Toyota Corolla Cross: la transición ecológica ahora más al alcance
La marca japonesa vuelca su conocida expertise en los híbridos en un producto pensado para la región, que acerca este tipo de tecnologías a más clientes y rivales directos (al menos por precio) con mecánicas más 'tradicionales'. Este es al que Toyota apoda 'el gran campeón'. ¿Cumple o no?
Desde que en abril se confirmó su arribo a Chile, en Toyota hablaron del SUV Corolla Cross como ‘un campeón’. Con ese apelativo, evidentemente la marca denotaba una confianza plena en este actor que dos meses más tarde se convirtió en su más flamante integrante y que, como ingrediente adicional, tiene la etiqueta de ser ahora el familiar híbrido más competitivo del portafolio Toyota (desde $ 18.990.000), ubicándose por debajo del RAV4: $ 26.990.000 y del CH-R: $ 27.990.000. Dicen que todos los años hay un campeón, pero no siempre hay un ‘gran campeón’. ¿Dónde vamos a ubicar a este mimado Toyota Corolla Cross?
En líneas generales, en todos los frentes este SUV que llega fabricado de Brasil evoca el diseño del citado RAV4, y eso a nadie podría extrañar si se piensa que el SUV japonés es hoy por hoy el familiar más vendido del mundo (y de Chile en los SUV de origen no chino). “No vamos a inventar la rueda”, pareciera haber sido el pensamiento en los ingenieros detrás de este modelo que se desarrolló inicialmente en Tailandia, pero que ahora aterrizó en Sudamerica y que pronto también competirá en América del Norte.
Así, en la práctica el Toyota Corolla Cross -que además con el nombre rinde pleitesía al auto más vendido de la historia y utiliza su misma base- encarna una figura propiamente Toyota (más incluso que el mismo C-HR de corte crossover y de líneas más europeístas). Por delante, el Corolla Cross lleva la parrilla trapezoidal similar a la que se halla en su hermano mayor -el mencionado RAV4-, mientras que los faros LED marcan un sello propio, comenzando desde la misma grilla con un trazo muy delgado y ensanchándose a medida que transita hacia la vista lateral. Más abajo, hay una zona de defensa con dos faros neblineros redondos y muy discretos, como si la marca hubiera querido resaltar que este tipo de focos son para hacerse ver en situaciones de escasa visibilidad y no para encandilar al resto en días que parecen primaverales (esto último, solo suposición…).
En el costado es donde más se da esa coincidencia entre el Corolla Cross y el best seller global de Toyota, particularmente por pasos de ruedas que son idénticos, por una caída del portalón en dos trazos también muy semejante y, sobre todo, por una silueta que se hace más musculosa longitudinalmente a la altura del eje trasero, en concreto a partir de las puertas. Esta vista, conjugada con las llantas bitono de 18″, la verdad es que atrae.
En la retaguardia, en tanto, las líneas son sobrias. Destacan un spoiler (a estas alturas convertido en un must de cualquier SUV), unos grupos ópticos achatados pero muy anchos y la leyenda ‘COROLLA CROSS’ en el centro, justo en la zona de apertura del portalón.
Puertas adentro
Al interior, las sensaciones que el Toyota Corolla Cross brinda son más que aceptables. En el tablero y los paneles de las puertas hay materiales si bien no de calidad premium, sí blandos al tacto y que en definitiva hacen más placentera la habitabilidad. Hay simulación de costuras en el lado del copiloto, por ejemplo. Además, la consola central dispone de un apoyabrazos en cuero, que es deslizable por sobre dos posavasos retrasados respecto de la palanca de cambios, y que permite así una conducción muy relajada en la ciudad. Sí es importante hacer mención que otra vez Toyota Chile -como ocurre ya con la camioneta Hilux- ha quitado la pantalla central de fábrica (o al menos la que traen las imágenes oficiales del modelo), por una de inferior calidad que de todos modos funciona, pero que no cuenta con perillas ni botones físicos.
Más allá de lo señalado, el Corolla Cross dispone de enlazamiento a Apple CarPlay y, por otra parte, lleva un compartimiento muy bien pensado para dejar el celular conectado y cargando (porque no tiene función de carga inductiva). Consiste en una especie de recoveco acolchado justo donde se unen tablero y la consola central, que tiene una luz tenue superior para ver si el celular vibró, si alguien habló o llamó. No es necesario estar tomando el celular a cada rato para revisar y, lo que es más importante, ni el cable ni el mismo equipo andan sueltos por el habitáculo.
Los asientos me parecieron de buena factura, con formas envolventes tanto en las plazas delanteras como traseras. Eso sí, hay un pequeño ‘pero’ que me hicieron ver mis pasajeros de utilería. Resulta que al ser plazas completamente de cuero y presentar una textura perforada en el centro, se crea un pequeño efecto de resbale hacia abajo. Evidentemente esta situación estaría resuelta si los acolchados laterales, sobre todo de los asientos, fueran de una textura más rugosa o de cuero Nappa como suelen ser en modelos de segmentos superiores. El respaldo de las plazas traseras está particularmente bien reclinado (en sí algo que es positivo), lo que también podría incidir en esta particularidad. De todos modos, en el puesto del conductor no se percibe nada de lo anteriormente descrito, supongo que por el natural hecho de ir tomado del volante y apoyado en los pedales o reposapiés.
Otro punto destacado es el sunroof panorámico que permite también una conducción en ciudad muy iluminada y amigable, incluso atrapado en los tacos típicos de los viernes.
