en un contexto de pandemia, complicando incluso con quiebres de stock.
Solo como dato, en este pandémico 2020 se han comercializado tres mil unidades más de lo registrado en igual período del año pasado.
Según las últimas cifras de la Asociación Nacional de Importadores de Motos (Anim), las ventas de motos nuevas alcanzan las 27.222 unidades acumuladas a octubre, siendo, por lejos, los modelos urbanos los más populares (representan el 86,9% del total).
Cifras y porcentajes que se sienten en la calle, sobre todo en nuestra capital, ya que, según los registros, el 57,5% del total de ventas se sitúa en la Región Metropolitana.
» La fiebre de las motos
Junto con este explosivo crecimiento, hoy afloran ciertos cuestionamientos y problemáticas atingentes al mundo de las dos ruedas, como la falta de una cultura de motos como tal y, aparejado con ello, una mayor conciencia de convivencia vial de parte de todos los actores relacionados al tránsito.
Según datos de Conaset, entre enero y septiembre de 2020 se han registrado más de cuatro mil siniestros de tránsito relacionados a motos, en los cuales hubo 150 fallecidos. Si se compara con el año pasado, se registra un aumento del 19% de las muertes de motociclistas.
De ahí que anuncios como el de un nuevo examen práctico para obtener licencia Clase C sean bien acogidos por todos los sectores.
“Los motociclistas están entre los usuarios más vulnerables en las vías, ya que su propio cuerpo se transforma en carrocería. Por eso es importante elevar los estándares para acceder a la licencia Clase C. Queremos tener conductores de motos debidamente capacitados y que cuenten con las habilidades para poder enfrentarse a situaciones complejas en las rutas. Es esencial generar conciencia respecto de la conducción responsable y segura”, señaló la ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt.
Hasta ahora, el examen práctico para los postulantes a conductor de moto era una suerte de azar, un verdadero chiste para los más tajantes. Dependía de cada municipio, no estaba estandarizado, con solo haber llegado en moto o dar una vuelta a la manzana podía bastar para aprobar la práctica.
Sin embargo, desde mañana y para todo el país comenzará a aplicarse un nuevo test práctico en un circuito privado (con el que ya debe contar cada municipio), donde el postulante deberá realizar ciertas maniobras, que determinarán sus conocimientos y habilidades al volante de un vehículo de dos ruedas -necesarios para la obtención de licencia Clase C-.
A este nuevo examen práctico, que consta de tres etapas, se suma una nueva exigencia para los postulantes, quienes al momento de rendir el examen deberán equipar casco y protección ocular, guantes, calzado con plantilla antideslizante y ropa que cubra brazos y piernas.
“Los motociclistas necesitan de una protección especial, porque se ven enfrentados constantemente a la velocidad en las calles. Por lo mismo, hemos querido reforzar las normativas, por ejemplo, con la nueva acreditación de cascos para ocupantes de motos, la cual comenzó a regir desde el 27 de septiembre de 2019 y ahora con un examen práctico de motos mucho más completo y exigente”, agregó la secretaria ejecutiva de Conaset, Johanna Vollrath.
» ¿A favor o en contra?
Ante esta nueva medida, resurge el tema de la licencia Clase C diferenciada por cilindrada. Una moción parlamentaria, impulsada por el exdiputado Ramón Farías, que proponía un permiso de conducir gradual, dividido en clases C1, C2 y C3. El primero apto hasta los 150 cc, el segundo hasta los 400 cc y el tercero sobre 400 cc.
La idea de este sistema escalonado consistía en que todo aquel que quisiera andar en moto partiera con una licencia C1, para un año después optar por la C2 y, finalmente, por la C3. En todos los casos sería necesario hacer un curso específico antes de realizar la prueba final.
Una idea que quedó ahí, pues, según recuerda Farías, pasó la Cámara de Diputados y se estancó en el Senado, donde hoy duerme desde hace nueve años.
Al respecto, Cristián Reitze, presidente de Anim, comenta que “las marcas e importadores asociados no son partidarios de las licencias diferenciadas, por cuanto el mercado se autorregula. Hoy, el 85% de las motos nuevas que se venden en Chile corresponde a cilindradas inferiores a 300 cc. Por otro lado, la gente sabe y actúa en conformidad al principio de que no es recomendable partir por cilindradas altas”.
En lo que sí está de acuerdo el ejecutivo gremial es que “los cursos de manejo son muy importantes, porque entregan un conocimiento imprescindible y una experiencia muy valiosa de prácticas monitoreadas por profesionales”.
Punto con el que concuerda Benjamín Grohnert, gerente de BMW Motorrad: “Ojalá existieran más escuelas de manejo y no tanto amigo que enseña a andar en moto. Y es que un instructor te prepara para andar en la calle, considerando distintas variables y situaciones que pueden ocurrir en la cotidianeidad”.
A lo que, por otro lado, agrega: “Varios de los ejercicios que se incluyen en el nuevo examen práctico los enseñamos en nuestros cursos de motos, los cuales si bien en el papel se ven fáciles, en la práctica no lo son tanto”.
» Rápidos y furiosos
Hay consenso en que la proliferación de los servicios de delivery ha remecido el mundo de las dos ruedas. No solo las ventas están por las nubes como nunca antes, sino también se ha provocado un caos vial considerable.
“Todos estamos pidiendo cosas para la casa a raíz del confinamiento. Cuando volví a salir a la calle, quedé impresionado de la cantidad de motos; me acordé de cuando estuve en Taiwán, en China… Eso de ver miles y miles de motos. Acá no son miles, pero son cientos que están pasando a cada rato, se juntan en las esquinas, etc. Pienso que el problema es que la mayoría de los motociclistas son chicos extranjeros y en sus países la manera de manejar es ‘echa pa’ delante, tira la moto encima y trata de pasar a como dé lugar’. No hay reglas. Se quejan mucho de que les pidan una licencia para conducir, ‘pero, ¿por qué me están pidiendo 4º medio o un certificado de estudios? ¿Por qué me hacen esta prueba tan complicada?”, apunta Farías.
Un problema del que también hace eco Conaset, que desde hace un tiempo realiza mesas de trabajo con repartidores de delivery en moto. “Muchos de los extranjeros que trabajan en delivery tienen dificultad para sacar la licencia, porque no cuentan con los documentos o estudios necesarios, lo que se traduce en multas y en que no puedan trabajar, básicamente”, afirma Vollrath, evidenciando, además, “que muchos de los conductores de bicimotos piensan que son bicicletas, cuando en realidad caen dentro de la clasificación de vehículos motorizados, por lo que deben tener patente y el conductor, licencia. Al igual que los triciclos motorizados de carga, también llamados toritos”.
Actualmente, se encuentra en etapa de análisis una medida que elevará el estándar de seguridad para los vehículos nuevos de dos ruedas, a los cuales se les exigirá contar de serie con un sistema de frenos tipo ABS (Sistema Antibloqueo de Frenos), o bien, con frenos CBS (Sistema de frenos Combinados). Una nueva normativa que debería comenzar a regir durante 2021.
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