A días del inicio de la Convención Nacional Republicana, Trump juega al misterio con su compañero de fórmula
Tres son los nombres que más suenan como posibles candidatos a vicepresidente. Analistas y asesores del exmandatario aseguran que la definición aún no está cerrada, pese a que falta poco para que el Partido Republicano consagre a Trump como su candidato por tercera vez en ocho años.
A solo días de que inicie la Convención Nacional Republicana, donde se espera que el Partido Republicano proclame a Donald Trump como su candidato de cara a las elecciones de noviembre de este año, una duda ronda en las mentes de votantes y analistas: ¿quién será el eventual vicepresidente que lo acompañará a la Casa Blanca, si es que se impone a la carta demócrata en noviembre?
Tres nombres corren con ventaja. Doug Burgum, gobernador de Dakota del Norte; Marco Rubio, senador por Florida, y J.D. Vance, senador por Ohio. Pero no son los únicos. La lista larga incluye a una mujer y dos parlamentarios afroamericanos fieles a Trump. Varios de ellos, de hecho, decidieron el fatídico 6 de enero de 2021 el votar a favor de no certificar la victoria electoral del ahora Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en medio del asalto de manifestantes trumpistas al Capitolio en Washington.
Con el reloj acercándose a pasos agigantados a la cita en Milwaukee, el lunes 15 de julio, donde el magnate saldrá ungido por tercera vez en ocho años como el representante republicano, otras dudas se asoman en el radar: cuándo hacer el anuncio.
En la cuenta regresiva para el inicio de la Convención, que termina el 18 del mismo mes, el peso mediático de Estados Unidos está centrado casi en su totalidad en la continuidad -o no- del Presidente Joe Biden en la carrera por la Casa Blanca. Pero oportunidades le quedan.
Una lucha aún abierta
El motor ya está en marcha para la elección de un vicepresidente que acompañe a Trump. Hace semanas. Se han realizado actos, se han recaudado fondos, pero el conductor no está. O, al menos, se ha atrasado su oficialización.
Asesores y cercanos al magnate repitieron numerosas veces a medios estadounidenses durante la última semana que no sabían a quién elegirá Trump, y algunos añadieron que creen que el nombre todavía no está definido. De hecho, el propio expresidente dio pistas de que faltan detalles para cerrar la elección interna.
“No he tomado (una) decisión final. Pero tengo algunas ideas sobre hacia dónde vamos”, dijo el lunes Trump durante una entrevista con Sean Hannity, en Fox News Channel.
Sin embargo, son tres los nombres principales. El primero en ser citado por numerosos medios es Doug Burgum, multimillonario exejecutivo de software que actualmente oficia como gobernador de Dakota del Norte, que poco a poco ha ido ganando terreno en la carrera.
Apareció en el radar nacional en 2023, cuando anunció que asumiría una carrera presidencial como rival de Trump. La intención rápidamente se diluyó, pero de inmediato respaldó la del expresidente recientemente condenado por un caso de dineros para pagar el silencio de una exactriz porno.
Según la agencia de noticias Reuters, Burgum, de 67 años, es del agrado de Trump. Su trayectoria como un exitoso ejecutivo le hacen considerarlo un par de manos seguras, algo esencial para el cargo que eventualmente ostentaría, dijeron personas familiarizadas con el pensamiento de Trump.
La mayor desventaja de su posible nominación como vicepresidente es su relativo desconocimiento a nivel nacional, además de no aportar ningún apoyo geográfico a la candidatura del dúo: Dakota del Norte es un estado republicano seguro, por lo que llevarlo a la papeleta tendría efectos políticos más que electorales. Además, Burgum firmó una de las leyes antiaborto más estrictas del país en 2023, lo que podría generar discordias con Trump, considerando que su postura al respecto no es tan extrema.
El segundo nombre que salta a la palestra en varios medios es el del senador por Florida, Marco Rubio. De 53 años, el oriundo de Miami ha surgido como uno de los principales competidores para acompañar a Trump. Su larga trayectoria como miembro de la Cámara Alta en el estado sureño, su cualidad de hijo de inmigrantes cubanos y su intento presidencial -sin éxito- en 2016 lo hacen encumbrarse en las posibilidades de aparecer en la lista.
Asesores de Trump apuntan a que Rubio podría ayudar al líder republicano a arrebatar votos latinos en los estados más complicados, donde muchas veces los grupos culturales, étnicos o religiosos pueden destrabar el balance en los comicios norteamericanos.
Reuters destaca que su papel como el principal miembro republicano del Comité de Inteligencia del Senado le entrega puntos extra, debido a su experiencia en política exterior. En abril, el político republicano se enfrascó en una discusión con el gobierno chileno del Presidente Gabriel Boric por su supuesta relación con Hezbolá.
“Hay razones para preocuparse de que no están haciendo lo suficiente para acabar con estas redes financieras desde el lado chileno”, dijo en una sesión dedicada a la lucha contra organizaciones delictivas transnacionales.
Lejos de calmar las aguas, volvió a cargar contra el país asegurando en X que “Chile es un gran país, pero lamentablemente actualmente tiene un presidente anti-Israel/pro-Hamas y empresas de Hezbolá que operan en sus zonas de libre comercio”.
Uno de los problemas que enfrenta esta posibilidad es más de corte legal, puesto que, según la Constitución del país, los electores que seleccionan al presidente y vicepresidente tienen prohibido el votar a dos candidatos que provengan del mismo estado natal. Y tanto Trump como Rubio viven en Florida.
