Experimento universitario hizo “alucinar” a autos equipados con radares de ADAS
La facilidad para engañar a estos sistemas introduciendo autos inexistentes en su trayectoria demuestra los riesgos potenciales de las nuevas tecnologías.
La evolución de los autos modernos ha sido asombrosa, con capacidades que van desde la conexión a nuestras aplicaciones de música y mapas favoritas, hasta sistemas de advertencia para accidentes. Sin embargo, el uso de nuevas tecnologías también plantea nuevas preocupaciones de seguridad que apenas estamos comenzando a comprender.
Recientemente, ingenieros de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, han revelado un descubrimiento alarmante: los radares de los autos pueden ser engañados para inducir alucinaciones.
Tal como leen. Con un proyecto denominado MadRadar, estos ingenieros han desarrollado un método para mentir a los sistemas de radar de los autos, creando ilusiones como vehículos falsos o cambios de rumbo repentinos.
Lo preocupante es que este sistema puede llevarse a cabo en tiempo real y sin conocer los parámetros específicos del radar del vehículo objetivo. Los investigadores explican que cada vehículo tiene parámetros de funcionamiento de sus radares con una calibración específica, pero el MadRadar puede identificarlos en fracciones de segundo y utilizar esa información para engañar al sistema de radar de la víctima.
El estudio realizado por estos ingenieros se llevó a cabo en condiciones reales de tráfico, tanto con vehículos en movimiento como detenidos junto a la carretera. Esto sugiere que el riesgo de manipulación del sistema de radar es una preocupación legítima que los fabricantes de automóviles deberán abordar.
Uno de los riesgos más graves es el potencial de engañar a los sistemas de asistencia a la conducción, como el control de crucero adaptativo. Si estos sistemas son manipulados para creer que hay vehículos delante de ellos que no existen o que están cambiando de rumbo, podría aumentar el riesgo de accidentes.
Miroslav Pajic, profesor asociado de ingeniería eléctrica e informática en la Universidad de Duke y líder del proyecto MadRadar, advierte sobre las posibles consecuencias.
“El hecho de que un automóvil pueda ser engañado para interpretar erróneamente las acciones de otros vehículos plantea serias preocupaciones de seguridad vial, ya que solo haría falta un auto señuelo ubicado en el entorno para engañar al resto de los viajeros, sin que sus conductores puedan anticipar o saber el motivo de las maniobras repentinas utilizadas”, comentó Pajic.
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