Presentan en Argentina proyecto para que los autos no puedan pasar de 150 km/h
Moción se dio a conocer en las provincias de Santa Fe y La Pampa y busca disminuir los siniestros viales.
El límite de velocidad vuelve a generar atención. Si en Chile hace unos días se comentaba sobre la idea de un grupo de senadores que buscaban subir el límite de velocidad en zonas urbanas, ahora en Argentina se comenta sobre un proyecto de ley que busca limitar la velocidad máxima con que salen a la venta los vehículos.
La propuesta surgió en el Consejo Federal de Seguridad Vial, donde las provincias de Santa Fe y La Pampa presentaron una moción para que los vehículos, desde fabrica, no puedan superar los 150 km/h.
Por ahora el tema está solo en una idea y para avanzar debe contar con todos los votos del Consejo. Según se explicó, el objetivo de esta medida apunta a reducir el número de fallecidos por exceso de velocidad en los caminos transandinos.
“Proponemos entre 140 y 150 km/h. La máxima permitida de la vía más rápida es de 130 y dejamos un sprint de 10 a 15 km/h para permitir maniobras de sobrepaso, emergencia y esas cuestiones”, dijeron a Cadena 3 autoridades de la Agencia Provincial de Seguridad Vial.
La idea de limitar la velocidad en los vehículos se debe a que los conductores no respetan las señalizaciones. Eso sí, para que se pueda concretar una idea de este tipo, se debería contar con el apoyo de los fabricantes, tema que no parece ser insalvable para los que promueven la idea, más considerando que el 80% de los vehículos que se venden en Argentina son de fabricación local o Mercosur.
El ejemplo de Volvo
A nivel internacional, Volvo hizo noticia hace un par de años al establecer límite de velocidad en sus vehículos. En 2019, la marca sueca anunció que todos sus modelos bajarían de 250 km/h a 180 km/h la máxima de velocidad.
“Volvo es líder en seguridad: siempre lo hemos sido y siempre lo seremos”, dijo en aquella oportunidad Håkan Samuelsson, el entonces presidente y director ejecutivo de la firma sueca, agregando que “gracias a nuestra investigación, sabemos dónde están las áreas problemáticas cuando se trata de terminar con lesiones graves y muertes en nuestros automóviles. Y aunque limitar la velocidad no sea el remedio para todos los males, merece la pena si nos permite salvar al menos una vida”.
Pero según David Berstein en una columna publicada en ar.Motor1.com, Volvo no fue el pionero. “Los fabricantes japoneses llevan haciéndolo desde 1988, cuando la Asociación Nacional de Fabricantes de Japón (JAMA) impuso un tope de 180 km/h (80 km/h por encima del límite nipón en autopistas). Dicha limitación es vigente en modelos JDM (sólo para el mercado doméstico japonés), no para exportación. Los modelos exportados desde Japón suelen mantener su tablero original”, señaló el abogado de víctimas viales y asesor legal de la Asociación Madres del Dolor.
Pero la velocidad es solo uno de los problemas en los siniestros viales. La organización “Luchemos por la Vida” de Argentina precisó sobre el tema que, además de la velocidad, el problema está en la infraestructura.
“Hay muchas rutas de doble mano, con siete metros de ancho, que tienen 50, 60 años de antigüedad. Por ahí circulan camiones y, a cierta velocidad, el acoplado se anda zarandeando, casi se rozan entre los que vienen de un lado y del otro. Y están separados sólo por una pintura”, dijo Alberto Gasparini, capacitador de Luchemos por la Vida en el diario El Economista.
¿Una opción viable en Chile?
La propuesta que se realizó en Argentina sorprendió a Alberto Escobar, gerente de Movilidad de Automóvil Club de Chile y experto en seguridad vial de la institución, quien comentó que “hay una tendencia mundial a limitar la velocidad de los vehículos desde fábrica. Por ejemplo, Volvo lo está haciendo actualmente con sus autos y Ford, ya lo está evaluando para que se pueda concretar en el futuro. Ante la incapacidad que tienen los conductores por cumplir las normas del exceso de velocidad a nivel mundial, de manera proactiva muchas marcas han decidido contribuir con esta iniciativa para reducir la tasa de fallecidos y heridos en las calles y carreteras”.
Respecto de la posibilidad de establecer una ley similar en Chile para los vehículos importados, Escobar reconoció que “sería óptimo que una medida como esta se aplicará en nuestro país dado a que la principal causa de muerte en las vías es el exceso de velocidad, pero siendo realista, es poco viable que esto ocurre. En algún momento se evaluó la posibilidad de hacerlo en Chile, pero habría mucha resistencia de los fabricantes e importadores, e incluso, existiría una baja adhesión por parte de los consumidores chilenos que mayoritariamente compran vehículos en función de la potencia y la velocidad, en desmedro de su seguridad”.
Por último, sobre la propuesta, el especialista dijo que “es sorprendente que en Argentina lo piensen hacer, más aún cuando es un gran fabricante de automóviles para la región. Es una decisión bastante valiente del país vecino, ya que por muchos años ha surgido la inquietud de por qué hay vehículos que pueden superar perfectamente los 200 km/h cuando los límites legales son muchísimos más inferiores. Además, la discusión que está surgiendo en las provincias de Santa Fe y La Pampa es bastante interesante, ya que usualmente son los fabricantes los que toman este tipo de decisiones. Lo que sí, es una tremenda señal que está entregando Argentina por intentar enfrentar las fatales consecuencias que está provocando el exceso de velocidad”.
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