Abstención y voto útil: las claves en la recta final de la campaña en Brasil

Han sido definidas como las elecciones más polarizadas desde 1989, las primeras con voto directo desde el fin de la dictadura en Brasil. Y las últimas encuestas parecen confirmar esta percepción. A una semana de la primera vuelta presidencial, a la cabeza de las intenciones de voto se sitúan, por un lado, el diputado de ultraderecha Jair Bolsonaro, y por el otro, el candidato del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad.

De no mediar sorpresas, sostienen los analistas, todo parece indicar que Bolsonaro y Haddad debieran ser los protagonistas del balotaje fijado para el 28 de octubre. Pero en la recta final de la campaña, la abstención y el voto útil aparecen como los factores clave que podrían definir los resultados en las urnas. De hecho, de acuerdo con la última encuesta de Datafolha del viernes, Bolsonaro se estancó en un 28% de apoyo, mientras que Haddad pasó en sólo cinco semanas de 4% a 22%.

"Ahora es oficial. La elección se canalizó entre Bolsonaro y Haddad. Si no hay un gran giro, los dos estarán en la segunda vuelta", escribió Bernardo Mello Franco, columnista del diario O Globo.

En el mismo periódico carioca, la columnista Miriam Leitão, citando al cientista político Lucio Rennó, de la Universidad de Brasilia, comentó, sin embargo, que el escenario electoral "permanece indefinido", a pesar de que falta poco tiempo para la primera vuelta.

Y para graficar esa incertidumbre, Rennó recordó que "en 2014, dos semanas antes pocos imaginaban que Marina (Silva) no estaría en la segunda vuelta". En esos comicios, la candidata ecologista, que ahora compite por el partido Rede, se ubicó sorpresivamente en el tercer lugar, pese a que los sondeos previos la situaban como favorita.

En una columna publicada en Folha de Sao Paulo, Rennó advirtió que hay un elemento que las encuestas de intención de voto no captan: la abstención. "Es posible que, en 2018, la cuestión de la abstención pase a ser más importante para el resultado electoral brasileño", escribió.

En ese sentido, Rennó destacó que el ausentismo en el día de la votación pueden representar una desventaja para el PT. "El partido tiene mejor desempeño en estados con renta más baja donde los votos válidos representan un número menor. En una elección en la que el PT parte en desventaja considerando un voto más conservador, la abstención puede tener efecto. El voto de los más ricos está hoy con Bolsonaro y una pléyade de candidatos de centroderecha", sostiene el analista.

Según Leitão, Rennó cree que la abstención se presenta más en los votantes de menor renta del Norte y Nordeste, por lo que el PT necesita estar atento al comportamiento en su tradicional bastión electoral. Con todo, Thiago de Aragão, especialista en riesgo político de la consultora Arko Advice de Brasilia, explica a La Tercera que "gran parte del elector que vota a Haddad en el Nordeste lo hace porque cree que Lula será el verdadero líder".

En las últimas elecciones, la abstención más los votos blancos y nulos sumaron casi el 30%. "Si (el ausentismo) sube más, un candidato puede elegirse en el primer turno con el 35% de los votos totales", comentó Rennó. Sin embargo, el director de encuestas de Datafolha, Alessandro Janoni, dijo a La Tercera que para que se dé ese escenario "Bolsonaro tendría que crecer significativamente (más del 42% de las intenciones de voto al menos) y los votos blancos y nulos deberían aproximarse o sobrepasar el 20%".

En las elecciones de 2014, la abstención llegó al 19,4%, mientras que los votos blancos y nulos alcanzaron un 9,6% , sumando en total un 29%. Según la última encuesta Ibope, los votos blancos y nulos suman 11%.

Para Rennó otro de los imponderables lo puede constituir ese electorado que migre a última hora hacia el voto útil. Un fenómeno sobre el que también advierte el columnista de O Globo, Merval Pereira. "Crece la posibilidad de que los electores del campo de la centroderecha migren ya en la primera vuelta a Bolsonaro, preocupados por la posibilidad de que el 'elegido' de Lula llegue en ventaja a la segunda vuelta", escribió.

Y la última encuesta CNI/Ibope deja en evidencia ese fenómeno. Según este sondeo, cerca de tres de cada 10 electores dicen que es "alta" o "muy alta" la probabilidad de que dejen de votar al candidato de su preferencia para evitar la victoria de un adversario que no sea de su gusto. Al mismo tiempo, de acuerdo con Datafolha, la tasa de rechazo a Bolsonaro subió a 46%.

Al respecto, el diario Jornal do Commercio destaca que cerca del 36% de los electores de Geraldo Alckmin (PSDB) admite una probabilidad "alta" o "muy alta" de cambio de voto para evitar la victoria de otro presidenciable. Entre los electores de Ciro Gomes (PDT), ese mismo porcentaje alcanza al 35%.

Entre los brasileños que no votarían al PT de ningún modo -grupo formado por tres de cada 10 electores-, Bolsonaro creció 18 puntos porcentuales desde comienzos de mes. El candidato del PSL tiene ahora el 59% de las intenciones de voto entre los antipetistas. Pero el diario O Estado de Sao Paulo apunta a que este crecimiento de Bolsonaro es movido más por el antagonismo de ese elector a lo que representa el PT y el legado de Lula que por una identificación explícita con el "bolsonarismo". "Este dato muestra que no hay un bolsonarismo en Brasil, sino un antilulismo que, por el momento, está identificado en la figura del Bolsonaro", dijo al diario paulista Emerson Cervi, cientista político de la Universidad Federal de Paraná.

Analistas consultados por O Estado de Sao Paulo advierten, sin embargo, que en la recta final ese voto antipetista puede migrar si queda claro que Bolsonaro no conseguirá derrotar al PT.

En ese sentido, De Aragão recuerda que si bien Bolsonaro "tiene una fuerza grande en las redes sociales" y "una narrativa fuerte que lo acerca a los votantes insatisfechos con la corrupción y la violencia", también es cierto que "su rechazo es muy alto". "El 57% de las mujeres lo rechazan", agrega.

Pero en una muestra más de lo incierta que es esta elección, la encuesta Ibope indica que Bolsonaro es el que lleva la mayor expectativa de victoria: 44%. En cambio, sólo un 20% apuesta sus fichas al triunfo de Haddad.