Una nueva forma de conducir
Para quien conduce, las primeras impresiones del Toyota Corolla Cross, son las de un SUV súper amistoso y agradable de manejar. Es como subirse y bajar dos cambios en la rutina del día. ¿Por qué? Primero por la comodidad antes descrita, dada por ese apoyabrazos muy confortable, y después por un asiento que envuelve y que además se fija perfectamente (de modo eléctrico) al gusto de cada quien.
Además, tampoco es menos cierto que para conducir en el tráfico lento de ciudades como Santiago resulta reconfortante un híbrido que arranque siempre en modo EV (y por ende silencioso) y que solo ante la exigencia de más velocidad recién se recurra al motor térmico, que se lleva a su vez la faena más liviana. Todo esto se ve reforzado por un consumo de combustible que solo tiende a la mejora cuando se está saliendo de la inercia constantemente para volver a frenar en pocos metros, dos de los momentos en que el Corolla Cross aprovecha precisamente para recargar la batería. El cluster va mostrando inmediatamente el consumo, que en una situación como la recién descrita, no baja de los 20 o 22 km/l.
También resulta muy útil otro de los eslabones de la palanca de cambios, además de los habituales parking, neutro, reversa y drive. El Toyota Corolla Cross tiene una B, de Brake, que, como su nombre indica, se trata de una función de frenado de motor, que puede engranarse en movimiento y que optimiza el comportamiento y aminora el desgaste de componentes de los frenos en bajadas de constantes detenciones como podría ser un retorno con tráfico desde la cordillera. Las baterías, ahora mediante el motor térmico, también aprovechan este ‘desimpulso’.
En el fondo, ganan todos: la seguridad, los frenos, el motor a combustión, la batería, y es en definitiva el conductor el llamado a determinar cuál es la manera más eficiente de conducir. Al final parece un juego de niños ver cómo la manera de manejar incide directamente en el rendimiento de km/l que el vehículo va entregando. Pienso y me doy cuenta de que en el fondo es lo que ocurre en cualquier vehículo, incluso los ‘convencionales’ con solo un motor a combustión, pero resulta más gráfico ir viéndolo así tan delante de las narices.
Igualmente, el SUV cuenta con un selector de modos de manejo por delante de la palanca de cambios, que puede conceder más protagonismo al motor 1.8 litros para un estilo de conducción más sport. El panel acusa el seteo en esta modalidad llamada Power, cambiando el azul habitual por un tema en rojo.
La dirección sigue la línea de la comodidad que en lo global exhibe el Toyota Corolla Cross, en gran medida por un excelente radio de giro que permite maniobrar en pocos metros en estacionamientos subterráneos o centros comerciales. Sobre todo en ciudad resulta molesto un sensor de luminosidad que parece mal calibrado y que se traduce en que el SUV encienda o apague las luces bajas o que se cambie la pantalla entre modo día o noche apenas se pasa por una sombra o se cruza una nube.
A 120 km/h en carretera evidentemente el Toyota Corolla Cross baja en el ítem de consumo, aunque en ningún caso lo hace dramáticamente: en 300 km andados arrojó 18,2 km/l. Asimismo, goza de una destacada insonorización. Quise saber a cuántas revoluciones trabajaba el motor 1.8 litros en carretera, pero impensadamente el panel no ofrece esa información en ninguna de las vistas preestablecidas (el lado izquierdo, habitualmente destinado al tacómetro, lleva la aguja que indica si el Corolla Cross Hybrid está en modo 100% térmico, 100% EV, ambos o recargando).
Volviendo al lado de las cualidades, también vale decir que el Corolla Cross testeado (cuesta $ 20.990.000) integra el Toyota Safety Sense. Así, resulta otra vez muy amigable en carretera para llevarlo con el control crucero adaptativo que prefija la distancia con otros autos precedentes y que prácticamente guía automáticamente la dirección. En cualquier caso, en ciudad o carretera está ese nuevo ángel de la guarda que es el frenado de emergencia autónomo.
Cuando supe que iba a probar este nuevo Corolla Cross híbrido, tenía muy en la retina el antecedente del CH-R que testeó mi colega Mauricio Monroy, en septiembre pasado. En líneas generales, a su juicio se trataba de un familiar híbrido de buen look y muy completo en términos de seguridad (propio de su origen europeo), pero que al mismo tiempo estaba escapado en precio. Es bueno ver que ahora el grueso de ese equipamiento, filosofía en tecnología híbrida (lleva el mismo conjunto motriz) y seguridad se plasma en un vehículo más al alcance. Es por este familiar híbrido que Toyota continúa la transición hacia una nueva forma de conducir y moverse.
Ficha técnica | Toyota Corolla Cross 1.8 híbrido SEG |
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Motor | 1.8 litros de cuatro cilindros + motor eléctrico |
Potencia | 122 Hp |
Torque | 142 Nm a 3.600 rpm |
Caja | CVT |
Tracción | delantera |
Largo | 4.460 mm |
Ancho | 1.825 mm |
Alto | 1.620 mm |
Dist. entre ejes | 2.640 mm |
Maletero | 440 litros |
Estanque | 36 litros |
Llantas | bitono de 18″ |
Neumáticos | 225/50 R18 |
Pantalla | táctil de 9″ |
Airbags | 7 |
Origen | Brasil |
Precio versión testeada | $ 20.990.000 |
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