Arévalo jura como Presidente de Guatemala tras larga y caótica ceremonia de cambio de mando
El nuevo Mandatario, de 65 años, tomó posición para el periodo 2024-2028 en reemplazo del conservador Alejandro Giammattei. "Me llena de profundo honor asumir esta alta responsabilidad", dijo Arévalo en su discurso inaugural.
Bernardo Arévalo juró a primera hora de este lunes como nuevo Presidente de Guatemala, después de una caótica toma de posesión que fue retrasada por opositores en el Congreso, desatando tensiones ante el temor de que se estuviera haciendo un último intento de frustrar la transición de poder.
Sin embargo, después de una demora de nueve horas, Arévalo, de 65 años, tomó potestad como mandatario para el periodo 2024-2028, en reemplazo del conservador Alejandro Giammattei, cuya gestión se ha visto envuelta en repetidos escándalos de corrupción y quien estuvo ausente en la ceremonia.
"Me llena de profundo honor asumir esta alta responsabilidad", dijo Arévalo, en su discurso inaugural. "Durante estos últimos meses nos hemos enfrentado a complejas tensiones y desafíos que llevaron a muchos a creer que estábamos destinados a un retroceso autoritario", agregó.
Horas antes de jurar el cargo, instó a sus seguidores a abarrotar la emblemática Plaza de la Constitución de la capital para "festejar la nueva primavera en Guatemala".
La inesperada victoria de Arévalo en el balotaje de agosto fue vista como un momento decisivo para la nación, donde se ha presentado como protector de la democracia y líder de un movimiento progresista empeñado en remodelar un panorama político dominado por mucho tiempo por partidos conservadores.
Arévalo, diplomático de carrera, sociólogo e hijo del expresidente Juan José Arévalo, ha prometido reformas radicales y se comprometió a abordar el aumento del costo de vida y la violencia de las pandillas, factores clave de la migración masiva a Estados Unidos.
La demora comenzó luego de que el máximo tribunal de Guatemala decidió por la mañana que los diputados de la fuerza política de Arévalo, Movimiento Semilla, asumirán sus cargos como independientes, diluyendo aún más la presencia del partido que sólo ocupa 23 de los 160 escaños legislativos.
La medida provocó disputas en el Congreso, mientras sus seguidores en las calles amenazaron con asaltar el recinto, fuertemente resguardado por policías. En medio de la tensión, Estados Unidos y varios países más llamaron a que se respetara la decisión en las urnas.
Sin embargo, Arévalo logró una temprana victoria el domingo por la noche cuando un destacado diputado de Semilla, Samuel Pérez, fue elegido inesperadamente como presidente del Congreso, mejorando el sombrío panorama legislativo del partido.
Desde que Arévalo ganó la segunda vuelta presidencial, la fiscal general de Guatemala, vista como una aliada Giammattei, hizo varios intentos por entorpecer la transición, incluido el de despojarlo de inmunidad legal, suspender su partido y anular las elecciones, desatando críticas internacionales.
No obstante, la fiscalía ha dicho que su accionar se encuentra dentro del marco de las leyes.
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