Números positivos destacaron ejecutivos de Opel en Chile en el recuento anual de la marca alemana. Las ventas del fabricante de Rüsselsheim llegaron a más de 700 unidades este 2018 (+336%), principalmente apuntaladas por la ofensiva SUV que esta temporada se vio fortalecida por los ingresos de los familiares Crossland X y Grandland X, que se unieron al ya conocido Mokka X. Además, la marca del rayo anunció importantes novedades para el primer semestre de 2019, incursionando por primera vez en Chile -desde que es parte de PSA- en los vehículos comerciales. Asimismo, el Grandland X continuará siendo la punta de lanza de los familiares, ahora con una nueva variante diésel.

"Estamos contentos con los números de venta que hemos tenido este año. Estamos preparados para seguir satisfaciendo a nuestros clientes y a la alta demanda de vehículos SUV con nuestra querida gama de la familia X. Continuaremos robusteciendo la marca con automóviles acorde a las necesidades de los consumidores chilenos, potenciado nuestro servicios de post venta y entregando lo mejor del equipamiento alemán en Chile", sostuvo Vincent Forissier, gerente general de Opel.

Para el segundo trimestre de 2019, Opel tiene contemplado el arribo del furgón pequeño Combo. El modelo que se fabrica desde 1994, (que en Chile se comercializó como Chevrolet) llegará al mercado nacional en su cuarta generación. Este Combo es fabricado en la planta de PSA de Vigo, España. En Europa se comercializa con motorizaciones bencinera de cuatro cilindros y de 1.2 litros y una diésel de 1.500 cc. Según explicaron los representantes, así Opel comenzará su ataque en el segmento de los comerciales, uno de los cuatro pilares sobre los que se sustenta la estrategia global de la marca desde que entró bajo tutela del conglomerado francés.

Antes de que el Combo se sume al portafolio Opel, la firma alemana integrará en enero la variante diésel al Grandland X. El familiar de cinco plazas será animado por un bloque 1.6 turbodiésel que desarrolla 135 Hp y un torque máximo de 320 Nm, disponibles desde las 2.000 rpm. De esta manera, el Grandland X continuará siendo el buque insignia de los familiares, un vehículo que ya representa el 70% de las colocaciones de Opel en el país.

Una vez que los dos nuevos modelos estén en los concesionarios, Opel aspira a poner del orden de 500 unidades por mes. Por otra parte, los ejecutivos anunciaron que la centenaria compañía tiene en carpeta el desembarco en otros mercados latinoamericanos, cuestión que ya está en proceso y en el cual Chile es un importante actor debido a que es el único mercado de la región donde participa actualmente.