Bolsonaro califica a estudiantes que participan de las movilizaciones como "idiotas útiles"
De acuerdo al mandatario brasileño, los estudiantes, docentes y trabajadores de las universidades que participan de la movilización son "usados como masa de maniobra por una minoría habilidosa que compone el núcleo de las universidades federales".
Estudiantes y profesores de todo Brasil se movilizaron el miércoles contra los bloqueos de recursos para la educación anunciados por el gobierno de Jair Bolsonaro, que atribuyó la agitación a la manipulación de "idiotas útiles" por parte de una minoría de izquierda.
Profesores, alumnos y personal de servicio de universidades federales y de colegios secundarios se declararon en huelga, a la cual se sumaron numerosas instituciones de enseñanza privada.
Las principales marchas están convocadas para últimas horas de la tarde, pero ya desde la mañana se señalaron actos en la mayor parte de los estados brasileños y en las mayores ciudades del país, como Sao Paulo, Rio de Janeiro, Belo Horizonte y Brasilia.
En la capital, millares de personas se congregaron en un extremo de la Explanada de los Ministerios.
Las protestas denuncian los planes del ministro de Educación, Abraham Weintraub, de bloquear recursos, incluyendo el 30% del presupuesto no obligatorio de las universidades federales. La medida compromete miles de becas para estudiantes, así como el pago de las cuentas de luz, agua, servicios de limpieza y seguridad.
Muchas consignas apuntaron igualmente a la reforma del sistema de jubilaciones -considerada esencial por el gobierno y los mercados para enderezar las cuentas públicas- y contra la reciente ordenanza de Bolsonaro que flexibilizó el porte de armas.
"Mi arma es el libro. Pero, desgraciadamente, la educación no es una prioridad y donde faltan cultura y educación, sobra violencia. Por eso estoy aquí, luchando por la educación pública", explicó a la agencia AFP la escritora Alessandra Roscoe, que participó en la marcha de Brasilia.
El ministro de Educación, Abraham Weintraub, fue convocado por la tarde por la cámara de diputados para dar explicaciones "sobre los recortes de presupuesto de las universidades públicas y de institutos federales".
El gobierno alega que no se trata de recortes definitivos, sino de una congelación de fondos habitual en todas las áreas cuando los ingresos previstos son inferiores a los contemplados por los presupuestos.
La Cámara de Diputados, pese a tener una mayoría oficialista, aprobó por 307 votos a favor y 82 en contra la convocatoria del ministro de Educación, Abraham Weintraub, para dar explicaciones este mismo miércoles "sobre los recortes de presupuesto de las universidades públicas y de institutos federales".
"No hay recortes. El problema es que encontré un Brasil destruido económicamente" y "las recaudaciones fueron inferiores a las previstas", dijo Bolsonaro este miércoles, poco después de llegar a Dallas (Texas) para recibir una condecoración de la Cámara de Comercio Brasil-Estados Unidos.
"Idiotas útiles"
Para el exmilitar, "la mayoría (de los manifestantes) es militante", desinteresada de los estudios.
"Si se les pregunta la fórmula del agua, no la saben, no saben nada. Son unos idiotas útiles usados como masa de maniobra por una minoría habilidosa que compone el núcleo de las universidades federales", agregó.
Desde la llegada de Bolsonaro al poder, la educación se convirtió en un terreno de conquista designado para los sectores más radicales del electorado 'bolsonarista', decididos a extirpar cualquier vestigio de "marxismo cultural" de las aulas.
El bloqueo del 30% de los gastos no obligatorios fue anunciado inicialmente como un ajuste de cuentas con tres universidades que acogieron debates con figuras de izquierda y que fueron acusadas por Weintraub de "sembrar el desorden".
Ante las reacciones negativas, el ministro de Educación -el segundo al frente de esa agitada cartera en menos de cinco meses- extendió la medida a todas las instituciones federales y adujo, ejemplificando el caso con decenas de pequeños chocolates, que los fondos congelados representaban apenas un 3,5% del presupuesto total.
Bolsonaro ya había provocado otro acalorado debate en abril, al anunciar que su gobierno consideraba recortar los fondos públicos asignados a los campos de filosofía y sociología en las universidades.
"El objetivo es centrarse en las corrientes que generan un retorno inmediato al contribuyente, como los estudios veterinarios, de ingeniería o médicos", explicó.
El hashtag #TsunamiDaEducação encabezó desde la mañana las tendencias de discusiones en la red social Twitter.
Un test de huelga general
La movilización estudiantil dio alas a la oposición de izquierda, noqueada por la derrota en las urnas en octubre.
Algunos sindicalistas ven la jornada de este miércoles como un ensayo de una huelga general convocada para el 14 de junio contra la reforma de las jubilaciones, un proyecto que le valió a Bolsonaro un amplio apoyo de los mercados.
"El día 15 (...) será una jornada de lucha, de calentamiento para la huelga general contra la reforma de las jubilaciones", afirmó Douglas Izzo, presidente de la sección de Sao Paulo de la Central Única de Trabajadores (CUT), en declaraciones al portal de izquierda Brasil de Fato.
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