J.D. Vance, el joven senador por Ohio de 39 años, completa la tríada de candidatos que resuenan principalmente en medios locales. Curiosamente, el político arriba a la carrera por la vicepresidencia desde la vereda contraria. En 2016, fue un feroz crítico de Trump, incluso calificándolo de ser “heroína cultural”.
Dos años después, en 2018, cambió de parecer. De hecho, el exmandatario estadounidense lo respaldó en su carrera al Senado de 2022 y se transformó en uno de los mayores defensores jóvenes de Trump.
Su edad, pero también su cercanía con los círculos cercanos a la extrema derecha que orbita a Trump, señaló CNN, hacen de Vance una posibilidad lógica si el exmandatario buscara generar un heredero del movimiento MAGA (Make America Great Again).
En cambio, la cercanía de Rubio a donantes y la clase gobernante hace ver su nombre como uno estabilizador para los republicanos en Washington. Burgum, en tanto, sugiere un interés de Trump por contar con un compañero de fórmula al corto plazo que en asignar a un sucesor, analiza CNN.
Desde la campaña del republicano, que a todas luces será proclamado como el candidato en la Convención Nacional Republicana, han señalado a la prensa que “el criterio principal para seleccionar a un vicepresidente es un líder fuerte que sea un gran presidente durante ocho años después de que concluya su próximo mandato de cuatro años”. Aquellas palabras parecen dar ventaja a Rubio, de 53 años, y a Vance, de 39. Esto, en desmedro de Burgum, que actualmente tiene 67 años.
“Cualquiera que le diga que sabe quién o cuándo el presidente Trump elegirá a su vicepresidente está mintiendo, a menos que esa persona se llame Donald J. Trump”, añadió Brian Hughes, asesor del político, en una declaración repetida en varias ocasiones.
La lista la completan Tim Scott, senador afroamericano de Carolina del Sur, ha sido elogiado por Trump como un “gran defensor” de sus idearios, y se enmarca en el pedido de añadir mujeres o afroamericanos en la candidatura para abarcar sectores moderados del Partido Republicano.
Precisamente, ahí destaca Elise Stefanik, representante federal de Nueva York y leal seguidora de Trump. Según Reuters, se trata de una de las estrellas en ascenso de los republicanos luego de “avergonzar a los jefes de tres universidades importantes sobre el antisemitismo en sus campus durante una audiencia en el Congreso. Dos de ellos dimitieron más tarde, incluido la rectora de la Universidad de Harvard, alma mater de Stefanik”, detalló el medio. Fue una de las congresistas que se negó a acreditar la victoria de Biden, en 2021.
Tom Cotton, veterano del Ejército que sirvió en Irak y Afganistán, es un abogado de Harvard de 47 años que resuena entre los posibles acompañantes de Trump. Senador por Arkansas desde 2015, su frecuente asistencia a programas televisivos de noticias es algo que gusta al exmandatario, señaló la citada agencia.
Y Byron Donalds cierra la lista. Representante por Florida, este afroamericano de 45 años perteneció al movimiento de extrema derecha Tea Party, y fue otro de los parlamentarios que no reconoció el triunfo de Biden. En junio hizo polémica al dejar entrever una aparente nostalgia por la época de Jim Crow, nombre de la serie de leyes que definieron la segregación racial en Estados Unidos. Donalds dijo haber sido sacado de contexto.
¿Cuándo será el anuncio?
A pocos días de la Convención, lo tradicional es que haya un nombre antes de su inicio. Pero lo rutinario no es algo a lo que se pueda asociar el nombre de Trump tan fácilmente. Su principal asesor, Jason Miller, añadió en “Fox & Friends” que el anuncio “podría ocurrir en cualquier momento de esta semana”.
La duda es que, con la agenda tomada por la eventual decisión de Joe Biden de retirarse o quedarse en carrera, hay que encontrar un buen momento para que la noticia tenga peso, analizan medios estadounidenses.
Las tres principales opciones para hacer pública la decisión, según la prensa local, son un mitin el sábado en Pennsylvania, estado crítico de cara a noviembre; que Donald Trump entregue la información en su plataforma Truth Social, en cualquier momento entre hoy y la Convención; o que lo haga precisamente en la Convención Nacional Republicana, que se inicia el 15 de julio.
De hecho, el lunes Trump dijo que el anuncio se realizará “probablemente un poco antes de la convención, pero no mucho”. Y luego añadió: “Incluso podríamos hacerlo durante la convención. Me encantaría hacerlo durante la convención… Lo haría aún más emocionante”.
Lo cierto es que los propios nominados como principales contendores aún no saben, o al menos, así lo explicitan. “Mire, no he oído nada, no sé nada, y usted probablemente sabe más que yo al respecto”, dijo Rubio el domingo, en el programa State of the Union, de CNN. “Donald Trump tiene que tomar una decisión. La tomará cuando tenga que tomarla. Tomará una buena decisión. Sé con certeza que estaré ahí fuera durante los próximos tres o cuatro meses, trabajando en nombre de su campaña de alguna manera”, añadió.
En la misma línea, Vance dijo en Meet the Press, de NBC, que no ha “recibido la llamada”. Lo más importante, prosiguió, “es que estamos intentando trabajar para elegir a Donald Trump. Sea quien sea su vicepresidente -tiene mucha gente buena entre la que podría elegir-, son las políticas que funcionaron y el estilo de liderazgo que funcionó para el pueblo estadounidense”.
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